Dirigida por Mar Olid, Al otro barrio intenta combinar crítica social con humor en un relato que enfrenta a un protagonista privilegiado con una realidad que le resulta completamente ajena. Aunque la premisa de la película tiene elementos interesantes y mucho potencial para explorar el choque cultural y las diferencias de clase, su desarrollo falla en encontrar el balance entre la comedia efectiva y la profundidad. Estreno en salas de cine españolas el 5 de diciembre de 2024.
Crítica de 'Al otro barrio'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Al otro barrio
Título original: Al otro barrio
Reparto:
Quim Gutiérrez (Andrés)
Sara Sálamo (Sara)
María de Nati (Lara)
Javier Herrera (Benja)
Hamza Zaidi (Ibra)
Jorge Suquet (Jordi)
Yaël Belicha (Adela)
Fernando Valdivieso (Lucho)
Carmen Ruiz (Amparo)
Elena Ballesteros (Natalia)
Francesc Orella (Zamora)
Candela Cruz (Amiga Saray)
Ángel Pan (Esteba)
Año: 2024
Duración: 108 min.
País: España
Director: Mar Olid
Guion: Daniel Monedero, Francisco Arnal. Remake: Khaled Amara, Mohamed Hamidi, Michaël Souhaité
Fotografía: Sergi Gallardo
Música: Vanessa Garde
Género: Comedia
Distribuidor: Walt Disney Studios Motion Picture Spain
Tráiler de 'Al otro barrio'
Sinopsis
Intentar engañar a Hacienda ha sido una opción demasiado tentadora para Andrés (Quim Gutiérrez), pero no contaba con que le acabaran pillando. Y eso es exactamente lo que le ha sucedido. Además de la multa millonaria que le ha caído encima, ahora debe trasladar sus oficinas al barrio de Los Caños, en el extrarradio más marginal de la capital, o eso le parece a él. Pero es que Andrés estaba aprovechándose de una jugosa subvención por tener allí su sede, sin que hubiese puesto jamás los pies en el barrio. A regañadientes, él y sus empleados se trasladan a Los Caños y aquello no es tan malo como esperaban... Es peor. (Walt Disney Studios Motion Picture Spain)
Dónde se puede ver la película en streaming
Una premisa prometedora pero mal ejecutada
La trama sigue a Andrés, interpretado por Quim Gutiérrez, un empresario oportunista que ve su mundo desmoronarse cuando es descubierto defraudando a Hacienda. Obligado a trasladarse al barrio marginal de Los Caños para justificar una subvención, Andrés se enfrenta a un entorno que inicialmente desprecia y del que, por supuesto, acaba aprendiendo algunas lecciones.
Aunque esta historia tiene el potencial de convertirse en una sátira social afilada, la película opta por un enfoque más superficial y predecible. En lugar de desarrollar el conflicto de manera significativa, Al otro barrio recurre a clichés y estereotipos que simplifican tanto a los habitantes de Los Caños como a Andrés y sus empleados. Este tratamiento limita las posibilidades de la historia, dejando al espectador con una comedia que rara vez sorprende.
Humor irregular y personajes estereotipados
El humor, uno de los pilares de cualquier comedia, es uno de los aspectos más irregulares de Al otro barrio. Mientras que algunas escenas logran arrancar risas gracias a situaciones absurdas o a los intentos del protagonista por adaptarse a su nuevo entorno, muchas otras caen en gags previsibles que no logran el impacto deseado.
El elenco secundario, compuesto principalmente por los empleados de Andrés y los habitantes de Los Caños, está lleno de personajes que funcionan como caricaturas en lugar de seres humanos complejos. Esto hace que sea difícil conectar con ellos, reduciendo su papel a meros vehículos para el humor fácil o las lecciones de vida del protagonista.
Incluso el arco de Andrés, que debería ser el núcleo emocional de Al otro barrio, se siente apresurado y poco convincente. Su transformación de un empresario egoísta a alguien más empático parece más una obligación del guion que un desarrollo orgánico.
Una dirección y estética sin riesgos
Mar Olid dirige la película con un estilo funcional, pero sin destacar ni en la puesta en escena ni en el uso del espacio. El barrio de Los Caños se reduce a un telón de fondo genérico que no logra transmitir ni el dinamismo ni las complejidades de un lugar real.
La cinematografía tampoco contribuye mucho a la narrativa, con una paleta visual que no logra diferenciar los mundos de Andrés y Los Caños de manera significativa. Esto refuerza la sensación de que Al otro barrio no se arriesga ni en su contenido ni en su forma.
Conclusión de 'Al otro barrio'
Al otro barrio es una comedia que apunta alto pero se queda corta en todos los aspectos. Aunque la premisa y el talento de su elenco podrían haber dado lugar a una película ingeniosa y con mensaje, el resultado final es una obra que no logra trascender los estereotipos ni ofrecer humor fresco.
Para quienes buscan entretenimiento ligero y no esperen demasiado, Al otro barrio puede ofrecer algunos momentos divertidos. Sin embargo, los espectadores que esperen una comedia con mayor profundidad o innovación probablemente salgan decepcionados. Una oportunidad desaprovechada que deja la sensación de que en este “otro barrio” había mucho más por explorar.
Reportaje de Al otro barrio en Días de Cine TVE
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