Apaches (2023) es el segundo largometraje del director francés Romain Quirot tras El último día en la Tierra (2020) y la protagonizan Niels Scheneider (Sympathy for the Devil, Yo maté a mi madre) y Alice Isaaz (La biblioteca de los libros rechazados, Una semana en Córcega). La película se estrena este 4 de agosto en Filmin en el marco de la décimo tercera edición de Atlàntida Mallorca Film Fest. El guion es una historia original de Romain Quirot, Fannie Palloux y Antoine Jaunin. Un violento pastiche de géneros sobre una banda de criminales en el París de principios del siglo XX.
Crítica de 'Apaches'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Apaches
Título original: Apaches
Reparto:
Niels Schneider (Jésus)
Alice Isaaz (Billie)
Artus (Ours)
Rod Paradot (Polly)
Emilie Gavois-Kahn (Berthe)
Bruno Lochet (Marius)
Rossy de Palma (Sarah Bernardt)
Dominique Pinon (Resaca)
Hugo Becker (Ojo hermoso)
Armelle Abibou (Nadja)
Jean-Luc Couchard (La flota)
Chloé Peillex (Billie el niño)
Malik Frikah (Cadena)
Año: 2023
Duración: 93 min.
País: Francia
Director: Romain Quirot
Guion: Romain Quirot, Fannie Pailloux, Antoine Jaunin
Fotografía: Jean-Paul Agostini
Música: Yves Gourmeur
Género: Drama. Western
Distribuidor: Filmin
Tráiler de 'Apaches'
Sinopsis de Apaches
Los Peaky Blinders de la Belle Époque parisina. Niels Schneider es el líder de los Apaches, la mafia que sembró el terror en París a inicios del siglo XX. En la película encontraremos a nuestra Rossy de Palma encarnando a la leyenda del teatro Sarah Bernardt.
1900. Desde Montmarte a Belleville, París está en manos de bandas ultraviolentas que reinan con terror. Dispuesta a todo para vengar la muerte de su hermano, una joven integra la banda de los Apaches. Pero cuanto más se acerca del hombre al que quiere eliminar, más fascinada se siente por él. (Filmin)
Dónde se puede ver la película en streaming
Las bandas callejeras de la Belle Époque parisina
Apaches gira en torno a una serie de eventos que, si bien forman parte de la ficción, tienen una sólida base histórica.
Los apaches, más que un grupo en particular era la denominación genérica que la prensa parisina otorgó a las bandas callejeras juveniles que aterrorizaban París a principios del S. XX. La brutalidad de sus acciones (atracos, robos, palizas, asesinatos, etc.) propició esta comparación con los famosos indios, conocidos en Europa por su imagen estereotipada de salvajismo y dureza gracias a novelas como El último mohicano.
Además, los apaches tenían un estilo y vestuario característico conformado por chaquetas de satén, gorras planas camisas y camisetas a rayas y de colores extravagantes y fulares de colores que identificaban a la banda a la que pertenecían. También eran característicos los tatuajes que llevaban, su ininteligible idioma propio, el “jare”, y el zarincomo arma, un cuchillo pequeño fácil de esconder.
Apaches refleja de forma precisa la cruda y desmesurada brutalidad de la banda y presenta una estética acorde a las descripciones y fotografías de la época a través de un vestuario colorido, los fulares distintivos y esa pequeña y afilada daga que porta Billie (Alice Isaaz) durante toda la película.
Probablemente se decidió prescindir, a conciencia, de esas gorras planas que hoy en día se asocian como inequívoco distintivo de la banda callejera más célebre de la actualidad, los Peaky Blinders, así como del “jare” para facilitar la comprensión de los diálogos.
La otra cara de la moneda de la sociedad en París
La Belle Époque es un periodo comprendido entre finales del S. XIX y principios del S. XX (hasta el inicio de la IGM) marcado por numerosos avances tecnológicos, industriales y culturales cuyo máximo exponente era la ciudad de París, ciudad europea de referencia de la época.
Sin embargo, Apaches nos muestra la otra cara de la moneda de la capital, la de los barrios marginados plagados de pobreza, hambre, delincuencia, prostitución, corrupción y violencia, que suelen permanecer en un segundo plano en los libros de historia.
Una película marcada por la excesiva influencia de otras obras
El análisis pormenorizado de la película permite al espectador encontrar una serie de referencias que en ocasiones resta originalidad o personalidad a la obra de Romain Quirot.
La primera y más clara influencia que marca la película es el parecido de la historia principal con la cinta de Martin Scorsese Gangs of New York (2002): el protagonista siendo un niño, niña en el caso de Billie en Apaches, ve morir a un ser querido a manos del carismático antagonista (en este caso, Jesús, interpretado por un genial Niels Scheneider) y, tras varios años en el exilio (la cárcel en Apaches o el reformatorio en Gangs of New York), regresa como persona adulta sin ser reconocido y se infiltra en la banda de su enemigo para llevar a cabo su venganza personal. En ambas cintas se desarrolla en el protagonista la lucha interna entre la admiración personal que comienza a desarrollar por el líder de la banda y sus deseos de vendetta.
Por otro lado, se puede observar una puesta escena, una banda sonora, recursos como la cámara lenta o, en general, una estética propios de la serie Peaky Blinders (2013-2022), claro referente en las producciones de esta temática. Son similares, también, la visión de familia que caracteriza a ambas bandas, los roles jerárquicos, las disputas internas, el carisma de sus líderes o su dureza ante la traición.
En último lugar, de forma más residual, se encuentran pequeñas pinceladas a otras obras célebres en aspectos como la ultraviolencia desplegada por los apaches, en ocasiones incluso caricaturesca, recordando en algunas escenas a La naranja mecánica de Stanley Kubrick. Otro aspecto destacable es la romantización de las actividades delictivas de la banda que, sin llegar a blanquearlas, recuerda a los personajes Bonnie y Clyde (1967), de Arthur Penn, especialmente por la relación que se mantiene entre Billie y Jesús.
Venganza, pero no a fuego lento
En muchas ocasiones las películas que tratan la venganza como el tema principal de la trama se caracterizan por un desarrollo a fuego lento hasta confrontar a protagonista y antagonista al final de la cinta.
De ello tenemos numerosos ejemplos como Gladiator, Hasta que llegó su hora, Malditos bastardos, Braveheart, El renacido o la propia Gangs of New York, películas que sobrepasan las dos o tres horas en ocasiones. Incluso Kill Bill está dividida en dos partes por su extensísima duración. Esto en ocasiones puede devenir en un desarrollo lento pero necesario para aportar profundidad al personaje y a su misión y cargar de tensión la trama.
Apaches, en cambio, se resuelve en un total de 93 minutos que, quizá, para el espectador más exigente resulte insuficiente para terminar de empatizar con la causa de Billie y cargar de esa tensión y profundidad tan necesarias en este tipo de historias.
Un guiño al cinematógrafo de los Lumière
Parece que Romain Quirot no ha querido dejar pasar la oportunidad de homenajear, a través de pequeños fragmentos, al cinematógrafo patentado a finales del S. XIX por los hermanos Lumière, que muestra y marca el nacimiento del cine en Europa, concretamente en París.
Apaches muestra escenas cotidianas de la ciudad de la misma manera que lo mostraban los dos hermanos en el Salon Indien del Grand Café, incluyendo, a modo de caricatura, alguna que otra escena de la banda en acción. Un bonito y nostálgico guiño que reivindica la importancia cultural clave que tuvo París en los primeros pasos del cine.
Conclusión de 'Apaches'
En resumen, Apaches es una película interesante, con buenos personajes, buenas interpretaciones (en especial de Niels Scheneider) y un gran trabajo de contextualización histórica, pero que muestra ciertas debilidades en su guion a causa de sus marcadas influencias, lo que le resta cierta originalidad, y una duración escasa para el desarrollo de la trama. A pesar de ello, Romain Quirot demuestra que está preparado para llevar a cabo producciones más ambiciosas con buenas ideas, buenas secuencias y una más que correcta dirección en la segunda película de su carrera.
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