"Clase turista": Un vuelo VIP

Clase turista es una comedia sin escalas que aterriza en el Teatro Lara con una misión: convertir en carcajadas las catástrofes, frustraciones y disparates del mundo del turismo.

Si te atreves a acompañarnos: ajusta el respaldo de tu asiento, guarda el sentido común en el compartimento superior y prepárate para despegar hacia los destinos más divertidos.

Con el humor absurdo de Juanma Pina al mando, subiremos a bordo de la aerolínea más disparatada: una compañía donde los vuelos se retrasan, las maletas desaparecen, las excursiones acaban en terapia de grupo y los auxiliares de vuelo intentan mantener la cordura mientras todo a su alrededor vuela por los aires.

El autor confiesa: “No es una obra de teatro al uso. Es más un show de crucero, un concurso con sorteo incluido, la primera temporada de una serie condensada en ochenta minutos, un desfile de modelos primavera-invierno, un álbum de personajes absurdos que todos nos llevaríamos a casa”. (TEATRO LARA). 

El regalo de hacer reír

La dupla de Montgomery Entertainment y el Teatro Lara vuelve a triunfar con su nueva producción: Clase turista. Esta pieza escrita y dirigida por JuanMa Pina es una de las mejores comedias de la temporada 2025-2026. Tras soltar el titular, analizando el libreto, puede afirmarse que se está ante uno de los trabajos más redondos del dramaturgo. La combinación de distintas escenas llevadas al extremo hacen que se acerque a la realidad de los asistentes, quiénes se verán reflejados instantáneamente. Una sucesión de carcajadas sin parar, que hace que se vea la astucia, inteligencia y el cuidado de este género. La comedia no es nada fácil, por ello, se valora que este libreto haya sabido encontrar cada espacio y desarrollo para llegar a buen puerto en cada uno de sus frentes. No hay parte que no capte a los espectadores, es una maravilla.

Los personajes que se van viendo a lo largo de la obra son pintorescos, pero retratan a la perfección la situación del turismo en la actualidad. Desde la familia de clase media buscando su destino perfecto hasta los arquetipos de azafatas que cambian su carácter según la clase del billete. Asimismo, se hace mención a fenómenos absurdos que muestran la idiosincrasia del ser humano como el buscar el destino más recóndito para fardar, sin más fin que éste o la necesidad de realizar experiencias (incluso poniendo en peligro la integridad de la persona) por cumplir. Un texto muy bien escrito, muy bien hilado. Por último, uno de los pilares fundamentales es la ruptura de la cuarta pared, haciéndose de una forma brillante. Un ejemplo de cómo medir de forma meticulosa y efectiva el contacto con el público.

Una aerolínea que supera las expectativas

Clase turista no solo cuenta con un libreto magnífico, sino con un elenco a la altura. Los tres actores derrochan carisma desde que se entra a la Sala Lola Membrives. Tres actores impresionantes. Úrsula Gutiérrez se gana al público con una personalidad arrolladora, dinámica y atrayente. Una energía cautivadora, que hace que su interpretación sea un auténtico regalo verla sobre el escenario. Dánae Rabal clava a los personajes a los que da vida, con una soltura y una naturalidad excelentes. Está cómoda y disfruta y hace disfrutar a los espectadores. Está en su salsa. Por último, pero no menos importante, Adrián Cuenca triunfa con la versatilidad con la que efectúa sus diferentes papeles. Una montaña rusa apasionante, brilla con cada uno de ellos. Los tres forman una sinergia hilarante perfecta.

En un momento en el que la combinación de diferentes artes, como el audiovisual, lo físico y lo musical, es difícil lograr una cohesión perfecta y equilibrada, en este caso, lo logran, y con creces. La ambientación mediante las imágenes que se ven en proyección, junto al despliegue técnico y artístico del momento en vivo son una experiencia de alto nivel. Han sabido dar su espacio a cada una, sin comerse una a otra, sino aportando y complementándose a la perfección. Cada detalle está escogido inteligentemente, siendo muy identificables para el público y aportando su sello propio. El montaje tiene un ritmo vivo, escandaloso e irreverente: una maravilla para la comedia. Sin duda, se pasa el tiempo volando y, obviamente, dan ganas de volver a subirse en este avión para vivir la experiencia nuevamente.

Conclusión

Clase turista es una de las mejores comedias de la temporada 2025-2026. El libreto es brillante, una maravilla, lleno de hilaridad y comedia. Una muestra de la inteligencia y el cuidado de JuanMa Pina en este género, demostrando su gran capacidad para ello. Sublime. El elenco es brillante: Adrián Cuenca, Dánae Rabal y Úrsula Gutiérrez están inmensos. Conquistan a la audiencia de principio a fin. La puesta en escena combina diferentes elementos de una forma impoluta, llevando al público a ese universo alocado en el que se verá reflejado. La ruptura de la cuarta pared es perfecta, no necesita ni más ni menos. No es solo muy recomendable, sino que se convierte en una comedia imprescindible, tanto para reírse como para reflexionar ante las situaciones que se exponen en la obra. Divina.

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