¡Esto se acaba amigos! Qué pena sintieron todos esos fans de la serie sobre kárate más famosa del mundo cuando recibieron la noticia de que no habría séptima temporada. Y aquí nos encontramos, en Cobra kai 6 (Parte 2), con la misma sensación de siempre, que más allá de la simplicidad narrativa de la secuela seriada de Karate Kid, nunca desfallece esta fantástica fiesta que viajó de la nostalgia a la identidad propia. Más acción, violencia y emocionalidad. Se estrena el 15 de noviembre de 2024 en Netflix.
Crítica de Cobra kai 6 (Parte 2)
Resumen
Ficha Técnica
Título: Cobra Kai
Título original: Cobra Kai
Reparto:
Ralph Macchio (Daniel LaRusso)
William Zabka (Johnny Lawrence)
Courtney Henggeler (Amanda LaRusso)
Xolo Maridueña (Miguel Diaz)
Tanner Buchanan (Robby Keene)
Mary Mouser (Samantha LaRusso)
Jacob Bertrand (Eli 'Hawk' Moskowitz)
Martin Kove (John Kreese)
Año: 2018 / 2024
Duración: 30 min.
País: Estados Unidos
Director: Josh Heald (Creador), Jon Hurwitz (Creador), Hayden Schlossberg (Creador), Jon Hurwitz, Josh Heald, Hayden Schlossberg, Jennifer Celotta, Steve Pink, Michael Grossman, Lin Oeding, Tawnia McKiernan, Joel Novoa, Steven K. Tsuchida, Marielle Woods
Guion: Josh Heald, Jon Hurwitz, Hayden Schlossberg, Stacey Harman, Luan Thomas, Michael Jonathan Smith. Personajes: Robert Mark Kamen
Fotografía: Cameron Duncan, Paul Varrieur, D. Gregor Hagey
Música: Leo Birenberg, Zach Robinson
Género: Drama. Acción
Distribuidor: Netflix
Tráiler de Cobra kai 6 (Parte 2)
Sinopsis
El 15 de noviembre, ¡la lucha se vuelve global! En la batalla por convertirse en campeones mundiales, el Miyagi‑do se enfrenta a viejos enemigos y nuevos desafíos durante el Sekai Taikai. ¿Se podrá mantener la unión cuando las rivalidades internas resurjan? (Netflix)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Método sólido
Si algo ha demostrado Cobra kai durante todos estos años es haber resistido con firmeza el desgaste que todo producto de televisión sufre. Es natural, y en varios momentos se ha evidenciado la imposibilidad de ocultar las flaquezas. Sin embargo, los creadores han logrado aguantar durante seis temporadas con un mismo método que, pudiendo ser algorítmico y falto de elevada creatividad, no ha lastrado la diversión ni ha contaminado las esencias originales.
Esas mismas premisas que condujeron a Jon Hurwitz, Hayden Schlossberg y Josh Heal hacia el éxito total. La más importante, su devoción por Karate kid y la llamada que sintieron por llevar a las nuevas generaciones un universo que se encontraba en el más triste olvido. Han cumplido con creces siendo inteligentes, es decir, siendo conscientes del error de mantener el gancho melancólico durante mucho tiempo, debían ir más allá, emplear lenguajes modernos aun con la misión de respetar el corazón del señor Miyagi y un Pat Morita que ya descansaba en paz.
Una apuesta arriesgadísima que pasó por la compra de los derechos, convencer a Zabka y sobre todo Macchio, llevarlo a YouTube y ser adquirido después por Netflix. Vaya si lo han conseguido. Estamos en 2024 y esto no palidece, sería conveniente aprovechar mientras podamos de esta loca fiesta.
Misma esencia, nuevas líneas
Queda claro que la forma de abordar las diferentes tramas de Cobra kai ha sido la misma desde que comenzó en 2018. No es una serie que mame de una escritura eminentemente original o refleje un complejo guion. Las situaciones dramáticas que nos vamos encontrando son sencillas y al punto cándidas, pero hablan de lo mismo que las películas ochenteras. Es el mensaje lo que prevalece, haciéndose menos simplista y abarcando más personajes y arcos que explotar, aunque no muta lo que se pretende transmitir.
Y en Cobra kai 6 (Parte 2) continuamos con un proceso calcado. No ha cambiado la virtud de trasladar las problemáticas de los senseis a las generaciones más jóvenes, con mayor o menor protagonismo. Siguen siendo los chavales quienes deben enfrentar el mundo que les acecha, y los maestros aparecen como guías. Realmente esto último bebe de su propia época, con esa pedagogía sobre el paso de niño a adulto, de coger en peso la vida y asumir responsabilidades. Es un universo, como digo, expandido enormemente, y ya no trata solo de Daniel LaRusso y Johnny Lawrence, sino que vivimos las alegrías y las penas de sus hijos y alumnos. Hay un evidente salto de edad que no cae en la insufrible hormona adolescente. Se agradece.
Estas son las líneas que en la segunda parte de esta season explotan, no os podéis imaginar cuánto. Claro que hay resoluciones a conveniencia, previsibilidad y ciertos recursos perezosos, aún así permitidme que diga que todo sabe a gloria. Se entremezcla notablemente dramas con traumas, sueños y esperanzas, traiciones con reconciliaciones, y todo bañado de una magia especial que solo Cobra kai tiene. No cansa, hay un buen equilibrio entre humor y desasosiego con acción y esas coreografías tan bien trabajadas que nos encantan.
Pero añado más, en Cobra kai 6 se ven ya los anticipos explosivos que deberán caracterizar la tercera parte de la última temporada. El juego de carga y descarga emocional pasa factura a los distintos grupos que se enfrentan en el Sekai Taikai de Barcelona. Los frutos envenenados de las acciones emprendidas por Kreese y Silver habrán de contrastar valores como el sacrificio, el perdón, la amistad a toda costa y un sinfín de pedagogías ya consumadas. Además, la serie incrementa considerablemente la tensión encarnada en violencia a raudales, siempre con el kárate por medio.
Conclusión de 'Cobra kai 6 (Parte 2)'
Cobra kai 6 (Parte 2) es el agónico preámbulo del final de una de las series más queridas y vistas en la historia de Netflix. Cierto es que las audiencias cayeron al comienzo de la última temporada, quizá se deba a la errónea estrategia de lanzamiento en tres tandas de cinco episodios. Sea como sea, ya está todo grabado y podremos asistir al combate final que ya en la segunda parte encuentra sus hitos reseñables. "Golpea primero, golpea duro, sin piedad".
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