El pasado 17 de octubre se estrenó Dibujo de un zorro herido en el Teatro María Guerrero del Centro Dramático Nacional. Oriol Puig Grau escribe y dirige este monólogo de gran calado, protagonizado por Eric Balbàs. La obra ha conseguido cautivar tanto a los espectadores como a parte de la prensa especializada, consolidando a su autor como uno de los dramaturgos más prometedores y prolíficos de los últimos años. Se representará hasta el 16 de noviembre en la Sala Princesa del Teatro María Guerrero.



Dibujo de un zorro herido

Crítica de 'Dibujo de un zorro herido'

Ficha Técnica

Título: Dibujo de un zorro herido
Título original: Dibuix d'una guineu ferida

Reparto:
Eric Balbàs

Duración: 105 min. apróx.
Dirección: Oriol Puig Grau
Dramaturgia: Oriol Puig Grau
Escenografía: Monica Boromello
Iluminación:
Marc Salicrú
Vestuario:
Ana López Cobos
Música y espacio sonoro:
Fernando Epelde
Coach de acentos:
Carlota Gaviño
Ayudante de dirección:
Rita Molina Vallicrosa
Ayudante de escenografía y vestuario:
Mauro Coll Piotrowski
Estudiantes en prácticas:
Melvin Parrales y Alba Vinton
Diseño de cartel:
Emilio Lorente
Fotografía:
Geraldine Leloutre
Tráiler:
Macarena Díaz
Producción: Centro Dramático Nacional

Tráiler de 'Dibujo de un zorro herido'

Sinopsis de 'Dibujo de un zorro herido'

Dibujo de un zorro herido arranca con Ferran, un profesor de infantil, descubriendo el autorretrato de un pintor de su misma edad en una galería de arte. El cuadro fue pintado hace cuatro años, y el artista —Daniel Gómez Mengual— murió un año después en un accidente de coche. Camino a casa, Ferran encuentra el autorretrato en Instagram y se pierde entre las fotos aterciopeladas de la vida del pintor. Una vida que terminó de golpe. Comienza la obsesión.

Los vídeos de fiestas navideñas y baladas al piano se entrelazan con los de experimentos de choque entre coches: airbags, dummies volando por los aires, cristales estallando. El cuerpo de Daniel después del accidente se convierte en un interrogante que persigue a Ferran día y noche. ¿Cómo quedó después del choque? ¿Qué partes cambiaron? Preguntas que lo acercan a un cuerpo que no es el del pintor, sino el suyo. Identidad, trauma y deseo, pintados al óleo. (CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL). 



Dibujo de un zorro herido
Foto de Geraldine Leloutre

Personalidad adquirida

Considerado una de las grandes promesas del panorama teatral español, con títulos como Karaoke Elusia o Demasiado brillante en su haber, Oriol Puig Grau confirma su calidad como dramaturgo en Dibujo de un zorro herido. A través de este texto realiza una reflexión de gran calado acerca de la identidad y la identificación. Un desdoblamiento personal que encuentra su hogar en una narrativa cuidada, con un léxico muy rico y una sonoridad en sus palabras muy destacable. Por tanto, se debe valorar muy positivamente su composición dramática, siendo un monólogo de alta calidad. No es nada fácil el escenario que plantea en la vida de Ferran, un protagonista con múltiples aristas que lo convierten en una dicotomía de luces y sombras.

La motivación de este texto está clara, sumergiéndose en el género del thriller, incluso, para poder aportar diferentes capas al relato. Abre incógnitas poco habituales en el teatro, como la concepción del doppelgänger, o el hallarse a uno mismo a través de la mirada del otro, todo ello aderezado con un contexto social cercano a los espectadores y de tanta fragilidad, como es el ámbito escolar infantil. Por ello, se puede ver que Puig Grau demuestra una sensibilidad emocional, descriptiva y lingüistica muy desarrolladas. No obstante, como punto de mejora, hay momentos en los que el formato de monólogo dificulta que sea completamente fluido, generando cierta repetición y un ritmo que, por instantes, se vuelve excesivamente lánguido.

Centro Dramático Nacional
Foto de Geraldine Leloutre

El trastorno de una vida

Uno de los motivos por los que Dibujo de un zorro herido se ha convertido en un éxito es su principal y único protagonista: Eric Balbàs. El actor demuestra un talento innato para la interpretación, con una naturalidad y una fuerza que deslumbra a los espectadores desde su primera aparición en escena. Su gestualidad, su movimiento, su expresividad y su propia corporalidad le permiten ser el faro que guía a los asistentes por los diferentes episodios y narrativas que expone Ferran. Gracias a ello, el montaje no pierde fuelle; al contrario, su trabajo dramático eleva el resultado global y se erige como una de las piezas fundamentales del éxito de la obra. Por último, subrayar la importancia y dificultad que es afrontar una obra solo en escena y Balbàs lo hace con brillantez: una de las mejores interpretaciones de la temporada.

La puesta en escena utiliza el espacio de una manera inteligente, conformando diferentes lugares y momentos para el desarrollo de la historia. La iluminación es un elemento clave, que establece el tono y el ambiente de cada una de las situaciones que se representan en la obra. Además, tiene detalles muy atractivos, como el reflejo de la luz del refrigerador o del ordenador, pequeños matices que dan más cuerpo. Luego, el espacio sonoro cumple con solvencia, acompañando sin imponerse. A pesar de su duración, el montaje se mueve en un ritmo pertinente, dando paso a una contemplación necesaria. Además, la estructura de la pieza invita a quedarse pendiente ante lo que acontece y saber cómo termina. Por ello, aunque haya momentos más densos, estos se equilibran con acierto. En conjunto, se trata de una propuesta artísticamente notable.

Dibujo de un zorro herido
Foto de Geraldine Leloutre

Conclusión

Dibujo de un zorro herido triunfa gracias a una dramaturgia profunda y de gran calidad narrativa, sostenida por un intérprete que eleva el resultado de forma sobresaliente. El texto de Oriol Puig Grau invita a diferentes impresiones, reflexiones y temáticas. Además, se une un uso del lenguaje muy cuidado. Eric Balbàs ofrece una de las mejores interpretaciones de esta temporada, con una personalidad y una fuerza que son fundamentales para el triunfo del montaje. La puesta en escena es artísticamente notable, con un uso del espacio muy interesante y cambiante, junto a ritmo que, en conjunto, logra un resultado en sintonía con la pieza. La exploración de la identidad, mediante un juego de misterios y obsesiones, que culmina por la gran labor de la palabra y la interpretación.

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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
dibujo-de-un-zorro-herido-critica-teatroTriunfa gracias a una dramaturgia profunda y de gran calidad narrativa, sostenida por un intérprete que eleva el resultado de forma sobresaliente. El texto de Oriol Puig Grau invita a diferentes impresiones, reflexiones y temáticas. Además, se une un uso del lenguaje muy cuidado. Eric Balbàs ofrece una de las mejores interpretaciones de esta temporada, con una personalidad y una fuerza que son fundamentales para el triunfo del montaje. La puesta en escena es artísticamente notable, con un uso del espacio muy interesante y cambiante, junto a ritmo que, en conjunto, logra un resultado en sintonía con la pieza. La exploración de la identidad, mediante un juego de misterios y obsesiones, que culmina por la gran labor de la palabra y la interpretación.

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