Luc Besson, director de famosísimas películas como León (el profesional), Dogman, Lucy o El quinto elemento, estrenó su última película en España en el Festival de Sitges 2025. Drácula (Drácula: un cuento de amor sería la traducción literal del título original) trae a la gran pantalla otra adaptación del mito escrito por Bram Stocker que se podrá ver en salas de cine españolas a partir del 21 de noviembre de 2025.
Crítica de 'Drácula (2025)'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Drácula
Título original: Dracula: A Love Tale
Reparto:
Caleb Landry Jones (Vlad)
Zoë Bleu Sidel (Elisabeta)
Christoph Waltz (Sacerdote)
Matilda De Angelis (Maria)
David Shields (Henry Spencer)
Guillaume de Tonquedec (Dumont)
Ewens Abid (Jonathan)
Jassem Mougari (Sultan Mehmed II)
Bertrand-Xavier Corbi (Capitán Targol)
Raphael Luce (Clerk Simon)
Ivan Franek (El capitán de Elisabeta)
Haymon Maria Buttinger (Cardenal)
Año: 2025
Duración: 129 min.
País: Francia
Director: Luc Besson
Guion: Luc Besson. Novela: Bram Stoker
Fotografía: Colin Wandersman
Música: Danny Elfman
Género: Terror. Fantástico
Distribuidor: Vértice Cine
Tráiler de 'Drácula (2025)'
Sinopsis
Tras una devastadora pérdida, el príncipe Vlad II, conde de Drācul (Caleb Landy Jones), renuncia a Dios y es maldecido a la vida eterna, condenado a vagar solitario a lo largo de los siglos. Este es el relato sobre la historia de amor jamás contada del infame vampiro, que desafiará al destino y la mortalidad en busca de su amor perdido. (Vértice Cine)
Dónde se puede ver la película en streaming
Remake, adaptación, relectura, homenaje...
En 2024, Robert Eggers estrenaba Nosferatu, remake de la adaptación no autorizada de F. W. Murnau (1922) que también adaptó Werner Herzog en el 1979. Este mismo año, además, Radu Jude también ha dirigido una irreverente versión del vampiro más famoso y Ryan Coogler ha sorprendido con Los Pecadores, relacionando el concepto de los chupasangres con la apropiación cultural. Besson, por tanto, se suma a la corriente de los remakes. La pregunta es, ¿por qué?
Me encantaría poder hablar de que la película ofrece una relectura, una nueva visión...pero la realidad es que Drácula (2025) de Luc Besson es particularmente similar al de Francis Ford Coppola, tanto en sus formas como en su fondo, pero sin llegar a rozar la majestuosidad de la anterior. La motivación para realizar el filme parece partir más de un capricho para exponer una destreza directiva que de la voluntad de aportar nuevas ideas a la historia.

Luces y sombras
Aún cuando Luc Besson dirige una película sin alma, casi que sin sangre en las venas, sí que hay elementos destacables que hacen que la película se eleve por momentos. Especialmente, la maestría del director. Tras una larga trayectoria, Besson aporta lo que se podría esperar de él. Una puesta en escena preciosa y unas secuencias de acción muy disfrutables, especialmente esa del prólogo donde el Conde busca a su esposa. Los elementos formales son correctos aunque aburridos, la curiosidad por la imponencia de algunos de los planos pronto se ve mermada en cuanto se descubre que no hay nada nuevo en Drácula (2025).
Por otra parte, el vestuario y maquillaje utilizado en Caleb Landry Jones aporta un toque kitsch que en un inicio resulta peculiar, gracioso, pero pronto se hace extraño. Esta estética kitsch también se ve en los esbirros del protagonista, esas gárgolas animadas con unos efectos visuales muy dosmileros. No acaban de cuajar del todo.
Además, en el desenlace se revela que son niños, algo que no tiene mucho sentido en realidad.
Landry Jones está muy acertado en su papel, dedicado al 100%. Sin embargo, sus excentricidades no casan del todo bien con el tono de la película. La elipsis entre el prólogo y el inicio de la película no permite dejar entender bien la creación del monstruo. Y, aunque a través del guion se dan algunas explicaciones, ni siquiera son suficientes para comprenderlo. Los manierismos del personaje, el acento, la voz... todo en pos de unas sensaciones que generan más comicidad que empatía con el personaje. Llegado el momento, el vampiro es más una caricatura que un hombre preso del dolor y del amor.
Conclusión de 'Drácula (2025)'
Apelando a la belleza de las imágenes y utilizando la grandiosidad de una banda sonora que las acompaña correctamente, Luc Besson dirige una película que no aporta nada nuevo. La similitud con la versión de Francis Ford Coppola es innegable y empaña los aciertos de Besson, porque los hay. Drácula (2025) se podría disfrutar mucho más si no desprendiese constantemente la sensación de que es una película que ya hemos visto.
Reportaje de Drácula (2025) Días de Cine TVE
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