Un trance inevitable al que nunca estamos preparados para afrontar es Dying (Sterben). Así se titula precisamente el último trabajo del director alemán Matthias Glasner, presentado en la 74 Edición de la Berlinale en la Sección Oficial de Competición. Y verdaderamente tiene muchas posibilidades de ganar el ansiado Oso de Oro a Mejor Película.

Durante sus tres horas de duración se suceden escenas muy cómicas de lo puramente patéticas que son. Cualquiera de nuestras familias se puede identificar con los Lunies, una familia dispersa y caótica debido al estilo de vida que prima en la actualidad. Corinna Harfouch, en el papel de Lissy, es la ya anciana madre con achaques a quien le empieza a venir grande el hecho de cuidar a su marido, Gerd (Hans-Uwe Bauer), un hombre con demencia senil que necesita ser asistido permanentemente.



Dying (Sterben) película

Crítica de 'Dying (Sterben)'

Ficha Técnica

Título: Dying
Título original: Sterben

Reparto:
Lars Eidinger (Tom)
Corinna Harfouch
Lilith Stangenberg
Ronald Zehrfeld
Robert Gwisdek
Anna Bederke (Liv)
Hans-Uwe Bauer
Saskia Rosendahl
Tom Böttcher (Tom de joven)
Kailas Mahadevan (Doctor)
Sidney Fahlisch (Liv Lunies)
Karmela Shako (Hermana Stella)
Jens Weisser (Gerd Lunies)

Año: 2024
Duración: 180 min.
País: Alemania
Director: Matthias Glasner
Guion: Matthias Glasner
Fotografía: Jakub Bejnarowicz
Música: Lorenz Dangel
Género: Drama. Familia
Distribuidor:

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Dying (Sterben)'

Sinopsis

Los muy individuales miembros de la familia Lunies hace tiempo que no son una familia. Liss se alegra en silencio de que su demente marido Gerd se consuma lentamente en una residencia. Pero su nueva libertad dura poco: La diabetes, el cáncer y la insuficiencia renal hacen que a ella tampoco le quede mucho tiempo. Su hijo Tom, un director de orquesta de unos 40 años, trabaja en una composición titulada 'Dying' (Morir), al tiempo que se convierte en padre de alquiler del hijo de su exnovia. Ellen, la hermana de Tom, inicia un romance con el casado Sebastian, con quien comparte la afición por el alcohol.

Dónde se puede ver la película en streaming



Sálvese quien pueda

En la sociedad que vivimos, la que hemos construido entre todos, no hay tiempo para compartirlo en lo que debería ser relevante, eso es cuidar de nuestros ancianos progenitores. También es cierto que la media de vida es mucho más elevada que hace un tiempo atrás y las enfermedades geriátricas proliferan por doquier.

Incluso en países considerados como más familiares, es decir con profundo apego entre sus miembros, como en Italia, España, Portugal...la situación también ha cambiado drásticamente. En Dying (Sterben) aparece una familia alemana, pero podría tratarse de cualquier otra en cualquier parte del mundo. Cosas de la globalización.

Por un lado el trabajo nos absorbe por completo. Por otro, las propias familias que hemos formado, con niños pequeños todavía, también nos roba mucho tiempo. Quizás, con suerte para nuestros padres que van envejeciendo irremediablemente, se les hace una corta llamada de compromiso de vez en cuando.

Dirigir nuestra vida

Ser adulto no significa saber llevar bien sujetas las riendas de nuestra vida. Si no, que se lo pregunten a Tom, el hijo mayor interpretado magistralmente por Lars Eidinger. Su vida privada tiene abiertos muchos frentes, uno de ellos su compleja parte sentimental. Sin embargo, será el único de los dos hermanos que se preocupará un poco de sus padres.

Durante una de las secuencias de Dying (Sterben), él va a vivir una completa catarsis durante una conversación con su madre, mediante la cual se va a enterar de los verdaderos sentimientos de su progenitora hacia él desde que era un bebé.

La otra hija, Ellen, una alocada, alcohólica e impulsiva joven a la que da vida Lilith Stangenberg, ni siquiera es capaz de cuidar de ella misma. Intentará un acercamiento para ver a su padre moribundo, pero tan sólo será eso, un intento.

Hay un amigo de Tom, un músico con una gran dosis de narcisismo que está componiendo una peculiar obra titulada "Muerte" y de la que Tom se encarga de dirigir. Él aportará una nota excéntrica a la ya de por sí singular película.

Morir cada día, lentamente

En Dying (Sterben) se reflejan, como en un espejo, las diferentes maneras de morir, poco a poco, cada vez que nuestros sentimientos son heridos.

Cuando nuestros seres queridos nos ignoran, una parte de nosotros queda herida de muerte. Cuando algún amigo nos traiciona, también algo muere dentro de nosotros. Cuando descubrimos los verdaderos sentimientos que despertamos en personas que fingen un cariño que es falso o de conveniencia, otro pedazo nuestro perece.

Conclusión de 'Dying (Sterben)'

Con unos extraordinarios diálogos en boca de unos peculiares personajes que nos recuerdan en algunos aspectos a nosotros mismos, convierten Dying (Sterben) en una entrañable tragicomedia que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia vida. Sobre la sociedad que estamos creando y en la que tenemos que vivir, nos guste o no.

Como un coloreado puzle de muchas piezas, todo va encajando a medida que se va conociendo la particular personalidad de cada uno de los personajes, todos ellos magistralmente interpretados.

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CINEMAGAVIA
9 / 10
90 %
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Irene Abecia Navarro
Tras una gran parte de mi vida viajando por Europa y ejerciendo de Guía Turística, considero que ha llegado el momento de contar otras historias. He publicado tres novelas tituladas "Más que palabras" , "Al otro lado del tiempo" y "Un mundo perdido", y estoy escribiendo la cuarta en la actualidad; además, preparándome para Guionista Literario. Considero que sólo podemos elegir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado...y no es infinito, por eso, procuro aprovechar todas las oportunidades que se presenten. El cine es una de mis grandes pasiones, así que estoy disfrutando de esta excepcional ocasión.
dying-sterben-pelicula-criticaCon unos extraordinarios diálogos en boca de unos peculiares personajes que nos recuerdan en algunos aspectos a nosotros mismos, convierten Dying (Sterben) en una entrañable tragicomedia que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia vida. Sobre la sociedad que estamos creando y en la que tenemos que vivir, nos guste o no. Como un coloreado puzle de muchas piezas, todo va encajando a medida que se va conociendo la particular personalidad de cada uno de los personajes, todos ellos magistralmente interpretados.

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