La última película del director Robert Guédiguian, estrenada en el Festival de Cannes del año 2015, y que participó en la Sección Oficial del Festival Internacional de Valladolid o Seminci de ese mismo año, Una Historia de Locos, llega a las pantallas españolas con dos años de retraso. La película se basa en la historia real del periodista español José Gurriarán, que fue víctima, en el año 1981 en Madrid, de un atentado perpetrado por el Ejército Secreto Armenio para la Liberación de Armenia. Estreno el próximo viernes 24 de marzo.



Crítica de una Historia de Locos

Ficha Técnica

Título: Una historia de locos
Título original: Une histoire de fou (Don't Tell Me the Boy Was Mad)

Reparto:
Simon Abkarian (Hovannès Alexandrian)
Ariane Ascaride (Anouch)
Grégoire Leprince-Ringuet (Gilles)
Syrus Shahidi (Aram)
Razane Jammal (Anahit)
Robinson Stévenin (Soghomon Tehlirian)
Serge Avedikian (Armenak)
Hrayr Kalemkerian (Haig)

Año: 2015
Duración: 134 min.
País: Francia
Director: Robert Guédiguian
Guion: Robert Guédiguian, Gilles Taurand
Fotografía: Pierre Milon
Música: Alexandre Desplat
Género: Drama
Distribuidor:  Golem Distribución

Tráiler de Una Historia de Locos

 

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Sinopsis

París, 1981, un joven marsellés de origen armenio llamado Aram hace volar el coche del embajador de Turquía en París. Gilles Tessier, que pasaba en ese momento en bicicleta, queda gravemente herido.

Aram huye y se une al Ejército de Liberación de Armenia en Beirut, hogar de la revolución armenia en esa época.

Anouch, la madre de Aram, visita a Gilles en el hospital para pedirle perdón y él exige conocer a su verdugo. Una vez recuperado, va a Marsella en busca de venganza, pero la familia de Aram le da la bienvenida y acaba quedándose con ellos.

Aram no está de acuerdo con sus compañeros en Beirut y decide conocer a Gilles, que acabará convirtiéndose en su portavoz. (Golem Distribución)

Premios

  • Festival Internacional de Valladolid - Seminci: Sección oficial. 2015

Dónde se puede ver la película



Preámbulo

En Una Historia de Locos aparece como telón de fondo el considerado primer genocidio de la era moderna, el realizado entre los años 1915 a 1923, con la deportación forzosa y exterminio de casi dos millones de armenios por el Imperio Otomano, aunque el gobierno turco nunca lo ha reconocido como tal.

La película arranca a través de una fotografía en blanco y negro, con un hecho histórico acaecido en el año 1921: el asesinato del activista armenio Soghomon Thelirian contra Talat Pashá (el que fuera Ministro de Interior turco-otomano en 1915 y máximo responsable del genocidio) en plena calle de Berlín, y su posterior juicio por el que fue declarado inocente. Tras este largo prólogo, la acción de la película se traslada, con una fotografía ahora en color para diferenciar ambas épocas, tres generaciones armenias después, a los años 80 en Marsella.

La inspiración de Gurriarán

Robert Guédiguian, de ascendencia armenia, vuelve a tocar el tema armenio diez años después, desde Le voyage en Arménie (2006), un poco obligado con la causa, y con Una Historia de Locos cumple en cierta forma con su responsabilidad, al tiempo que hace justicia con sus antepasados. El director ha declarado que, desde el rodaje en 2006 de aquella película, y a medida que se acercaba el centenario del terrible acontecimiento, rondaba por su cabeza contar la historia de la memoria de ese genocidio; conocer a José Gurriarán fue lo que le impulsó definitivamente para realizar este proyecto. Le fascinó la historia de alguien que quiso entender antes que juzgar.

La historia de Aram (Syrus Shahidi), un joven marsellés de origen armenio perteneciente a la tercera generación, que hace explotar el coche del embajador de Turquía en París, y en la que Gilles Tessier (Grégoire Leprince-Ringuet) queda gravemente herido tras pasar en ese momento por allí con su bicicleta, está basada en la historia real vivida por el periodista español José Gurriarán, y contada en su libro La bomba.

Gurriarán fue víctima en 1981 de un atentado en Madrid perpetrado por el Ejército Secreto Armenio para la Liberación de Armenia, ASALA, y en el que quedó medio paralítico. Gilles Tessier, al igual que José Gurriarán no sabe nada del conflicto y las reivindicaciones armenias, por lo que, para superar su situación, intenta entenderlas, leyendo y documentándose sobre el genocidio en un principio, para posteriormente intentar conocer al responsable del atentado.

Los interrogantes de la tercera generación

El joven Aram, como parte de una tercera generación que empieza a interrogarse y a hacerse preguntas sobre sus orígenes, además de querer reivindicar su identidad, se une a un grupo que practica ataques armados por toda Europa con el fin de conseguir captar la atención internacional sobre el genocidio armenio. Guédiguian, en un tono humanista, realiza una serie de planteamientos y dilemas morales que resuenan con bastante fuerza en el revuelto y actual panorama político internacional, debido a la escalada de ataques terroristas realizados de forma indiscriminada en el continente europeo.

Una Historia de Locos nos hace reflexionar hasta qué punto se puede defender una causa política que justifica el asesinato de personas inocentes. En este planteamiento radica la evolución del personaje de Aram, exiliado en una milicia sin estado en el Líbano para luchar en una guerra que no tiene ninguna esperanza de éxito, y con el peso en su conciencia de haber destrozado la vida de una persona inocente. Por tal motivo, Aram, a pesar de la oposición de sus compañeros, decide ir a conocer a su víctima.

Guédiguian desde la neutralidad

Observamos un pueblo armenio en constante lucha, que no encuentra una solución válida a través de las armas para recuperar sus ansiadas tierras, y vemos cómo, encima, está dividido en facciones por sus diferentes formas de ver la contienda.

Guédiguian intenta situarse en un punto de neutralidad, y para ello se centra más en la relación de Aram con su madre (una espléndida Ariane Ascaride), la cual, a pesar del amor ciego por su hijo, pide perdón a la víctima (Gilles) y busca en todo momento el encuentro entre ambos. En cambio, pasa un poco de largo en la relación con su padre (Simon Abkarian), que no siente rencor, ni odio, sino simplemente desaliento y aflicción; ha aprendido a adaptarse a las nuevas circunstancias, y a ser agradecido con el país que le ha acogido.

Conclusión de Una Historia de Locos

La película nos ayuda a meditar sobre una serie de nociones relacionadas con la memoria histórica, la venganza, el amor, el remordimiento y el perdón. El dolor de una madre y de un pueblo sirve para hacer una reflexión sobre el bien y el mal, además de hacernos pensar sobre el concepto de causa justa. Lo que para unos es una causa justa, para otros, en cambio, no lo es. La principal enseñanza extraída en Una Historia de Locos es que la voluntad de entender siempre debería prevalecer sobre la venganza.

Reportaje de Una Historia de Locos en Días de Cine TVE

 

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