Cuatro madres, dirigida por Darren Thornton, se presenta como un retrato íntimo y profundamente humano sobre la maternidad, la pérdida y la resiliencia. Alejándose de los clichés del drama familiar, la película entrelaza las historias de cuatro mujeres unidas por un mismo dolor y por la necesidad de reconstruirse tras la adversidad. Con una sensibilidad cercana al realismo social y una dirección contenida pero emocionalmente potente, Thornton explora cómo el amor, la culpa y la esperanza se entrelazan en un relato donde la maternidad se muestra en toda su complejidad, lejos de idealizaciones y con una honestidad desarmante. Estreno el 24 de octubre de 2025 en Filmin.
Crítica de 'Cuatro madres'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Cuatro madres
Título original: Four Mothers
Reparto:
James McArdle (Edward)
Fionnula Flanagan (Alma)
Dearbhla Molloy (Jean)
Stella McCusker (Maude)
Paddy Glynn (Rosie)
Niamh Cusack (Maura la médium)
Adam Fergus (Andrew)
Eloka Ivo (Noah)
Rory O'Neill (Dermot)
Gaetan Garcia (Raf)
Gordon Hickey (Billy)
Gearoid Farrelly (Colm)
Año: 2024
Duración: 89 min.
País: Irlanda
Director: Darren Thornton
Guion: Colin Thornton, Darren Thornton
Fotografía: Tom Comerford, Burschi Wojnar
Música: Hugh Drumm, Stephen Rennicks
Género: Comedia. Drama
Distribuidor: Filmin
Tráiler de 'Cuatro madres'
Sinopsis
Edward, un escritor a punto de embarcarse en la gira promocional de su nuevo libro, debe encontrar a alguien que cuide a su madre durante esos días. Pero cuando trata de conseguir que alguno de sus amigos o conocidos le ayuden, acaba teniendo en su casa a otras tres mujeres mayores de las que deberá encargarse mientras sus respectivos hijos se toman unas vacaciones. (Filmin)
Dónde se puede ver la película en streaming
Risas y catástrofes
El argumento podría sonar al típico enredo doméstico con moraleja, pero se convierte en un retrato coral sobre la vejez, la maternidad y el amor en su forma más desbordada y absurda. Entre las charlas sobre viejos amores, los intentos del protagonista por encontrar tiempo para escribir y los pequeños desastres cotidianos, Cuatro madres va tejiendo un equilibrio entre la comedia y la melancolía que resulta encantador.
Logra que el espectador se ría con ternura, no de las protagonistas, sino con ellas, lo que empieza como una pesadilla logística para el protagonista acaba convirtiéndose en un viaje emocional donde se desnudan las fragilidades de todos los personajes, cada uno a su manera enfrentando el paso del tiempo, la pérdida y la soledad.
Humanidad imperfecta
Darren Thornton confirma su habilidad para capturar la vida con una naturalidad que parece improvisada pero está milimétricamente construida, como ya demostró en A Date for Mad Mary, su cine está lleno de compasión por los personajes marginales o imperfectos, y aquí no es distinto.
La dirección es sobria, casi invisible, pero tremendamente eficaz, Thornton deja que los actores respiren, que las conversaciones fluyan y que los silencios digan tanto como los diálogos. Su mirada no busca el gag fácil ni la lágrima forzada, prefiere los pequeños gestos, las discusiones absurdas, los momentos en que el humor y la tristeza se confunden.
La rebelión de las mayores
El reparto femenino es el alma de Cuatro madres, las tres ancianas protagonistas, cada una con su extravagancia particular, conforman un trío inolvidable. La madre del protagonista, con una mezcla perfecta de ternura y cansancio, aporta la dimensión emocional más potente, su relación con el hijo, hecha de ironía, reproches y cariño mal disimulado, da pie a los momentos más sinceros.
El propio novelista, interpretado por James McArdle, que equilibra el humor con la vulnerabilidad, sirve como contrapunto, un hombre atrapado entre la obligación y la redención, su frustración inicial se transforma en una especie de reconciliación con la vida, gracias a esas cuatro mujeres que, sin proponérselo, le enseñan a mirar el mundo con más compasión.
Luces de hogar
La fotografía es luminosa y cercana, con una paleta que combina los verdes húmedos de Dublín con los tonos cálidos del interior de las casas, creando una sensación de refugio constante. Opta por un estilo naturalista, sin adornos, que refuerza el realismo emocional de la historia.
El montaje acompaña con fluidez, aunque en algunos tramos podría haberse afinado para mantener mejor el ritmo. La banda sonora, discreta y con cierto aire folk irlandés, aporta una textura amable y melancólica que encaja perfectamente con la atmósfera general.
Conclusión de 'Cuatro madres'
Cuatro madres es una pequeña joya modesta, sin grandes ambiciones, pero con una humanidad desbordante. Darren Thornton entrega una comedia dramática que no pretende cambiar el mundo, solo recordarnos que incluso en el caos familiar hay espacio para la ternura y la risa.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM
