Situándonos en un propicio contexto de incertidumbre política y palpable inseguridad frente a la ciberseguridad, aparece Día Cero (Zero Day) como gran promesa de thriller sobre el colapso tecnológico que todos tememos. El problema es que esta miniserie elevada por la figura de Robert de Niro queda a medio camino entre ambición y resultados reales, dándonos más un atractivo ejercicio de estilo que un profundo producto para dejar huella. Tras un ciberataque devastador, un ex presidente de Estados Unidos (De Niro) recibe el mandato de encontrar a los culpables y buscar la verdad ante la posibilidad de un nuevo ataque inminente. Pero, ¿la verdadera amenaza procede de una potencia extranjera o viene de sus propias filas? Desde el 20 de febrero de 2025 se puede ver en Netflix.



Día Cero (Zero Day) serie

Crítica de 'Día Cero (Zero Day)'

Ficha Técnica

Título: Día Cero
Título original: Zero Day

Reparto:
Robert De Niro (George Mullen)
Jesse Plemons (Roger Carlson)
Lizzy Caplan (Alexandra Mullen)
Connie Britton (Valerie Whitesell)
Joan Allen (Sheila Mullen)
Matthew Modine (Richard Dreyer)
Angela Bassett (Presidenta Evelyn Mitchell)
Geoffrey Cantor (Hector Franklin)
Mozhan Navabi (Melissa Kornblau)
McKinley Belcher III (Carl Otieno)
Cuyle Carvin (Agente Tom McCarthy)
Michael Bonini (El ayudante de Dreyer)

Año: 2025
Duración: 50 min.
País: Estados Unidos
Director: Eric Newman (Creador), Noah Oppenheim (Creador), Michael Schmidt (Creador), Lesli Linka Glatter
Guion: Eric Newman, Noah Oppenheim, Michael Schmidt, Roberto Patino
Fotografía: Joe Collins, John Conroy
Música: Jeff Russo
Género: Thriller. Drama
Distribuidor: Netflix

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Día Cero (Zero Day)'

Sinopsis

Robert De Niro interpreta en Día Cero a George Mullen, un respetable ex presidente de los Estados Unidos que, como líder de la Comisión Día Cero, es responsable de encontrar a los responsables de un ciberataque devastador que ha causado el caos en todo el país y derivado en miles de fatalidades. Mientras la desinformación campa a sus anchas y las ambiciones personales de las élites de la tecnología, Wall Street y el gobierno chocan, la incansable búsqueda de Mullen por la búsqueda de la verdad le fuerza a enfrentarse a sus propios secretos más oscuros mientras pone en riesgo todo lo que ama. (Netflix España)

Dónde se puede ver la serie en streaming



Mosaico narrativo sin cohesión

No cabe duda de que lo más reseñable de Día Cero (Zero Day) es su premisa: un devastador ciberataque paraliza Estados Unidos, y un respetado expresidente es citado para liderar la investigación pertinente. Sin embargo, la serie pronto se convierte en un laberinto de subtramas que compiten entre sí por la atención del espectador sin lograr confluir en un mismo sentido de forma plena.

El guion, firmado por un equipo de ambiciosos escritores, pretende aglutinar demasiados frentes: desde la fragilidad de las infraestructuras digitales hasta las complejidades de la política bipartidista, pasando por dramas familiares y reflexiones sobre el envejecimiento y la esfera psicológica del protagonista. Esta amalgama de elementos, lejos de enriquecer la narrativa, la diluye en una serie de viñetas inconexas que nunca llegan a formar un cuadro suficientemente coherente.

Si nos adentramos en la estructura episódica, cuya vocación es mantener al televidente en su sofá, termina convirtiéndose una carga innecesaria. Los cliffhangers al final de cada capítulo acaban forzados, y las revelaciones informativas, en vez de impactar con sorpresa, promocionan más confusión que suspense. Es como si los creadores, en su afán por mantener la tensión, hubieran olvidado la importancia de una narrativa sólida y bien establecida en los cimientos.

Día Cero serie

Brillo interpretativo en la planicie

A estas alturas, nadie va a descubrir virtud en Robert de Niro, como mucho permanecemos expectantes a su debut televisivo. Con tamaña figura queda en Día Cero demostrado una vez más por qué es uno de los más grandes en la lista de histriones. Su actuación como George Mullen es extremadamente matizada y del todo convincente, mezclando puntos de fuerza con destellos de vulnerabilidad. Pero su mayor obstáculo se encuentra en no poder exprimir todo su talento en un personaje que, en el papel, carece de la profundidad necesaria para ser verdaderamente memorable.

A su lado nos encontramos con Angela Bassett, como la presidenta en ejercicio, y Jesse Plemons, asesor confianza de Mullen, que logra lo posible con un material que rara vez le permite destacar. Algo que irrita en Día Cero es ver a unos personajes secundarios ejercitados como simples arquetipos, exentos de la complejidad de una premisa tan potente y de una producción de este calibre.

Si tocamos la dirección, aunque ciertamente notable en la disposición de atmósferas precisas y eminentemente tensas, no consigue regalar a la serie ese estilo visual distintivo que exigía. Especialmente en las escenas del ciberataque, la ejecución sobresale por encima del resto. A medida que avanza la serie, se siente como si los creadores hubieran perdido el rumbo, dejando cabos sueltos y resoluciones apresuradas.

Día Cero serie

De realidad y ficción

No puedo evitar recalcar el mayor pecado de Día Cero, su inhabilidad para conectar de manera significativa con la realidad política y tecnológica actual. En la era de fake news, la extrema polarización y los peligros cibernéticos reales, la miniserie prioriza una visión simplista y, en ocasiones, ingenua de cómo funcionan estos mismos poderes que marcan el devenir de la sociedad contemporánea.

Asimismo, encontramos unos antagonistas caricaturizados, soluciones demasiado convenientes y reflexiones sobre la naturaleza de la democracia en la era digital que se ahogan ya en la superficie. La sensación es de oportunidad malograda para ofrecer una crítica mordaz e histórica sobre los desafíos que enfrentamos los seres humanos hiperconectados.

Matthew Modine

Conclusión de 'Día Cero'

Así de claro, y con pena lo expreso, Día Cero (Zero Day) es un thriller que no llega a consumar sus altas expectativas. La miniserie de Netflix es, en última instancia, un ejercicio de estilo sin la correspondiente sustancia. A pesar de contar con todos los ingredientes para dejar huella, el resultado es insuficiente. Tenías un reparto estelar encabezado por De Niro, un presupuesto ambicioso y una premisa muy atractiva e intrigante, pero Día Cero termina encontrando demasiadas trabas.

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