Cuatro paredes, drama autoral dirigido por Ibon Cormenzana y rodado en doce planos secuencia, uno por cada mes del año. Protagonizada por la joven Sofía Otero, ganadora del Oso de Plata en la Berlinale, tendrá su estreno en salas de cine españolas el 6 de junio de 2025 tras su estreno en la Sección Oficial del BCN Film Fest.



Cuatro paredes película

Crítica de 'Cuatro paredes'

Ficha Técnica

Título: Cuatro paredes
Título original: Cuatro paredes

Reparto:
Sofía Otero
Manuela Vellés
Roberto Álamo
Elena Irureta
Ramón Barea
Constanza Gallego
Julene Puente Nafarrate
Maia Zaitegi

Año: 2025
Duración: 82 min.
País: España
Director: Ibon Cormenzana
Guion: Roger Danès, Alfred Pérez Fargas, Ibon Cormenzana, Manuela Vellés
Fotografía: Alejo Levis
Música: Aitor Etxebarria
Género: Drama. Infancia
Distribuidor: A Contracorriente Films

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Tráiler de 'Cuatro paredes'

Sinopsis

Sofía es una niña de diez años que, tras la repentina muerte de su padre, debe enfrentarse junto a su madre a una nueva vida en la que las dos deberán luchar por salir adelante. Para sobrellevar esta compleja situación, Sofía buscará su refugio en el teatro, una realidad paralela que le permitirá evadirse al mismo tiempo que le descubrirá su verdadera vocación.

Dónde se puede ver la película en streaming



En la cuerda floja

La historia sigue a Sofía, una niña a punto de cumplir diez años, que pierde a su padre en un accidente, a partir de ese momento, ella y su madre, Juana, deben adaptarse a una nueva vida marcada por la incertidumbre. Cuatro paredes muestra cómo ambas tratan de sostenerse mutuamente sin que una cargue todo el peso.

Lo que sigue no es un drama de lágrimas, sino una coreografía de supervivencia en espacios estrechos, la genialidad está en lo que no se dice, la nevera medio vacía, el jersey que ya no abriga, las miradas que esquivan el buzón lleno de recibos. Solo falla alguna subtrama un poco forzada, pero el resto es poesía cotidiana hecha trizas.

Sofía Otero

La belleza de lo austero

Ibon Cormenzana filma como quien respeta el dolor ajeno. Planos fijos en pasillos que se encogen, ventanas que solo muestran bloques grises, primeros planos a manos que tiemblan al cerrar la cartera... Su cámara no juzga, observa, evita los flashbacks lacrimógenos y los golpes de efecto, optando por una narración pausada que da espacio a los personajes para respirar.

La dirección transmite un respeto profundo hacia la historia que cuenta, dejando que la dureza emerja de las situaciones más que del subrayado narrativo. Se nota un esfuerzo por retratar la pobreza sin estigmatizar, y por mostrar la maternidad desde un prisma realista, lleno de contradicciones.

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Actos de fe

Las interpretaciones son el corazón de Cuatro paredes. Manuela Vellés, que da vida a Juana, transmite con contención el dolor, la frustración y el amor incondicional de una madre, hace de la resistencia callada una epopeya, un máster en dignidad rota.

Sofia Otero, que interpreta a Sofía, es una revelación, aunque ya tiene unas cuantas grandes actuaciones en su corta trayectoria, aquí da vida a su personaje de forma natural, sincera y llena de matices. La relación de las dos actrices en pantalla es verosímil, tierna y desgarradora en igual medida. Ambos personajes están construidos con profundidad, alejados de clichés.

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Pobreza con alma

La puesta en escena es sobria, íntima y funcional, se aprovechan los espacios cerrados y claustrofóbicos, esas "cuatro paredes", para transmitir la sensación de encierro emocional y material. La fotografía de Cuatro paredes utiliza tonos apagados que reflejan la frialdad del entorno, mientras que el diseño sonoro potencia el silencio como herramienta narrativa, la música, discreta, acompaña sin imponerse.

Sofía Otero

Conclusión de 'Cuatro paredes'

Cuatro paredes es un drama social honesto y conmovedor, que retrata con sensibilidad los límites invisibles entre la estabilidad y el abismo, a través de una historia sencilla pero potente, consigue emocionar y provocar reflexión sobre la precariedad, la salud mental y el vínculo madre-hija. Aunque su tono pausado pueda resultar frío para algunos espectadores, su verdad emocional la convierte en una propuesta sólida y necesaria.

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