Adiós, June es la ópera prima de Kate Winslet como directora, una película que explora las complejas dinámicas familiares en torno a la muerte de una madre, interpretada por la icónica Helen Mirren. La historia sigue a cuatro hermanos adultos que se reúnen en el hospital para despedirse de June, cada uno con sus propias luchas y conflictos personales. Con un elenco estelar que incluye a Toni Collette, Johnny Flynn y Timothy Spall, Adiós, June es una reflexión conmovedora sobre el amor, la familia y la mortalidad, ambientada en la época navideña. Se puede ver desde el 24 de diciembre de 2025 en Netflix.
Crítica de 'Adiós, June'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Adiós, June
Título original: Goodbye June
Reparto:
Kate Winslet (Julia)
Helen Mirren (June)
Andrea Riseborough (Molly)
Toni Collette (Helen)
Timothy Spall (Bernie)
Johnny Flynn (Connor)
Stephen Merchant (Jerry)
Jeremy Swift (Dr. David Titford)
Raza Jaffrey (Dr. Simon Khal)
Fisayo Akinade (Enfermero Ángel)
Dan Li (Tom)
James Dryden (Patrick)
Michelle Parker (Enfermera Nancy)
Año: 2025
Duración: 115 min.
País: Reino Unido
Director: Kate Winslet
Guion: Joe Anders
Fotografía: Alwin H. Kuchler
Música: Ben Harlan
Género: Drama. Comedia
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'Adiós, June'
Sinopsis
Ambientada justo antes de Navidad, la vida de cuatro hermanos —y de su exasperante padre— da un giro inesperado como consecuencia del repentino deterioro en la salud de su madre. Mientras todos lidian con la complicada dinámica familiar que genera una posible pérdida, June, con su ingenio inagotable, toma el control de su propia despedida con un humor mordaz, verdades sin filtro y muchísimo amor. (Netflix)
Dónde se puede ver la película en streaming
Reír o despedir
Adiós, June se sitúa en un territorio muy transitado, la familia que se reúne en Navidad ante la inminencia de una pérdida. La enfermedad de la madre actúa como detonante para que cuatro hermanos, cargados de reproches antiguos, afectos mal gestionados y silencios incómodos, vuelvan a convivir bajo el mismo techo. Adiós, June quiere hablar de la muerte sin solemnidad, de la vejez sin condescendencia y del amor familiar sin idealizarlo.
El problema es que esa voluntad de mezclar comedia y drama no termina de cuajar. El guion oscila constantemente entre el chiste ingenioso y el subrayado emocional, sin decidirse del todo por ninguno de los dos caminos. Hay escenas que apuntan a una comedia negra sobre el control de la propia muerte, pero enseguida se diluyen en conflictos familiares bastante previsibles.
Sensibilidad bienintencionada
Kate Winslet, en su debut como directora, demuestra una clara sensibilidad hacia los actores y los momentos íntimos. Se nota su experiencia delante de la cámara, hay respeto por los silencios, por los tiempos emocionales y por la fragilidad de los personajes, especialmente en las escenas compartidas entre madre e hijos.
Sin embargo, como directora, Winslet se muestra excesivamente prudente. La puesta en escena es funcional, correcta, pero rara vez expresiva. No hay una mirada clara que unifique el tono de Adiós, June, ni se apuesta decididamente por la comedia ácida ni por el drama descarnado. Todo queda en una zona templada, confortable, que evita tanto el humor incómodo como el dolor verdadero.
Una madre que se come la función
El mayor acierto de Adiós, June es, sin duda, la interpretación de Helen Mirren, que da vida a June. Su personaje desprende ironía, cansancio vital y una lucidez feroz que evita el sentimentalismo fácil. Cada una de sus intervenciones tiene peso, humor y una verdad incómoda que eleva el material.
Los cuatro hermanos, en cambio, funcionan más como arquetipos que como personajes plenamente desarrollados. Sus conflictos están bien interpretados, pero raramente sorprenden, se intuye más lo que representan que quiénes son realmente. El reparto cumple, pero es Mirren quien sostiene la película, dejando claro que sin ella el conjunto se vendría abajo.
La fotografía y el diseño de producción recurren al imaginario navideño clásico con luces cálidas, e interiores acogedores. Una sensación constante de hogar que contrasta con la amenaza de la muerte, es eficaz, pero también previsible. El montaje es correcto, aunque tiende a suavizar los conflictos, cortando escenas justo cuando podrían incomodar o profundizar. La música aparece en momentos clave para reforzar la emoción, a veces de manera demasiado evidente, subrayando lo que ya estaba claro en la imagen.
Conclusión de 'Adiós, June'
Adiós, June es una película honesta, sensible y claramente bienintencionada, pero también demasiado cómoda. Tiene momentos brillantes gracias al trabajo actoral de su protagonista y plantea una reflexión interesante sobre la dignidad, el humor y el control frente a la muerte. Sin embargo, su miedo a incomodar, a ser cruel o radical, la deja atrapada en un terreno seguro donde todo resulta reconocible y, en ocasiones, olvidable.
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