Chistilishche (1998) es una película rusa totalmente desconocida en España. La obra trata sobre la batalla de la ciudad chechena de Grozny, durante la Primera Guerra de Chechenia (cuándo aún estaba Boris Yeltsin en el poder) y fue dirigida por un periodista (posteriormente también político), Aleksandr Nevzorov, quien apenas cuenta con unas pocas películas en su haber (todas polémicas) y que cuenta con una vida igual de sorprendente.
Crítica de 'Chistilishche'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Chistilishche
Título original: Chistilishche
Reparto:
Aleksandr Baranov
Sergey Bogdanov
Zed Korshoonoff (Rebelde checheno)
Aleksandr Makarov
Dmitriy Nagiev (Dukuz Israpilov)
Vladimir Petrov
Sergey Rost (T-80 Driver)
Aleksandr Shekhtel
Viktor Stepanov (Capitán Suvórov)
Aleksey Vasilev
Año: 1998
Duración: 120 min.
País: Rusia
Director: Aleksandr Nevzorov
Guion: Aleksandr Nevzorov
Fotografía:
Música:
Género: Bélica
Distribuidor:
Sinopsis de Chistilishche
Un drama militar basado en hechos reales: una batalla en la Primera Guerra Chechena durante el invierno de 1994-1995. Una historia cubre el ataque a un hospital local donde se ubicaron las fuerzas militares rusas.
¿Quién es Nevzorov?
Aleksandr Nevzorov es un personaje popular en Rusia. Empezó a cosechar el éxito como actor televisivo durante la URSS, en el programa 600 Segundos en el que en diez minutos Nevzorov contaba los acontecimientos más importantes de la por aquel entonces ciudad de Leningrado. Después, durante la caída de la URSS, el periodista y reportero siguió con sus reportajes y tomando cada vez más posiciones políticas en sus programas. Durante la Primera Guerra de Chechenia llegó a rodar un primer documental Ad (1995, traducido al infierno en español), que sería la semilla de su primera película, Chistilishche.
Bienvenidos al Purgatorio
Chistilishche podría traducirse del ruso como Purgatorio. Y a fe que la palabra se corresponde con lo que vemos. Sin exagerar, se trata de una de las películas que más fielmente retratan los horrores de la guerra. Aquí no hay ninguna exageración heroica. Aquí lo que hay es una película que podría hacer perfectamente tándem con la obra soviética Masacre ven y Mira (1985), que además en cierto sentido espiritual parece una influencia clara.
Solo viendo los primeros minutos nos damos cuenta del tono. Chistilishche no parece una película, sino una recreación real en la que los actores se hallan inmersos en mitad de la guerra. De hecho no hay ningún tipo de introducción, sino que directamente empezamos viendo a gente tirotearse, y solo los distinguimos por la lengua que emplean. Pero algo salta inmediatamente a la vista ¿Cómo se ha recreado esta película? Los decorados parecen ser la propia Grozny del 95. Edificios en ruinas y llamas, donde el fango y los miembros de los soldados se han adueñado de cualquier ruta que ante se hubiera considerado camino. ¿De verdad esto es una recreación o ese actor de ahí se está quemando de verdad?
Nada más
A lo largo de Chistilishche seremos testigos de un guion que apenas es más que un esqueleto dramático. Por un lado tenemos los soldados rusos, que se encuentran en inferioridad de medios, agazapados en un hospital semiderruido (hospital real, que por cierto se encontraba en San Petersburgo y anteriormente albergaba tuberculosos) y por otro los chechenos (acompañados de mercenarios que parecen afroamericanos, así como de extremistas musulmanes), que pretenden capturar el hospital.
Así, lo que vemos son un seguido de secuencias que reflejan un combate real. No hay más desarrollo argumental que ese, soldados que se mueven por el fango (la suciedad es un elemento clave en Chistilishche) y que mueren sin que sepamos muy bien por qué. Una de las secuencias más terribles muestra precisamente un tanque arrollando todo tipo de cadáveres, creando imágenes que dejan al lado de muchas presuntas películas bélicas de Hollywood como obras hechas por niños.
Tampoco hay una gran producción en cuanto a cámaras o sonido. Lo más fascinante de la película es que está rodada con unos equipos que ya en los años noventa se veían totalmente obsoletos. Pero precisamente, esa falta de tecnología y experiencia, le da un toque totalmente realista a Chistilishche. Y si no me creen, solo hace falta que vean los primeros cinco minutos, porque en este sentido son una auténtica prueba de fuego. Donde se le puede poner un pero a este "amateurismo" es a la poca calidad de la banda sonora, que utiliza leimotivs lamentables, y que no pega con el resto de la cinta.
Sin piedad
Algunos críticos afirmaron que Aleksandr Nevzorov había sido algo patriota con Chistilishche. Está claro que las simpatías del filme apuntan hacía el bando ruso, pero también es cierto que no hay piedad para nadie, y que incluso en cierto momento de la película, el sargento de los chechenos tiene tiempo a explicar las motivaciones de la guerra. De hecho, hay que añadir que el cineasta recibió críticas de ambos bandos. Tampoco el propio ejército ruso se prestó a colaborar con Nevzorov para el rodaje, que tuvo que utilizar tanques reales mediante otras fuentes para poder los utilizar en la película.
Conclusión de 'Chistilishche'
Chistilishche es una película que sería muy recomendable para todos aquellos que aman la patriotería barata. Podrían comprobar casi desde una visión auténtica lo que supone el horror de la guerra. Y es que películas más duras y terribles que esta, servidor no las recuerda.
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