"Contracciones": Perdiendo la dignidad en el trabajo

Contracciones es una obra que explora la invasión creciente de las grandes compañías en la intimidad de sus empleados. Con hábil precisión se muestra a una mujer en un cargo de poder que entrevista a Emma, de la sección de ventas, acerca de su vida amorosa. Al principio, hay algo cómico en la definición legalista de la empresa de lo que constituye una relación romántica o sexual. Esto, sin embargo, se convierte en lascivia mórbida cuando la gerente exige detalles íntimos de la aventura de Emma con un colega, Darren.

Las campanas de alarma suenan cuando la relación se prolonga demasiado. El embarazo de Emma conduce a la separación forzada de Darren y la manipulación despiadada de todos los aspectos de su existencia.

A través de Emma se muestra cómo la actitud desafiante ante la injerencia corporativa da paso gradualmente al cumplimiento voluntario por parte de los empleados y cómo estos permiten cada vez más que las empresas se adueñen de ellos en cuerpo y alma. (PRODUCCIONES COME Y CALLA). 

Corren malos tiempos

Ésta es la impresión de los trabajadores ante las cada vez más paupérrimas condiciones de trabajo. Si a eso le unimos las constantes muestras de acoso personal para conseguir la entera voluntad del asalariado, como es el caso de la obra Contracciones, no le quedará más remedio que doblegarse, llegando a perder la dignidad en el trabajo.

Las grandes multinacionales o corporaciones se han convertido en un poderoso monstruo cuya estrategia global es la de obtener el mayor margen de beneficios. Bajo la falsa apariencia de preocuparse por sus trabajadores se esconde un frío y calculado interés por la entrega absoluta por parte de los empleados.

Tu vida íntima nos pertenece

La exigente jefa, interpretada magistralmente por Pilar Castro, va interrogando a la empleada, Emma, otra genial Candela Peña, sobre temas cada vez más íntimos y personales. La perversidad de la jefa no tendrá límites, obligando a Emma a realizar actos completamente fuera de lo normal, macabros, incluso.

El personaje de Pilar Castro tiene su registro muy limitado, ciñéndose al papel de una mujer cínica y sin escrúpulos. Sin embargo, Emma demostrará una amplia diversidad interpretativa. Desde la incipiente frescura de quien es dueña de su vida, pasando por la resignación de doblegarse a los deseos de su jefa. Finalmente, la desesperación de verse totalmente hundida y despojada de su autoestima.

Por otro lado, no deja de ser en cierto modo lírico el título en español. La alusión a los movimientos del útero materno para ayudar a que nazca el bebé son dolorosos, pero necesarios. Así mismo, los actos a los que se ve obligada la empleada serán lacerantes, hasta que surge un nuevo ser. Una persona transformada en lo que han querido convertirla.

Emotiva despedida

Al final de la obra y tras varios minutos de aplausos de parte de un público entregado, ambas actrices tuvieron unas palabras de recíproco agradecimiento. La gira de la obra Contracciones a través de 150 funciones han servido para conocerse más profundamente.

También agradecieron a todo el equipo su buen hacer, en especial a Israel Solé, director de la obra y a Rodrigo Ortega, encargado de la creación musical.

A partir de ese momento, una profunda reflexión se inicia en nuestras mentes. Hemos reído, pero también nos ha horrorizado esa exageración sobre el alto precio al que se ve sometida la empleada. Aunque quizás, no sea tan exagerado, y eso... es lo más terrible.

Conclusión

En Contracciones se muestra hasta dónde son capaces de llegar las grandes corporaciones para anular la dignidad y libertad de sus empleados. Una inquietante obra que no deja indiferente al espectador.

Las dos protagonistas, Candela Peña y Pilar Castro, están magníficas dando vida a los dos polos opuestos en una empresa. Con un humor ácido, que se va convirtiendo en amarga realidad, es imposible no reflexionar sobre en lo que estamos mal en esta sociedad capitalista y globalizada.

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