Ad Vitam, del director Rodolphe Lauga, es un apasionante thriller de acción que impresiona por su densa atmósfera y su crudeza visual. El guión, escrito por el protagonista Guillaume Canet, el director Rodolphe Lauga y el coguionista David Corona, combina hábilmente elementos de drama, cine de acción y thriller policíaco para crear un conjunto homogéneo. La estructura narrativa de la película utiliza flashbacks para arrojar luz sobre los antecedentes de los personajes y hacer comprensibles sus motivaciones. Estrenada en Netflix el 10 de enero de 2025.
Crítica de 'Ad Vitam'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Ad Vitam
Título original: Ad Vitam
Reparto:
Guillaume Canet (Franck)
Stéphane Caillard (Leo)
Nassim Lyes (Ben)
Zita Hanrot (Manon)
Alexis Manenti (Nico)
Johan Heldenbergh (Vanaken)
Etienne Guillou-Kervern (Stanislas Lacaze)
Jamel Blissat (Homme DGSI 2)
Maurice Chan (Policía científica)
Año: 2025
Duración: 95 min.
País: Bélgica
Director: Rodolphe Lauga
Guion: David Corona. Obra: Guillaume Canet, Rodolphe Lauga
Fotografía: Christophe Brachet, Vincent Mathias
Música: Amin Bouhafa
Género: Thriller. Acción
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'Ad Vitam'
Sinopsis
Tras escapar de un intento de asesinato, Franck Lazareff debe encontrar a su esposa Leo, secuestrada por un misterioso grupo de hombres armados. Se ve atrapado por su pasado y sumergido en un asunto de Estado que le supera. (Netflix)
Dónde se puede ver la película en streaming
Intrigas y conspiraciones enredadas
La historia sigue a Franck Lazareff, un hombre común que se ve envuelto en una serie de eventos que lo llevan a enfrentarse a una conspiración de alto nivel. Después de sobrevivir a un atentado y perder a su esposa en un secuestro, Franck descubre conexiones entre los secuestradores, su propio pasado y un oscuro complot gubernamental.
Aunque el guion de Ad Vitam intenta combinar los elementos personales del protagonista con un conflicto de gran escala, el exceso de giros y revelaciones puede resultar confuso y predecible. La conexión emocional entre Franck y su esposa, que debería ser el motor de la historia, queda algo desdibujada, lo que reduce el impacto de los momentos más intensos.
Una puesta en escena sólida pero predecible
Rodolphe Lauga demuestra competencia técnica al construir un thriller dinámico con escenas de acción bien coreografiadas y un ritmo que, aunque irregular, mantiene el interés del espectador. Las persecuciones, enfrentamientos y momentos de tensión están filmados con claridad, aprovechando los escenarios urbanos y claustrofóbicos para aumentar la sensación de urgencia.
Sin embargo, la dirección se apoya demasiado en los clichés del género, como el héroe inesperado y los villanos misteriosos, sin aportar un enfoque fresco o distintivo que eleve la narrativa.
Un protagonista convincente en un reparto desigual
Guillaume Canet, que interpreta a Franck, entrega una actuación sólida, capturando la transformación de un hombre común en alguien dispuesto a arriesgarlo todo por salvar a su esposa. Su interpretación aporta autenticidad a las escenas más emocionales y acción convincente en los momentos de peligro.
El elenco secundario, compuesto por figuras como los secuestradores y los aliados inesperados de Franck, cumple su función pero carece de profundidad. Los antagonistas, en particular, se sienten estereotipados, lo que limita la tensión narrativa.
Una atmósfera eficiente pero poco memorable
La fotografía de Ad Vitam utiliza colores oscuros y un estilo visual frío para reflejar el tono conspirativo de la historia. Las tomas en espacios urbanos, combinadas con los interiores sombríos, refuerzan la sensación de peligro constante.
El diseño sonoro complementa bien la acción, con efectos intensos que destacan en las escenas de enfrentamiento. La música, aunque funcional, no deja una huella significativa ni logra añadir una capa adicional de intensidad emocional.
Conclusión de 'Ad Vitam'
Ad Vitam es un thriller que ofrece entretenimiento gracias a sus secuencias de acción y a una trama intrigante, pero que falla en destacarse debido a su dependencia de clichés del género y personajes poco desarrollados. Rodolphe Lauga entrega una obra técnicamente sólida, pero que no logra profundizar lo suficiente en sus temas ni generar una conexión emocional más fuerte con el espectador.
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