André Aciman es un escritor estadounidense, originario de Egipto, que alcanzó la fama gracias a su novela: "Llámame por tu nombre". En su trayectoria literaria se encuentra un total de 10 proyectos, de las cuáles cuatro son novelas. Comenzó su andadura en la escritura en el año 1995 con sus memorias: "Out of Egypt", por el que consiguió el premio Whiting Award. En 2007 vuelve a ser galardonado gracias a "Llámame por tu nombre" en los Lambda Literary Award. En 2017 se hizo una adaptación cinematográfica, bajo el nombre de "Call Me By Your Name", nombre homónimo en su lengua original. La cinta dirigida por Luca Guadagnino consiguió convertirse en una de las películas del año.
El pasado 11 de junio, el escritor acudió a un coloquio en la Academia de Cine Español en Madrid, tras la emisión de la película de Guadagnino. Aciman respondió a las preguntas de los asistentes, entre los que se encontraba Cinemagavia. El novelista respondió a varias preguntas del proceso de adaptación fílmica de su obra. Además, explicó su estilo literario, a través del deseo y el sexo. Nos adelantó varias claves de su nuevo libro: "Variaciones enigma" y si sabe alguna novedad de una posible adaptación de "Find Me", la segunda parte de la historia de Elio y Oliver.
Entrevista a André Aciman
Resumen
- 1 Entrevista a André Aciman
- 1.1 La intensa carga sexual
- 1.2 La fama y André Aciman
- 1.3 El despertar sexual en la juventud
- 1.4 La figura paternal
- 1.5 La creación de "Call Me By Your Name"
- 1.6 El antes y después de Elio y Oliver
- 1.7 La patria de André Aciman
- 1.8 Período estival
- 1.9 El eterno retorno del deseo
- 1.10 Dentro de "Variaciones enigmas"
- 1.11 La introspección de André Aciman
- 1.12 La recomendación del maestro
Diego Da Costa/Cinemagavia: Hay un mantra en el mundo de la literatura que dice que las adaptaciones al cine de los libros normalmente nunca funcionan. En su caso, parece que se rompe la tradición, fue un éxito de público y de crítica. Pero, ¿echa de menos algo en la película?
André Aciman: No, no tengo crítica de nada. La película me gusta mucho. No esperaba que la adaptación fuera tan fiel. Las mejores escenas salen directamente del libro y se plasman en la película, palabra por palabra. No tengo queja, porque el autor fue un genio. Gracias. Estuve muy contento con la adaptación y además, es una adaptación de un libro que proviene de un mundo interno y tenerlo en la película no podría haber sido de otra forma.
Cuando decidieron hacer la película, decidí aceptarlo pero también que no iba a interferir y participar en absoluto. Normalmente, creo que si no todos los autores, muchos de ellos, odian la película que hacen de su novela. Pero, es normal. Yo no tenía ninguna expectativa de ningún tipo y mucho menos que fuera a tener el éxito que ha tenido, así que no lo pasé mal. Mantuve una actitud más bien pasiva con respecto a todo el proceso.
La intensa carga sexual
D.D./CG: El cambio en las escenas sexuales explícitas a la hora de realizar la adaptación cinematográfica, ¿quién toma la decisión de hacerlo más sutil en la película?
A.A.: No fue mi decisión. No sé lo que ocurre en la sala de edición, de todas formas, sí que habían un plan para que la película en esas escenas más fuertes, fuera de una manera más sutil. Francamente, estoy encantado por ello. A mi no me importa ver los besos, pero ver el acto en sí, sí. Ya sean entre hombres, entre mujeres, entre un hombre y una mujer. No quiero ver nada que sea excesivamente gráfico. Tengo ya suficientes años para no querer (risas).
D.D./CG: Han pasado 12 años desde la publicación de la novela. En términos de la apertura de los derechos LGBTQ+ es mucho tiempo. Lo que ahora parece normal, hace 12 años quizás no lo era. ¿Cree que esta película tuvo algo de bofetón? ¿Algo de revolución?
A.A.: No lo sé. Voy a ser más sincero. Creo que mucha gente que ha visto la película, la han utilizado como una inspiración para atreverse a salir del armario con sus padres, sus amigos, su entorno... Pero, si la película o la novela hubieran tenido únicamente ese tipo de efecto, no creo que solo hubiera sido eso. Si lo pensara, pensaría excesivamente bien de mi mismo.
La fama y André Aciman
D.D./CG: Después de la película, llegó la fama. Además, del empujón en derechos de autor, ¿qué ha supuesto la fama para un escritor como usted?
A.A.: No veo la fama, no la toco y no hablo con ella. No la escucho. Normalmente, estoy en mi habitación en Nueva York, tengo suerte de tener este estudio con mis libros y mis cosas. Tengo el aire acondicionado puesto todo el tiempo. Estoy muy contento. Me centro en mi siguiente proyecto, en mi siguiente libro, es en lo que empleo mi tiempo. No suelo mirar hacia atrás pensando en el éxito de la película ni en el libro que publiqué ni si soy un autor de best sellers. No hago nada de esto. Me centro en el proyecto que tenga entre manos y en el siguiente.
D.D./CG: Y viendo toda esta gente aquí, ¿no tiene presión?
A.A.: Esto no es presión, sino placer. Maravilloso. Es otra visión, ver a tanta gente, en una ciudad extranjera y gente que le gusta mi trabajo, o espero que le guste. Me crea un gran placer, pero después volveré a casa, a Nueva York. Me iré a mi pequeño estudio y gradualmente la felicidad de este evento se irá evaporando. Y, probablemente, yo contribuiré a que se evapore. Es culpa mía, normalmente.
El despertar sexual en la juventud
D.D./CG: ¿Dónde estaba usted con la edad de Elio en “Call Me By Your name”?
A.A.: No fue bueno. Totalmente diferente. Tuve experiencias cuando tenía 17 años, pero no tenían nada que ver con la novela. No con esa intensidad. Hay algo que sí teníamos en común: estaba en Italia y eso es algo importante. Estaba dos o tres veces por semana en la playa, veía cuerpos y creo que deseaba a todos y cada uno de ellos. La culpa es de Italia, no mía.
D.D./CG: ¿Pensaba en sexo constantemente a esa edad?
A.A.: ¿Acaso alguien no? Sí que pensaba en sexo todo el tiempo y en la literatura, pero la comida no me interesó nunca. Sexo y literatura, pero sobre todo sexo. Leía libros, pero libidinosamente. Es decir, si leía a Dostoievski o a Stendhal, siempre pensaba en sexo, aunque no hay sexo en sus obras.
D.D./CG: ¿Qué le parece que adolescentes se acerque a los libros a través de usted con estas historias tan intensas?
A.A.: Al principio recibía muchos correos de gente que tenía 70 u 80 años. Luego, de gente de vuestra edad. Pero ahora, jóvenes, particularmente chicas de entre 14 y 15 años, que vienen con sus padres para que les firme el libro y siempre me pregunto si saben de qué trata el libro... Los padres siempre dicen que está bien. Lo que me parece es que estos jóvenes lectores, lo que en mis libros, en especial en “Call Me By Your Name”, es una trayectoria de lo que les gustaría tener. Tener en su corazón esa experiencia. Para mucha gente es la forma ideal de amor. En primer lugar, no hay peligro, en segundo lugar, es recíproco y en tercer lugar, los padres no están en contra. Todo va genial.
La figura paternal
D.D./CG: La relación de Elio con su padre es maravillosa, con el famoso discurso del final y en “Variaciones enigma” también hay esa imagen paternal. ¿Qué hay detrás de esta creación de la figura paterna en sus obras?
A.A.: En mi caso, la figura paterna era muy importante, porque mi padre fue un hombre muy abierto de mente. Era un hombre complicado, con un gusto fantástico en literatura, un gran hombre de negocios y adoraba las mujeres. Hay un recuerdo con mi padre que me gusta contar, porque cambió mi vida, me dijo: “Cuando estés en la cama con un hombre o una mujer”, le daba igual, “una vez que ambos os quitéis la ropa, todo es permisible, nada tiene que ser tabú”.
Fue muy importante y he tratado de reflejar la figura de mi padre en las dos novelas, sobre todo en “Variaciones enigma”, aunque de forma más intensa. Además, yo también he actuado con mis hijos como mi padre actúo conmigo. He querido trasmitirles esta enseña muy útil y enseñarles que no deben avergonzarse de nada en la cama. Y si uno tiene un padre de esas características, eso significa que tiene uno con el que puede hablar de todo.
La creación de "Call Me By Your Name"
D.D./CG: ¿Cómo un hombre casado y con hijos se inspira para crear una historia como “Call Me By Your Name”?
A.A.: Es muy fácil. Solo hay que extrapolar a partir de la mente, de la imaginación, de los recuerdos y dejarse ir. Ir siguiendo la historia a dónde quieras llegar. Por ejemplo, cuando Oliver se va a pescar y hay un accidente que ocurre, justo después de la confesión de Elio. Básicamente, yo no quería seguir con la novela, quería poner punto final ahí, ya había suficiente. Además, Oliver iba a morir originalmente en el barco de pesca. Y luego, pensé que por lo menos se dieran un beso. Nada, un besito. Y después, Elio sangraba por la nariz porque estaba muy emocionado. Por cierto, lo del sangrado de la nariz lo robé de Margarita de Navarra.
Y luego decidí que tenían como mínimo pasar la noche juntos. Una noche juntos. Después de esa noche, Elio queda decepcionado, han pasado la noche y ya se acabó, pero dije que no, era demasiado fácil. El resto de la historia ya la conocéis. Todo esto es porque no quería entrar en las escenas sexuales, no quería entrar en el capítulo de la fruta (risas).
El antes y después de Elio y Oliver
D.D./CG: ¿Los libros previos a “Call Me By Your Name” tuvieron algo que ver con su proceso?
A.A.: Mi primer libro fue “Out of Egypt”, unas memorias sobre mi infancia, cuando nos marchamos de Egipto. Después, escribí una serie de ensayos. Y, absolutamente, estas dos obras no tienen ninguna conexión entre esos dos libros y “Call Me By Your Name”. No puedo explicar cuál es la trayectoria. Estoy seguro que un buen especializado en la materia encontraría cosas en común, pero no es evidente.
D.D./CG: Va a haber segunda parte de la historia de “Call Me By Your Name”, ¿fue una idea surgida a partir del éxito de la película?
A.A.: Nadie me encargó o me pidió que escribiese el libro. Es más, fue la decisión de uno de mis hijos. Porque me pregunto si eran personajes que me gustarán y le dije que sí, entonces, me dijo que por qué no seguía escribiendo de ellos y lo hice.
D.D./CG: Esta segunda parte, llamada “Find Me”, se supone que sale en octubre, ¿qué nos puedes adelantar? ¿hay algún detalle sobre la película o si por lo menos, está planeada hacerla?
A.A.: Pasan diez años, después de la ruptura de Elio y Oliver, vemos al padre de Elio en un tren en Roma. Se encuentra con alguien que será muy importante para él. Quince años después de la ruptura, vemos a Elio en París, es pianista. Se encuentra con una persona, no Oliver. Y, por último, 20 años después de la ruptura, vemos a Oliver como profesor en Nueva York, pensando en el pasado de forma nostálgica y considerando que ha podido cometer un error.
De momento, no se sabe nada de la adaptación de “Find Me”. Nadie dice nada, ni James Ivory, ni los actores... Silencio sepulcral.
La patria de André Aciman
D.D./CG: Una constante en sus obras es el espíritu nómada, se ve sobre todo en su nueva novela “Variaciones enigma”. Usted ha vivido en muchos sitios. Ese sentimiento apátrida, que usted ha declarado que tiene en varias ocasiones, ¿le hace más libre a la hora de escribir?
A.A.: No me hace muy libre. Es todo lo contrario, soy un prisionero de esa identidad no definida. Además, seguramente yo tampoco quiero definirla. Nací judío, mi padre se convirtió en protestante y estuve en clases de islam cuando era pequeño, porque tenía que fingir que me iba a convertir. Fui a un colegio jesuita y me trataron especialmente bien. No tengo lealtad a ninguna religión, de hecho, no me gusta la religión. Tampoco me gusta el patriotismo. No soy patriótico. Nací en Turquía, emigré a Egipto, luego viví en Italia, siempre pensé que sería francés y finalmente, me convertí en americano. No entiendo por qué hay que definir una identidad fija y además, no la quiero. Escribo de lo que quiero escribir, me permite hacerlo. Puedo escribir de cualquier identidad que me apetezca, de cualquier lugar. Es muy fácil.
D.D./CG: Usted tuvo comentarios hacia la expresión: “Soy de dónde están enterrados mis padres”. ¿Qué opinión tiene?
A.A.: Es un poco distinto. Hay gente que dice, sobre todo expatriados que pertenecen al nuevo país. Entonces, esta gente dice que si vas a Canadá, tienes que ser canadiense, si vas a Estados Unidos, estadounidense... Muy contundente. Yo, entonces, les pregunto dónde quieren que les entierren. La respuesta siempre es sorprendente porque variablemente me responden: “Pues, no lo sé”. Esa identidad que se había solidificado, se desvanece y no saben qué responder.
Período estival
D.D./CG: ¿Qué tiene el verano que está tan presente en su literatura? Afirmó que le gusta captura a la gente cuando no está haciendo nada...
A.A.: Es maravilloso. Hay dos cosas que adoro: gente que disfruta de sus vacaciones de verano, porque no hacen nada. Todo es posible. Y la segunda, una cena con gente sentada alrededor con familia, amigos... Se ríen, se pelean, hablan... Es una escena en la que no hay acción. Cualquiera de estos dos tipos de escenas me gustan porque no hay acción. Y ahí hay posibilidades de lo que podría suceder, de dónde podría emerger el deseo en sus vidas... Y eso es lo que me gusta. El verano es ideal, lo primero es que la gente suele llevar menos ropa de lo normal. Y me permite crear situaciones de exploración que merecen ser analizadas por un escritor.
El eterno retorno del deseo
D.D./CG: En “Variaciones enigma” hay una concepción del deseo muy diferente: un niño de 10 años, un hombre adulto. ¿Cómo cambia el deseo a lo largo de los años? ¿Cuál es el más interesante para usted como escritor?
A.A.: El más interesante es la adolescencia, pero el deseo no cambia nunca. Nunca cambia, siempre es el mismo. El deseo siempre se mantiene fijo, de lo contrario, es uno está muerto. No creo que el deseo cambie, como digo el deseo es el mismo en el caso de este niño que desea a este hombre o de un hombre de unos cincuenta y tantos años que desea a una jovencita.
Lo que sí que me interesa y lo que sí creo, los errores que se cometen en la infancia, suelen ser los mismos que se cometen en la edad adulta. Lo cual significa que no aprendemos nada. Es decir, uno no mejora, siempre comete los mismos errores. En “Variaciones enigma” hay un momento en el que el chico se muestra muy atraído hacia Nanni y no sabe por qué. En un momento dado, Nanni entiende lo que está ocurriendo y le dice “Paolo, vete a casa”. Solamente “vete a casa”. Lo que ocurre cuarenta años después, cuando Paolo está tratando de seducir a una mujer joven y entiende que no va a pasar nada, él vuelve a casa. No ha cambiado nada desde que tenía 12 años.
Por lo que el deseo es el mismo, la maldición de los errores y de la timidez de uno, también se mantiene. No hay esperanza (risas).
Dentro de "Variaciones enigmas"
D.D./CG: “Variaciones enigma” hay una dificultad, como escribir la biografía de una persona a través de sus pulsiones sexuales. ¿Se puede conocer a una persona solamente a través del deseo?
A.A.: Yo creo que se puede, pero claro, uno solo se centra en un aspecto de su vida. Tuve la oportunidad de escribir tres mil páginas como hizo un famoso escritor francés, pero decidí no hacerlo porque sino me hubiera pasado toda la vida escribiendo ese libro. Entonces, decidí centrarme en el aspecto sexual, pero en momentos, no en toda su vida.
D.D./CG: ¿Qué nos vamos a encontrar en “Variaciones enigma”?
A.A.: Para aquellos que les gustó “Call Me By Your Name”, aunque no lo hice con esa intención, esta novela empieza con un chico de 12 años que de repente se siente muy atraído por un hombre de más edad y no sabe muy bien qué es lo que le está pasando. Este chico en un punto de su vida más adelante, se sentirá atraído por una mujer más joven y él cree que le está engañando, pero no lo hace. Pero luego, al mismo tiempo se siente atraído por el hombre con el que cree que la mujer lo está engañando. Es una persona muy confusa, pero, ¿hay alguien que no se sienta confusa?
La introspección de André Aciman
D.D./CG: ¿Cuánto hay de autobiográfico en estas historias?
A.A.: Es una buena pregunta, de hecho yo también me la pregunto y cada vez que me la respondo, tengo una respuesta distinta. Lo que hago es coger prestado momentos de mi vida, cambió todo y nada pueda ser reconocible. Mucha gente me pregunta: “¿Esa persona era yo?” y le respondo siempre: “Sí”, pero no es cierto. Lo cambio tanto, que no se puede reconocer nada, pero si uno quiere reconocerse, se reconoce.
D.D./CG: Ha dicho en varias ocasiones que tiene miedo de que sus experiencias se agoten, porque eso significaría no tendría nada que contar. ¿Qué haces para mantener viva la inspiración?
A.A.: La inspiración está siempre ahí, gracias a Dios. Y en cuanto a la experiencia, hay montones de ella. Tengo mi pasado, hay muchas cosas que contar, pero si no me acuerdo, me lo imagino.
La recomendación del maestro
D.D./CG: Por último, como escritor, ¿qué libros recomendarías para mantener las sensaciones que provocan sus obras?
A.A.: Es bastante complicado. Son muy pocos los autores que han investigado el itinerario que siguen nuestras emociones. Es más fácil contar una historia que un relato en el que no ocurre nada realmente. Si tengo que recomendar a alguien, recomiendo a Proust, por supuesto, James Joyce y algunos otros... Puede que Virginia Wolf, si te gusta Virginia Wolf, porque son novelas en las que fundamentalmente hay un estudio de la conciencia. Ningún autor escribe sobre este hilo de conciencia del deseo como yo lo he hecho. Estoy siendo totalmente sincero.