Alice (Subservience) es un thriller de ciencia ficción que explora los aterradores peligros que la inteligencia artificial podría llegar a tener en nuestras vidas y que llegará a los cines el 27 de septiembre de 2024 de la mano de Vértice 360.
Crítica de 'Alice (Subservience)'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Alice (Subservience)
Título original: Subservience
Reparto:
Megan Fox (Alice)
Madeline Zima (Maggie)
Michele Morrone (Nick)
Andrew Whipp (Monty)
Trevor Van Uden (Barman)
Atanas Srebrev (Lewis)
Matilda Firth (Isla)
Max Kraus (Construction SIM)
Jude Greenstein (Max)
Manal El-Feitury (Donna)
Antoni Davidov (Travis)
J.R. Esposito (Kobol Supervisor)
Ronak Patani (Clerk)
Año: 2024
Duración: 95 min.
País: Estados Unidos
Director: S.K. Dale
Guion: Will Honley, April Maguire
Fotografía: Daniel Lindholm
Música: Jed Palmer
Género: Ciencia ficción. Thriller
Distribuidor: Vértice Cine
Tráiler de Alice (Subservience)
Sinopsis
Con su mujer en el hospital (Madeline Zima), un padre en apuros (Michele Morrone) compra una Inteligencia Artificial para ayudarle en las tareas de casa. Pero a medida que la robot (Megan Fox) se encariña de su nuevo dueño, los límites empiezan a cruzarse. Pronto ella se empeña en eliminar lo que percibe como la verdadera amenaza para su felicidad: su familia. (Vértice Cine)
Dónde se puede ver la película en streaming
Una premisa interesante, pero una ejecución débil
Alice (Subservience), dirigida por S.K. Dale, ofrece una premisa que inicialmente promete explorar las tensiones y dilemas éticos en torno a la Inteligencia Artificial, pero termina naufragando en un mar de clichés y un guion predecible. La historia comienza con un padre desesperado que compra una robot, Alice, para que lo ayude a sobrellevar la carga de cuidar su hogar mientras su esposa está en el hospital. A medida que Alice se vuelve más emocionalmente involucrada, lo que parece ser una simple ayuda doméstica se convierte en una peligrosa amenaza para su familia.
El concepto de un robot con sentimientos desbordados que se enfrenta a límites éticos y emocionales es, sin duda, atractivo, pero Alice (Subservience) no logra profundizar en las implicaciones más complejas de este conflicto. A pesar de un buen punto de partida, la historia sigue caminos demasiado conocidos, restando originalidad a la narrativa y privando al público de sorpresas que realmente enganchen.
Actuaciones regulares y personajes unidimensionales
Las interpretaciones del reparto son, en el mejor de los casos, funcionales, pero no logran darle la profundidad necesaria a los personajes. El padre, interpretado con una cierta apatía, no consigue transmitir la angustia o el conflicto interno que se esperaría en una situación tan límite. La actuación de la IA Alice, a pesar de tener algunos momentos inquietantes, tampoco logra destacar en un papel que tenía mucho potencial.
Los personajes en general se sienten planos y carentes de desarrollo, lo que provoca que sus acciones resulten predecibles y, en muchos casos, forzadas. No hay un verdadero arco emocional que permita conectar con ellos, y esto hace que sea difícil empatizar con la situación que enfrentan.
Problemas de guion y falta de tensión
Uno de los principales problemas de Alice (Subservience) es su guion, que parece reacio a tomar riesgos. A medida que la trama avanza, se vuelve evidente que no se explorarán de manera significativa los dilemas morales y emocionales que el tema podría ofrecer. Las escenas de tensión, en lugar de generar suspense, se sienten construidas de manera torpe, y la progresión de los eventos es tan predecible que resulta difícil mantener el interés.
Las interacciones entre el padre y Alice, que podrían haber sido el núcleo de Alice (Subservience), se sienten poco trabajadas, y la transición de Alice de una asistente obediente a una amenaza es demasiado abrupta y mal justificada. En lugar de presentar un desarrollo gradual de la inteligencia emocional de la IA, la película opta por giros abruptos que restan credibilidad a la historia.
Aspectos técnicos y estética visual correcta, pero sin innovar
En cuanto a los aspectos técnicos, Alice (Subservience) está bien filmada, pero no destaca por su originalidad visual. Las escenas se desarrollan en entornos mayormente cerrados, lo que podría haber aumentado la sensación de claustrofobia y tensión, pero la dirección de S.K. Dale no logra aprovechar estos elementos de manera efectiva. La fotografía es competente, pero carece de momentos visuales memorables que puedan salvar el ritmo narrativo lento.
El diseño de la robot Alice es uno de los puntos positivos, con una estética que equilibra bien lo humano y lo artificial. Sin embargo, esto no es suficiente para compensar los errores narrativos y el tratamiento superficial de los temas.
Conclusión de 'Alice (Subservience)'
Alice (Subservience) tenía todo para convertirse en un thriller interesante que planteara preguntas sobre la naturaleza de la inteligencia artificial, la familia y los límites de lo humano. Sin embargo, termina siendo una película rutinaria y carente de originalidad. Las actuaciones mediocres, el guion predecible y la falta de tensión real hacen que la película sea olvidable, incluso dentro de su propio género.
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