Aquí un amigo (Peacock), comedia negra dirigida por Bernhard Wenger, comparada con el cine de Ruben Östlund y Yorgos Lanthimos pero con un toque más cálido, retrata con humor exquisito la vida de un joven que alquila su personalidad al mejor postor. Nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la amistad y la lealtad en un mundo cada vez más complejo y desafiante. Con un enfoque único y una narrativa que explora las profundidades de la relación entre dos amigos, esta película nos lleva a cuestionar qué significa realmente tener un amigo en momentos difíciles. Seleccionado en la sección Domestic del Atlántida Mallorca Film Fest 2025 (del 27 de julio al 27 de agosto en Filmin)
Crítica de 'Aquí un amigo'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Aquí un amigo
Título original: Peacock
Reparto:
Albrecht Schuch (Matthias)
Anton Noori (David)
Julia Franz Richter (Sophia)
Salka Weber (Nora)
Theresa Frostad Eggesbø (Ina Solberg)
Maria Hofstätter (Vera)
Branko Samarovski (Johann)
Tilo Nest (Cliente número 60)
Año: 2024
Duración: 102 min.
País: Austria
Director: Bernhard Wenger
Guion: Bernhard Wenger
Fotografía: Albin Wildner
Música: Lukas Lauermann
Género: Comedia dramática
Distribuidor:
Tráiler de 'Aquí un amigo'
Sinopsis
Matthias dirige una exitosa agencia de alquiler de amigos. ¿Necesitas un “novio culto” para impresionar a tus amigos? ¿Un “hijo perfecto” para influir en la opinión de tus socios? ¿O quizás solo un contrincante para ensayar una discusión? Sea lo que sea, solo tienes que alquilar a Matthias. Pero cuando su novia Sophia rompe con él, su vida se convierte en un absurdo caos. Porque aunque se le da de maravilla fingir ser otra persona, lo que realmente le cuesta es ser él mismo. (Filmin)
Dónde se puede ver la película en streaming
Vidas prestadas
Aquí un amigo (Peacock) explora con tino la premisa y construye un relato a medio camino entre la comedia de situación y el drama existencial, logrando momentos de lucidez y otros de ternura. Sin embargo, a ratos su desarrollo es algo episódico, el arco de transformación de Matthias, de actor emocional a individuo que necesita ser él mismo, está bien llevado y mantiene el interés. Es una reflexión ligera pero sentida sobre la soledad contemporánea y la identidad líquida.
Ágil y con tacto
Bernhard Wenger consigue una película visualmente fluida, con un tono que se mueve sin brusquedad entre lo cómico y lo melancólico. Sabe cuándo hacer que una escena resulte divertida por lo absurdo de la situación, y cuándo contener la ironía para dejar paso a la emoción más sincera.
Su dirección es sobria, centrada en los personajes, y destaca por una puesta en escena que, sin ser llamativa, logra transmitir cercanía. El director evita caer en el sentimentalismo y se decanta por una mirada afectuosa y agridulce sobre la soledad disfrazada de éxito.
Un protagonista camaleónico
La interpretación de Albrecht Schuch, quien encarna a Matthias, es el eje absoluto de Aquí un amigo (Peacock). Transmite con solvencia tanto la ligereza impostada, como el vacío de su verdadero yo. Tiene carisma y versatilidad, lo que hace creíbles las situaciones más extravagantes y también las más íntimas.
Los secundarios cumplen su función, aunque algunos personajes rozan la caricatura, algo comprensible dada la premisa, pero el tono general logra mantenerse humano. La evolución de Matthias no sería creíble sin esta interpretación central tan bien modulada.
Sobriedad visual con alma
Aquí un amigo (Peacock) opta por una estética limpia y sin estridencias, con una fotografía funcional que se adapta bien a los distintos escenarios y roles del protagonista. La música acompaña sin molestar, ayudando a subrayar el tono amable del relato. No hay grandes alardes técnicos, pero sí un cuidado por el detalle en el ritmo, los silencios y las miradas, todo se alinea con la idea de que lo importante no es el artificio de la interpretación, sino lo que se esconde detrás.
Conclusión de 'Aquí un amigo (Peacock)'
Aquí un amigo (Peacock) es una comedia dramática modesta pero inteligente, que consigue hablar de cosas profundas, la soledad, la necesidad de aceptación, el miedo a mostrarse como uno es, sin subrayarlas demasiado. Aunque su estructura por momentos se vuelve algo repetitiva, logra emocionar y hacer reír con elegancia. Una película sencilla, simpática y con alma, que encuentra su fuerza en lo pequeño y en su protagonista camaleónico.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM