Presentada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián dentro de la sección Nuevos Directores, Bauryna salu combina la sensibilidad de un retrato psicológico con la fuerza de una mirada crítica sobre las tradiciones que marcan la infancia de una sociedad en transformación. Askhat Kuchencherekov, conocido por su interpretación protagonista en Tulpan (2008), uno de los títulos más reconocidos del cine kazajo contemporáneo, debuta ahora como director con una película intensa, conmovedora y visualmente poderosa. Estreno el 12 de junio de 2025 en salas de cine españolas.



Bauryna salu película

Crítica de 'Bauryna salu'

Ficha Técnica

Título: Bauryna salu
Título original: Bauryna salu

Reparto:
Yersultan Yermanov (Yersultan)
Bigaisha Salkynova (Abuela)
Aydos Ayesbaev (Padre)
Dinara Shymyrbaeva (Madre)
Janbyrbay Baidilbayev
Kairat Baisalbayev
Yerkin Berikuly (Yerkin)
Damir Daurenuly (Damir)
Altyngul Karashukeeva (La madre de Damir)
Gaziz Nurlykeshov (El padre de Damir)

Año: 2023
Duración: 106 min.
País: Kazajstán
Director: Askhat Kuchencherekov
Guion: Askhat Kuchencherekov
Fotografía: Zhanrbek Yeleubek
Música: Murat Makhan
Género: Drama
Distribuidor: Reverso Films

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Bauryna salu'

Sinopsis

Siguiendo una antigua tradición nómada llamada “Bauryna Salu”, Yersultan fue entregado a su abuela cuando nació para que le criara. Creció con resentimiento y distanciado de sus padres. Cuando cumple 12 años, su abuela muere y tiene que regresar con su familia, a la que apenas conoce. (Reverso Films)



Infancia robada y reconciliación

Bauryna salu nos introduce en una de esas tradiciones ancestrales que hoy chocan con las emociones y estructuras familiares modernas. La historia sigue a Yersultan, un niño criado por su abuela en virtud del rito kazajo que da nombre al filme.

Bauryna salu explora de forma muy íntima y contenida el tránsito de la niñez a la adolescencia. Teñido por el dolor de la pérdida y el desconcierto ante la nueva situación familiar, la reconstrucción del vínculo con su padre es el eje emocional más potente. Aquí la narrativa opta por un tono sobrio, casi silencioso, dejando que los gestos, las miradas y los espacios vacíos hablen más que los diálogos.

Bauryna salu película

Minimalismo y emoción contenida

Askhat Kuchencherekov firma una dirección serena y profundamente respetuosa con la materia que aborda. No hay grandes alardes ni giros melodramáticos, el ritmo es pausado, a veces incluso contemplativo, permitiendo que el espectador se adentre en el mundo interior de Yersultan.

Kuchencherekov demuestra una gran sensibilidad para filmar tanto los paisajes interiores como los exteriores. Su puesta en escena favorece el lenguaje visual, encuadres estáticos, planos prolongados y un uso muy contenido de la música, que refuerzan la sensación de soledad y extrañamiento del niño.

Sutileza y autenticidad

El joven actor que interpreta a Yersultan ofrece una interpretación magnífica, llena de matices. Su contención emocional resulta absolutamente creíble, basta con observar su mirada esquiva o la rigidez de su cuerpo en las primeras escenas con sus padres para comprender el nivel de desconexión y resentimiento que arrastra.

El reparto adulto también está muy afinado, en especial el actor que encarna al padre, un hombre torpe emocionalmente, cargado de culpa y sin herramientas para acercarse a su hijo. La madre, aunque con menos tiempo en pantalla, aporta el contrapunto afectivo necesario.

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Belleza austera

Bauryna salu es una película de gran coherencia estética. La fotografía apuesta por tonos apagados, fríos, que subrayan la sensación de desarraigo y duelo que atraviesa el relato. Los amplios planos de la estepa kazaja contrastan con los espacios cerrados y opresivos del hogar familiar.

El montaje es deliberadamente lento, buscando que cada secuencia respire y permita al espectador sentir el peso emocional de la historia. La ausencia casi total de música subraya la sensación de vacío que siente Yersultan.

Sin embargo, este enfoque austero también puede suponer un pequeño lastre para el ritmo, hay momentos en que podría beneficiarse de mayor dinamismo narrativo para mantener la implicación emocional del público.

Conclusión de 'Bauryna salu'

Bauryna salu es un retrato íntimo y honesto de cómo las tradiciones, incluso las más bienintencionadas, pueden dejar heridas difíciles de sanar. La historia de Yersultan es profundamente humana, y la película la cuenta con un equilibrio admirable entre emoción y contención.

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