Al fin llega a nuestros cines una de las películas más comentadas en la pasada Mostra de Venecia y que sirvió de catapulta para Nicole Kidman, quien se alzó con la Copa Volpi. Dirigida y escrita por la holandesa Halina Rejin, Babygirl narra el viaje emocional de una mujer dispuesta a arriesgarlo todo por una aventura extramatrimonial y la exploración de sus pasiones más secretas. Un thriller erótico crudo que refleja los tabúes a los que se ha de enfrentar una mujer, sus deseos sexuales y, sobre todo, la jerarquía de poder en el mundo de los negocios. Una historia que anima al espectador al debate y no deja indiferente a nadie. Babygirl se estrena en salas de cine españolas el 17 de enero de 2025.
Crítica de 'Babygirl'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Babygirl
Título original: Babygirl
Reparto:
Nicole Kidman (Romy)
Harris Dickinson (Samuel)
Antonio Banderas (Jacob)
Sophie Wilde (Esme)
Esther McGregor (Isabel)
Anoop Desai (Robert)
Leslie Silva (Hazel)
Victor Slezak (Mr. Missel)
Vaughan Reilly (Nora)
Maxwell Whittington-Cooper (Josh)
Gaite Jansen (Hedda / Scarlett)
Robert Farrior (Brack / Stephen)
Bartley Booz (Tom)
Año: 2024
Duración: 114 min.
País: Estados Unidos
Director: Halina Reijn
Guion: Halina Reijn
Fotografía: Jasper Wolf
Música: Cristobal Tapia de Veer
Género: Drama. Erótico
Distribuidor: Diamond Films España
Tráiler de 'Babygirl'
Sinopsis
Babygirl es un sensual thriller erótico que narra la historia de Romy (Nicole Kidman), una alta ejecutiva que inicia una ardiente aventura de sexo extremo con su joven becario, Samuel (Harris Dickinson) a espaldas de su marido Jacob (Antonio Banderas). Romy invertirá su rol habitual en el trabajo, pasando de ser quien da las órdenes a disfrutar siendo sometida en la cama. Esta tórrida relación extramatrimonial le permitirá encontrar el camino hacia su libertad sexual, a pesar del riesgo y los prejuicios. (Diamond Films España)
Dónde se puede ver la película en streaming
'Babygirl' devuelve el sentido al thriller erótico
Siendo reduccionistas, el logline de Babygirl podría ser el siguiente: “Romy, CEO de una compañía de automatización y madre de familia, no está satisfecha con su vida sexual, lo que la llevará a vivir un tórrido romance con un becario de la empresa”. No obstante, el tercer largometraje de Halina Rejin está repleto de aristas que abren muchos melones a su paso con el objetivo de dialogar con quien está al otro lado de la pantalla.
Nada tiene que ver con la simplista historia de jefe se acuesta con becario, pues realmente nos adentramos en un drama psicológico que visibiliza las complejidades del deseo personificadas en una mujer madura y cómo ello determina nuestra identidad. La puesta en escena, sutil y más sugerente que evidente, consigue afortunadamente alejar a Babygirl de los últimos thrillers eróticos que tanto daño han hecho al género.
Y si bien es cierto que muchos la tacharán de castrada, con sed de escenas subiditas de tono y numerosos desnudos, la directora apuesta por una mirada más adulta centrada en el rol de los géneros y los juegos de poder sin desprenderse de la influencia de títulos como 'Instinto básico' o 'Atracción fatal'. Escenas como la del vaso de leche o el primer encuentro de los protagonistas en un hotel despertarán más sensaciones que muchas estampas explícitas.
Nicole Kidman no cesa en su lucha por el segundo Óscar
Que la australiana es una de las mejores actrices de su generación y de la historia del cine es innegable. A sus 57 años Nicole Kidman no deja de arriesgar en la elección de sus papeles y lleva una década regalando interpretaciones para enmarcar dentro de su filmografía. Con Romy construye una mujer presa de sus instintos y en busca de su libertad sexual, personaje que le ayudó a alzarse con el prestigioso premio a mejor actriz en el pasado Festival de Venecia.
La ganadora del Óscar arriesga y gana, demostrando nuevamente su entrega al papel. La actriz no duda en desnudarse frente a la cámara física y emocionalmente para poner en relieve temas tan actuales como la presión social y empresarial hacia la mujer, los tabúes sobre el deseo femenino (se agradece la ausencia de clichés) e incluso referencias a las operaciones estéticas y posteriores críticas familiares.
Dando la réplica nos encontramos ante unos correctos Antonio Banderas y Harris Dickinson que, a pesar de su buen hacer, quedan totalmente eclipsados por Nicole Kidman.
La sutileza de 'Babygirl' acaba cuando empiezan sus discursos pedagógicos
Uno de los grandes logros de Babygirl es su capacidad para adentrar al espectador en esta dinámica erótica, haciéndole sentir partícipe y perdido tal y como experimenta en su viaje Romy. A esto ayuda considerablemente la mirada de Rejin, que no condena a sus personajes, sino que los muestra humanos y cautivos terrenales. En un contexto donde el placer femenino ha estado envuelto de culpa y deshonra, la cinta busca romper con esta concepción.
A pesar de este acertado punto de vista, en su última media hora el film se torna en un discurso moralista y casi pedagógico sobre el consentimiento. Bien sabe el Hollywood de hoy en día sobre la importancia de este término, pero su sobreexplicación y el añadido de ciertos diálogos termina con la exquisitez de la que presumía el metraje.
Y claro, uno tiene la sensación de que la mecha de este amor prende tan rápido que se agota mucho antes de que se aproxime el desenlace. Mientras que el personaje de Nicole Kidman llega al orgasmo, el público es quien irónicamente se queda a medias y a falta del remate final.
Conclusión de 'Babygirl'
Halina Rejin erige con Babygirl un relato adulto que dignifica el género erótico con una interesante tesis sobre la liberación femenina. Salvando considerablemente las distancias, principalmente por la puesta en escena y el enfoque, la película apunta en la misma dirección que una obra tan trascendental como los dos volúmenes de 'Nymphomaniac', donde la insatisfacción sexual se traduce en insatisfacción existencial.
Empero, la cinta que nos ocupa carece de una mayor implicación emocional y un cuerpo mejor sostenido. Aun así, Babygirl deja un poso interesante en el espectador e invita a la reflexión y el debate. Nicole Kidman se merece todos los elogios habidos y por haber.
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