"Blackberry": telefonía para tiburones comerciales

Siguiendo la estela de La Red Social (David Fincher, 2010) y de Steve Jobs (Danny Boyle, 2015), el cineasta canadiense Matt Johnson (reconocido por su serie Nirvana The Band The Show) ofrece en Blackberry una visión tragicómica del ascenso y la caída de la mítica compañía de dispositivos móviles. Estrenada en 2023 en Canadá y Estados Unidos, aún no cuenta con fecha de lanzamiento en España.

Creo que nadie puede negar que, desde hace unos cuantos años, los biopics se han alzado como uno de los modelos de películas más exitosos y aclamados. De hecho, no es raro encontrar en las galas de premios más prestigiosas películas que abordan la vida de una persona independientemente de su fama a nivel internacional. Lo curioso es que no solo se han desarrollado cintas centradas en la vida de personas, si no que también se han proyectado películas que abordan el auge de ciertas empresas o el éxito de determinados productos.

Crítica de 'BlackBerry'

Ficha Técnica

Título: BlackBerry
Título original: BlackBerry

Reparto:
Jay Baruchel (Mike)
Glenn Howerton (Jim)
Matt Johnson (Doug)
Cary Elwes (Carl Yankowski)
Saul Rubinek (John Woodman)
Rich Sommer (Paul Stanos)
Martin Donovan (Rick Brock)
Michael Ironside (Charles Purdy)
SungWon Cho (Ritchie)
Michelle Giroux (Dara Frankel)
Laura Cilevitz (Shelly)
Elena Juatco (Dawn)
Mark Critch (Gary Bettman)
Ethan Eng (Ethan)
Eric Osborne (Austin)

Año: 2023
Duración: 121 min.
País: Canadá
Director: Matt Johnson
Guion: Matt Johnson, Matthew Miller. Libro: Jacquie McNish, Sean Silcoff
Fotografía: Jared Raab
Música: Jay McCarrol
Género: Comedia dramática
Distribuidor: Diamond Films

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Blackberry'

Sinopsis

Dos emprendedores, el innovador Mike Lazaridis, interpretado por Jay Baruchel (Juerga hasta el fin) y el despiadado empresario Jim Balsillie, interpretado por Glenn Howerton (Colgados en Filadelfia), unieron sus fuerzas en una empresa que se convertiría en un éxito mundial en poco más de una década. El dispositivo que uno de ellos inventó y el otro vendió, BlackBerry, fue un adictivo teléfono móvil que cambió la forma en la que el mundo trabajaba, jugaba y se comunicaba. Pero justo cuando BlackBerry alcanzaba nuevas cimas, también empezó a perderse entre la niebla de las guerras de los teléfonos inteligentes, la indecisión de sus directivos y las distracciones externas, lo que acabó provocando la quiebra de una de las empresas de mayor éxito en la historia del mundo de la tecnología y los negocios. (Diamond Films)

Dónde se puede ver la película en streaming

Adelantándose al futuro

Si por algo se aleja Blackberry del resto de propuestas centradas en grandes empresas es por la persona que está detrás de las cámaras, Matt Johnson. El autor canadiense ha destacado a lo largo de su aún breve carrera por la experimentación y la implementación de técnicas muy vinculadas a la realización independiente, y aunque esta se trata de su primera película realizada con un presupuesto elevado, no se ha desechado en ningún momento ese espíritu alternativo. Quizá lo más destacable a nivel de realización se encuentre en el uso de la cámara en mano, alejándose de la rigidez característica de las grandes producciones para ofrecernos un vistazo a la historia de la compañía cercano.

A través de esos leves e irregulares movimientos de la cámara (que son mucho más visibles en la primera mitad de la cinta) se representa la irregularidad de los protagonistas y de la propia compañía que da nombre a la obra: Blackberry fue un producto rompedor, sí, pero también fue un dispositivo móvil dotado de problemas y que fue incapaz de adaptarse a los cambios planteados por Apple y Android.

Curiosamente, el uso de la cámara en mano también busca dotar a la obra de un carácter incómodo que se apoya en los códigos presentados por series de televisión como The Office (Gervais & Merchant, 2001). Es más, la primera secuencia de la cinta presenta un entorno austero en el que el humor accidental se funde con el ambiente de oficinas. Si bien esta secuencia parece presentar una cinta inspirada en la serie británica (o en su posterior remake americano), el tono de la película se aleja mucho de lo que aquí se muestra.

Durante el resto del metraje lo que se muestra es una obra dramática con tintes cómicos y con una sorprendente faceta “Shakesperiana” perfectamente visible en la relación de los dos protagonistas de la cinta, Mike Lazaridis (interpretado por Jay Baruchel, visto en la reciente Humane, también en Casi Famosos y Juerga hasta el Fin) y Jim Balsillie (interpretado por Glen Howerton, el mítico Dennis de Colgados en Filadelfia), los CEO de la compañía.

Innovación a costa de la diversión

El tono de Blackberry se ve acompañado por una estética industrial que imita de forma acertada el ambiente de las distintas épocas que se muestran. Las diferencias son claras: mientras que en la primera mitad (que ocurre en la década de 1990) se presentan pequeñas oficinas repletas de color y de elementos visuales que atrapan la atención del espectador, en la segunda mitad (ambientada a mediados de la década del 2000) se muestran entornos amplios en donde el contraste blanco/negro es el verdadero protagonista y donde el minimalismo se impone.

Se evidencia así el paso de una pequeña empresa conformada por amigos a una multinacional establecida a la vanguardia del mercado y conformada por personas que, trabajen mejor o peor, no tienen cercanía fuera de la oficina, lo que también expone una de las principales temáticas de Blackberry: la pérdida de la integridad personal y la capacidad del dinero para hacer perder el norte a cualquiera, independientemente de su valor o de su carácter. Esto se ve expresa a través de Mike, un joven técnico director de una pequeñísima empresa compuesta por sus amigos que dedican más tiempo a jugar a DOOM y a ver películas de décadas pasadas que a investigar acerca del internet y la telefonía móvil.

Si en algo acierta especialmente Matt Johnson (además de en interpretar a Doug, el cofundador de la compañía) es en mostrar la evolución de Mike, ofreciendo un salto coherente y bien estructurado de joven emprendedor carente de habilidades sociales a gran director de empresa sin escrúpulos, todo ello influenciado por el estricto Jim, forjando una suerte de relación alumno-maestro que se tuerce de una forma brillante. Por supuesto, para hacer creíbles a ambos personajes la cinta cuenta con una dirección de actores realmente sólida, destacando la labor de Glenn Howerton a la hora de interpretar a Jim Balsille. No solo resulta natural su actuación, si no que consigue alejarse por completo de su registro para dar forma a un tiburón bursátil frío y calculador, que resulta tan imprevisible como misterioso.

En cuanto al resto del reparto, el trabajo es coherente y decente, destacando entre los roles secundarios la presencia de Cary Elwes (conocido por La Princesa Prometida) en un papel antagónico breve pero memorable. Mención especial para Matt Johnson, quien actúa interpretando a Doug en una sorprendente mezcla de alivio cómico y apoyo dramático tan bien equilibrada como interesante.

Del disquete a la nube

Un gran problema de los biopics es que tienden a idealizar a las figuras que recrean, ya sea por contar con el apoyo de dicha persona o de su familia, o bien por dar un carácter heroico a la propia cinta. Por suerte, este no es el caso de Blackberry, pues su guion consigue de forma bastante acertada demostrar que, como comentaba antes, nadie realmente es incorruptible, incidiendo en la idea de que no todas las historias deben tener un final feliz.

Quizá un aspecto negativo de la cinta sea su duración, pues, aunque durante la mayor parte del tiempo se plantea un ritmo trepidante y con el que resulta fácil engancharse a la trama, cerca del último tercio del metraje puede llegar a sentirse repetitiva su estructura, orientada a la creación, presentación ante la junta de accionistas, y distribución de varios dispositivos móviles. Tampoco ayuda el hecho de que haya aspectos de la trama que se dan por sentado, pudiendo hacer que el espectador no termine de entender quiénes son ciertos personajes o a que se deben ciertas situaciones.

Estos pequeños fallos de montaje y guion no arruinan lo que, a todas luces, es un biopic original y creativo, que intenta aportar su granito de arena a un género cada vez más manido. Un aspecto que resulta memorable es su banda sonora, presentando temas compuestos con sonidos de módems y de ordenadores que aportan la guinda del pastel a las escenas más emocionantes de toda la obra. Estas composiciones son originales, y no se puede negar que no encajen a la perfección con la ambientación de la cinta. Por último, hay que destacar que se nota mucho que detrás de la dirección se encuentra un equipo muy influenciado por la cultura popular, siendo constantes las referencias a películas, series, videojuegos y libros. No es que esto haga que Blackberry sea mejor o peor, pero es un detalle que le aporta algo de originalidad al conjunto.

Conclusión de 'Blackberry'

Blackberry se impone como un muy sólido biopic que, aunque puede confundir en su secuencia inicial, se alza como una tragicomedia tan atrapante como interesante. El explorar el auge y la caída de una empresa como Blackberry da más juego del que cualquiera podría esperar, siendo además un excelente medio para demostrar el rango actoral de Glenn Howerton, quien se aleja de su matiz cómico para ofrecer uno de los tiranos más carismáticos que se han visto en el cine de los últimos años. Una película divertida y bien realizada que no puedo no recomendar.

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