Cómplices (21 minutos) es un cortometraje de Rubén Guindo Nova del año 2020. La dirección corre a cargo de Rubén Guindo y el guion fue coescrito junto a Nuria Cabezas. Cómplices es una denuncia abierta al acoso escolar y la historia es contada a través de Ana, una adolescente que vive en un entorno familiar y socioeconómico desfavorable. Desde niña ha ido lidiando con el acoso al que sus compañeros de colegio le han sometido.
Crítica de 'Complices'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Cómplices
Título original: Cómplices
Reparto:
Paula Gallego
Mónika Arroyo
Pepe Viyuela
Miguel Rellán
Año: 2020
Duración: 21 min
País: España
Dirección: Rubén Guindo Nova
Guion: Rubén Guindo Nova, Nuria Cabezas
Música: Jesús Calderón
Fotografía: Miguel Ezequiel
Género: Drama
Producción: Sinapsis Films
Distribuidor: Yaq Distribución
Tráiler de 'Cómplices'
Sinopsis
Ana es una adolescente de quince años que asiste a sus clases todos los días en la escuela. Aunque parece tener una vida bastante normal, hay una dura realidad oculta: durante años la han acosado cruel y repetidamente ante la indiferencia de sus compañeros y tutores. Su vida diaria se ha convertido en una tortura insoportable agravada por la precaria situación económica que está asfixiando a su familia. (Festival de Cine de Madrid)
Cómplices: uno, dos, tres, cuatro...
Cómplices se trata de una cinta hecha por y para el bullying de una manera muy explícita. Son 21 minutos en los que no hay tiempo para más. Se narran tristes fragmentos de la vida de Ana, mezclando flashbacks de su infancia donde parece que empezó todo. Ana es una niña derrotada, una adolescente rota, completamente destruida y desamparada. Este es el punto. Que todos son cómplices en su historia y que todos lo hemos sido o podemos serlo.
Uno. Los padres. La madre que no se pone en la piel de Ana porque está en su mundo, en esos problemas de mayores donde no hay cabida para los problemas de una hija única. El padre, que da palos de ciego siendo tan ingenuo que no imagina las maldades que rodean a su querida hija.
Dos. La profesora, que cree que todo son chiquilladas, que está demasiado ocupada para hacerse cargo de lo que sucede en su clase o en el recreo. Porque siempre son cosas de niños.
Tres. La directora del colegio, que quita hierro al asunto también. Porque no es lo mismo una discusión de colegio que pasar al siguiente nivel, con abogados, jueces y consecuencias de mayores. Porque esa clase de problemas se solucionan en el patio.
Cuatro. Si éramos pocos... también nos encontramos con alguien que es más que un cómplice más o menos pasivo, es otro abusador. El propio tío, que no hace las cosas porque sí, y que espera algo a cambio, porque está tan enfermo que no entiende sus propios actos. El lobo que también encontramos en la familia.
Acoso escolar o bullying
Que todos ellos son responsables y que lo sean ante la ley. La familia es la primera que debería tener responsabilidad penal. Porque su inacción es negligencia con los menores que tiene a su cargo. ¿Qué clase de padre o de madre no puede ver que sus hijos tienen un problema en el colegio? ¿Cómo no pueden ver que algo anda mal? ¿Por qué seguir cerrando los ojos a lo que sucede en el colegio como si esto no importara?
El colegio es el entorno después del familiar donde más tiempo pasan los niños y jóvenes en edad escolar. Su indiferencia provoca junto con la ausencia del rol parental las consecuencias que a veces pueden ser trágicas en los adolescentes víctimas de acoso. Todavía hoy la violencia escolar sigue careciendo de importancia para los centros escolares. Toda la vida se ha visto lo que pasaba allí como algo insignificante respecto a lo que pasa en el mundo de los adultos.
Cuántos adolescentes y niños se han visto completamente desamparados desde sus hogares, teniendo que enfrentarse con la más absoluta incomprensión cada mañana a los chicos con los que comparten aula. El silencio de todos es la mano que empuja a la desesperación de muchos chicos y chicas. Se trata de la misma mano que hace la foto, que escribe el mensaje o que provoca el empujón o la caída.
Y todo esto es lo que ha reflejado Rubén Guindo en su trabajo Cómplices de una manera muy aséptica y conmovedora. Y ojalá que la historia de Ana, papel interpretado por Paula Gallego (Cuéntame, La pasajera), mueva y conmueva.
Conclusión de Cómplices
En Cómplices, Ana es, ante todo, una superviviente, una chica protagonista de su historia y representante de la historia de todos los que han perdido su vida por la indolencia y la pasividad de esta sociedad que todavía no está concienciada contra el acoso escolar o bullying. Rubén Guindo, desde su propia experiencia, trata de dar luz y de dar voz a esta terrible situación que en España sigue siendo una tragedia y un triste fracaso de todos. Basta ya. Basta.
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