En la Sección Oficial Internacional de Atlántida Mallorca Film Fest 2025 (del 27 de julio al 27 de agosto en Filmin) encontramos largometrajes como Confidente, un thriller turco dirigido por Guillaume Giovanetti y Cagla Zencirci que concursó en la sección Panorama del Festival de Berlín. Un thriller asfixiante que se ganó el favor del público del Festival de Berlín. Una operadora de una línea erótica telefónica intenta salvar a un adolescente atrapado en un terremoto sin saber que la llamada la arrastrará al corazón de una red corrupta con vínculos políticos.
Crítica de 'Confidente'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Confidente
Título original: Confidente
Reparto:
Saadet Aksoy (Arzu)
Erkan Kolcak Kostendil (El jefe)
Muhammet Uzuner (El Fiscal)
Nilgün Türksever (Hayal)
Ilber Uygar Kaboglu (El joven)
Osman Alkas (Mr. Erden)
Elit Andac Cam (Tülay)
Kivanç Kilinç (Faruk)
Año: 2025
Duración: 76 min.
País: Turquía
Director: Cagla Zencirci, Guillaume Giovanetti
Guion: Cagla Zencirci, Guillaume Giovanetti
Fotografía: Eric Devin
Música:
Género: Thriller
Distribuidor:
Tráiler de 'Confidente'
Sinopsis
Turquía, 1999. Bajo el seudónimo de Arzu, Sabiha trabaja en un locutorio erótico de Ankara. Recibe una llamada tras otra. De repente, un terrible terremoto sacude Estambul. Un adolescente que habló con ella poco antes de la catástrofe vuelve a llamarla. Está sepultado bajo los escombros y le ruega que lo salve. Su voluntad e ingenuidad, sin embargo, involucrará a las más altas esferas. (Filmin)
Voces en la oscuridad
La historia de Confidente se desarrolla en un espacio reducido pero emocionalmente vasto, un locutorio erótico de Ankara en 1999, donde Sabiha, bajo el nombre de Arzu, responde llamadas ajenas mientras silencia su propio pasado. La tragedia del terremoto de Estambul irrumpe en esta rutina con una brutalidad inesperada.
Un joven atrapado entre los escombros clama por ayuda, y esa súplica rompe la barrera entre lo íntimo y lo real, convirtiendo a la operadora en protagonista de una historia mayor que ella. La premisa es potente, pero no siempre está a la altura de su complejidad inicial.
La tensión que se diluye
Cagla Zencirci y Guillaume Giovanetti plantean una dirección contenida, casi aséptica, que busca construir tensión desde lo mínimo, planos cerrados, silencios densos, llamadas que parecen eternas, sin embargo, esa apuesta por la sugerencia termina siendo una trampa narrativa. Confidente se instala en un ritmo monótono que le resta fuerza a los giros dramáticos.
Lo que podría haber sido un thriller asfixiante se vuelve una experiencia dispersa, donde el suspense político y emocional nunca termina de cuajar del todo. El terremoto, tanto literal como simbólico, no sacude como debería.
Una actriz en busca de guion
Saadet Aksoy sostiene la película con entrega, mostrando una Sabiha llena de capas, fría y mecánica en su trabajo, vulnerable cuando el deber moral la confronta, pero su esfuerzo se ve limitado por un guion que no le da suficiente desarrollo interior.
El adolescente, aunque central en la trama, nunca alcanza una entidad propia, y el resto de personajes, voces o presencias esporádicas, sirven más como excusas que como catalizadores reales del drama. Hay momentos de tensión emocional genuinos, pero se sienten aislados y poco explotados en el conjunto.
Encierro estético
Confidente opta por una paleta sobria y un uso intencionado de espacios cerrados. El locutorio se convierte en una prisión metafórica, un refugio donde el mundo exterior apenas entra a través de cables y palabras.
La fotografía es eficiente, aunque no especialmente arriesgada, la ambientación noventera está apenas insinuada, lo cual le resta fuerza al contexto histórico. Lo más notable es el diseño de sonido, la acumulación de voces, respiraciones y silencios construyen una atmósfera densa, que a veces compensa la falta de acción visual.
Conclusión de 'Confidente'
Confidente es una película con una premisa poderosa, pero que se queda a medio camino entre el drama íntimo y el thriller político. Quiere hablar de identidad, culpa, responsabilidad y poder, pero lo hace de forma demasiado contenida, como si temiera molestar. A pesar de su brevedad y su buena intención, le falta impacto y le sobra contención, la tensión prometida no estalla, y eso hace que el interés decaiga.
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