Samantha Jayne y Arturo Pérez Jr dirigen Chicas Malas (2024). Este remake del musical homónimo (basado en la película de mismo título del 2004) se estrena en salas de cine en España el próximo 12 de enero de 2024 de la mano de Paramount Pictures.



Chicas malas película

Crítica de 'Chicas malas (2024)'

Ficha Técnica

Título: Chicas malas
Título original: Mean Girls

Reparto:
Angourie Rice (Cady Heron)
Reneé Rapp (Regina George)
Bebe Wood (Gretchen Wieners)
Avantika Vandanapu (Karen Shetty)
Auli'i Cravalho (Janis 'Imi'ike)
Jaquel Spivey (Damian Hubbard)
Christopher Briney (Aaron Samuels)
Tina Fey (Ms. Norbury)
Tim Meadows (Principal Duvall)
Jenna Fischer (Ms. Heron)
Jon Hamm (Coach Carr)
Busy Philipps (Mrs. George)
Ashley Park (Madame Park)

Año: 2024
Duración: 112 min.
País: Estados Unidos
Director: Samantha Jayne, Arturo Perez Jr.
Guion: Tina Fey. Obra: Tina Fey. Guion original: Tina Fey, Nell Benjamin, Jeff Richmond
Fotografía: Bill Kirstein
Música: Jeff Richmond
Género: Comedia. Musical
Distribuidor: Paramount Pictures Spain

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Tráiler de 'Chicas malas (2024)'

Sinopsis

De la mente cómica de Tina Fey llega una nueva vuelta de tuerca al clásico moderno, Chicas malas. La nueva estudiante Cady Heron (Angourie Rice) es bienvenida a la cima de la cadena social por el elitista grupo de chicas populares llamado "Las Plásticas", gobernado por la intrigante abeja reina Regina George (Reneé Rapp) y sus secuaces Gretchen (Bebe Wood) y Karen (Avantika). Sin embargo, cuando Cady comete el grave error de enamorarse del ex novio de Regina, Aaron Samuels (Christopher Briney), se encuentra en el punto de mira de Regina. Con la ayuda de sus amigos marginados Janis (Auli'i Cravalho) y Damian (Jaquel Spivey), Cady se propone acabar con la depredadora del grupo y aprender a ser fiel a sí misma en la jungla más despiadada de todas: el instituto. (Paramount Pictures Spain)

Dónde se puede ver la película en streaming



El musical de las chicas malas

Chicas Malas (Mean Girls, Mark Waters, EE.UU., 2004) fue una de las películas más icónicas para la generación de adolescentes dosmileros en todo el mundo. Tanto fue el alboroto que, aún a día de hoy, el tres de octubre sigue consagrado como el día de las Mean Girls y las redes sociales se llenan de rosa y de imágenes del fotograma en el que se hace referencia a esa fecha.

Posteriormente al estreno de la comedia, en el 2017 se llevó a cabo un musical que pasó por Broadway y tuvo una gira por Estados Unidos. Está pendiente de programarse en el West End para principios de junio de este mismo año. Este musical cuenta con la composición de Jeff Richmond (Unbreakable Kimmy Schmidt, Saturday Night Live), letra de  Nell Benjamin (Una rubia muy legal) y guion de Tina Frey (Unbreakable Kimmy Schmidt, Saturday Night Live), quien ya fue guionista de la película de 2004. La adaptación del 2024 se basa en esta versión musical de la obra y también cuenta con la participación de estas tres celebridades.

La melodía le otorga un dinamismo inesperado a Chicas Malas, consiguiendo avanzar la trama de forma simple pero fundamentada. Se introducen temas importantes y argumentos que asientan la película de una manera amena y divertida a través de la música y el baile.

Además, se establece un interesante punto autoconsciente en uno de los momentos donde los personajes comentan un determinado número musical a modo de gag. Este carácter introspectivo refuerza la idea inicial que la apertura con el tema “A Cautionary Tale” presenta. Los personajes están al servicio de la obra y vienen a contarnos una fábula, una historia con aprendizaje.

Chicas malas película
Copyright Paramount Pictures Spain

La fábula de las chicas malas

En los últimos años se ha popularizado el término bimbo para hacer referencia a una persona muy atractiva pero carente de inteligencia. Chicas Malas se reviste de una esencia bimbo para lanzarnos a la cara una potente ráfaga de adolescencia, mujeres e institutos. Es una película tonta y divertida de adolescentes y para adolescentes que no pretende ir más allá de lo que promete. 

Desde el principio se nos desvela lo que se nos va a mostrar sin ningún reparo. Traduciendo literalmente la letra de la canción que abre el filme: es un cuento con moraleja sobre el miedo, la lujuria y el orgullo. ¿Pero hasta dónde llegarías para ser popular y atractiva?¿Resistirías la tentación? Mala es lo que eres, lo malo es más fácil que lo bueno. Y aunque lo malo pueda llevarte lejos, quizá esto te haga pensarlo dos veces. Es un cuento con moraleja sobre la corrupción y la traición. No puedes comprar integridad en el centro comercial, no está de rebajas.

Todo lo que ya conocíamos con la película original de 2004 se acondiciona al 2024 en Chicas Malas, haciendo que la crítica intrínseca en el guion beba de las redes sociales —especialmente de TikTok y la cultura de los influencers— así como de los movimientos feministas y reaccionarios que predominan en la juventud actual. Si pudiera cambiar el mundo haría que fuera Halloween cada día. Y también querría la paz mundial. Igual la paz mundial debería ir antes. Sí, la paz mundial y luego Halloween.

A través de una ironía latente a través del estereotipo (tenemos a la queen bee, a la cotilla de manual, a la guapa tonta, a los frikis, a los raritos, a los artistas, a los fumados, a la estudiante nueva e incomprendida, a los deportistas, al chico guapo…) se habla de problemáticas como la necesidad de encajar, el primer amor, la jerarquía social de los institutos, los problemas sociales y personales, de autoestima; así como las consecuencias de la asimilación del patriarcado y del consumismo. La protagonista, al haber vivido siempre fuera de la esfera social común, encuentra mucho más complicada la autocrítica física, por ejemplo, ya que no ha sentido el juicio y la represión mental que las adolescentes suelen padecer en las sociedades occidentales —hablo de occidentales puesto que no conozco la realidad más allá de ello, no como costumbre exclusoria—. 

Mean Girls filme
Copyright Paramount Pictures Spain

La actuación de las chicas malas

Es complicado continuar el legado de unas antecesoras tan brillantes como lo fueron Lindsay Lohan, Rachel McAddams, Amanda Seyfried, Lacey Chabert y Lizzy Caplan en la versión de 2004 de Chicas Malas. Sin embargo, no creo que sea posible desmerecer el trabajo de ninguna de las actrices de este Chicas Malas.

Por un lado, Angourie Rice (saga Spiderman) como Cady es un acierto total. Rice abraza el significado de inocencia y es capaz de revertirlo cuando es necesario. Además, Reneé Rapp (La vida sexual de las universitarias), quien ya había ostentado el papel de Regina George en alguna de las actuaciones del musical, actualiza a la diva y la villaniza de una manera tan icónica como se merece. Siendo honesta, dejaría que me pisara la cara y probablemente le limpiaría el botín. Definitivamente soñaré con ese get in, loser con mirada a cámara incluída.

Auli'i Cravalho (Moana) como Janis consigue destilar el carácter alternativo y contracultural tan propio de su personaje, y junto a un Damian (Jaquel Spivey) que consigue destacar más que en la película original, forma un dúo divertido y muy queer coded.

Como componentes de las plásticas, Bebe Wood (Love, Victor) como Rachel consigue hacer suyos sus momentos en escena, aunque quien destaca en sobremanera es Avantika Vandanapu (Senior Year). Su interpretación de Karen es sublime, nunca había visto una mirada tan vacía de pensamiento como la suya, es increíble. Exprime al máximo cada segundo en plano, lleva cada gag al límite y nunca jamás se sale del personaje. Creo que ha pasado a convertirse en mi bimbo favorita. Además, su número musical es hilarante. Es muy interesante la gran carga crítica de su mensaje y personaje.

Chicas malas película
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La elección de las chicas malas

En una escena determinada, la primera vez que Cady entra en casa de Regina, destacan dos cuadros tras ella. No es baladí pensar en que son dos imágenes seleccionadas con un propósito marcado. Se trata de dos pastillas, dos píldoras, una roja y otra azul. Es una alusión directa a Matrix y su disyuntiva sobre la elección, la vida y la verdad en el momento en que la protagonista debe elegir, inconscientemente, qué camino tomar: si seguir su vida tal cual la conoce y juntarse con las plásticas sin dejarse llevar por ellas o, por el contrario, meterse de lleno en el grupo y experimentar la experiencia.

Puede continuar como la nueva alumna, la rara que viste distinto y tiene una experiencia nula con la socialización adolescente y la mundología juvenil; o puede alcanzar el éxito de la escala social, ser uno de los leones que devoran al resto de animales y explotar la caricaturesca feminidad de la que se sirven Regina George y sus secuaces.

Aunque Cady se inclina hacia una de las vertientes de elección, creo que, en conclusión, el final de Chicas Malas representa una tercera opción. La película fomenta bastante el pensamiento de que las cosas no son necesariamente blancas o negras, sino que hay toda una escala de grises enmedio. Así, Cady tiene dos pastillas detrás suya, una a cada lado. La tercera es ella misma, situada en el medio, y es la que acaba eligiendo aunque por el proceso se pierda un poco. A veces es necesario tantear el terreno, experimentar, para conseguir ver la verdad. Para ver quién eres.

Chicas Malas (2024) desmitifica el estereotipo y lo generaliza, explicando que hay un poco de todo en cada persona. Que todas las mujeres, como seres humanos que son, pueden actuar bien y mal en determinadas ocasiones. Y que no por ello se ha de estar encasillada en un título, en una narrativa que igual no te satisface completamente porque es un molde estricto y preasignado en base a una cultura —machista y patriarcal— que determina cómo deben ser las mujeres y de qué forma deben comportarse. 

Esta tercera pastilla, rosa, porque los miércoles vestimos de rosa, no es más que conseguir elegirse a una misma. Un aprendizaje complicado, a veces incluso embarazoso, pero necesario. Unas lo hacen antes que otras, Janis y su “I'd rather be me” lo ejemplifican bastante bien. Unas necesitan un empujoncito (no es una referencia al autobús, eh, no esa clase de —supuesto— empujoncito), otras se derrumban para comprenderlo. Unas lo hacen en solitario y otras necesitan la diversidad en la colectividad para entenderlo. Lo importante es llegar a esa conclusión, a ver que las mujeres somos más. Más que lo que se nos impone, más de lo que se espera de nosotras. Y que, sino, simplemente somos. Y ya está. Qué importante es ser capaces de llegar a esta afirmación, más aún durante la adolescencia. A veces ese empujoncito del que hablaba viene en forma de película.

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Conclusión de 'Chicas Malas (2024)'

Chicas Malas (2024), como nos dice la propia película, es una fábula sobre la adolescencia y la vida. A través de la parodia se muestra una crítica muy clara sobre la sociedad, las mujeres y la libertad. Destacando a una intimidante Reneé Rapp y a una loquita Avantika Vandanapu, Samantha Jayne y Arturo Perez Jr. dirigen una digna predecesora de la icónica película original y posterior musical, muy bien adaptada al contexto actual. Es un divertido cuento con moraleja al estilo Generación Z repleto de tonterías y no-tan-tonterías.

Reportaje de Chicas Malas (2024) en Días de Cine TVE

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