El enigma de otro mundo (The thing from another world) es una interesantísima muestra de la clásica ciencia ficción cinematográfica de los años 50, en conjunción con el género de terror. Se inspira en el relato de John W. Campbell Who goes there? Si bien la dirección está acreditada a Christian Nyby (Bonanza, El fugitivo) sigue quedando la duda sobre si su autor real es Howard Hawks (El sueño eterno, Luna nueva). En el reparto destacan Kenneth Tobey (Escrito bajo el sol, Gremlins), Robert Cornthwaite (¿Qué fue de Baby Jane?, La guerra de los mundos) y Margaret Sheridan (Su juego favorito, Corea, hora cero). La versión más célebre del relato inspirador es La cosa (1982), de John Carpenter, llegando a oscurecer esta primigenia película. No obstante, es de recibo recordarla y estimarla como se merece.
Crítica de 'El enigma de otro mundo'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El enigma de otro mundo
Título original: The Thing from Another World
Reparto:
Margaret Sheridan (Nikki Nicholson)
Kenneth Tobey (Capitán Patrick Hendry)
Robert Cornthwaite (Dr. Arthur Carrington)
Douglas Spencer (Ned Scott)
James R. Young (Teniente Eddie Dykes)
Dewey Martin (Bob jefe de equipo)
Robert Nichols (Teniente Ken Erickson / Teniente. Ken (Mac) MacPherson)
William Self (Cpl. Barnes)
Eduard Franz (Dr. Stern)
Sally Creighton (Mrs. Chapman)
James Arness ('La cosa')
Edmund Breon (Dr. Ambrose)
Nicholas Byron (Tex Richards)
John Dierkes (Dr. Chapman)
Año: 1951
Duración: 87 min.
País: Estados Unidos
Director: Christian Nyby, Howard Hawks
Guion: Charles Lederer. Historia: John W. Campbell
Fotografía: Russell Harlan (B&W)
Música: Dimitri Tiomkin
Género: Ciencia ficción. Fantástico
Distribuidor:
Tráiler de 'El enigma de otro mundo'
Sinopsis
La película original en la que se basó "La cosa", de John Carpenter. Famosa cinta de ciencia-ficción en la que el productor Howard Hawks planificó y supervisó todo el rodaje.
Un visitante hostil de otro planeta es detectado por una estación de radar situada en el ártico. (Filmin)
Dónde se puede ver la película en streaming
Llegó del espacio
El enigma de otro mundo es uno de los pistoletazos de salida de una excelente cosecha de películas de ciencia ficción que poblaron los años 50. Tan solo a bote pronto nos salen ejemplos tan notables como Ultimátum a La Tierra (1951), La guerra de los mundos (1953), o La invasión de los ladrones de cuerpos (1956). Películas acaso con algún toque levemente naif, sobre todo vistas con ojos de hoy en día, pero fiel reflejo de los miedos de la sociedad estadounidense del momento. La temática de los ovnis, y la presencia de extraterrestres en misión de conquista, era común y no dejaba de ser la trasposición del miedo a lo desconocido, del visitante extraño con intenciones hostiles. O sea, un reflejo metafórico pero cristalino de la paranoia anticomunista del mccarthismo.
En El enigma de otro mundo podemos ver estos temores. La figura ominosa del alienígena y sus pretensiones de invasión, y la desconfianza sobre ciertos avances científicos, en pleno inicio de la era nuclear, se pueden identificar con el miedo al comunismo en EE.UU. Yendo al argumento, una estación científica situada en el Polo Norte capta unas extrañas perturbaciones magnéticas, y fotografía un insólito objeto caer sobre La Tierra. Para poder llegar a la zona de impacto, contactan con una base militar situada en Anchorage (Alaska) que a su vez envía un avión con algunos militares.
La expedición en busca del artefacto que ha hecho colisión, encuentra una aeronave de forma circular. Y lo que es más inquietante, una extraña figura antropomorfa atrapada en el hielo. Entre el entusiasmo y el recelo, la expedición decide llevarse consigo a la base este inquietante descubrimiento. Poco cuesta imaginar que la decisión será bastante arriesgada.
Cuestión de monstruos
El enigma de otro mundo es uno de los arquetipos donde se fijará el posterior cine de ciencia ficción en el que una criatura alienígena pretende exterminar a todo ser humano viviente en un entorno cerrado. Como máximo exponente, claro está, tenemos a Alien (1979). No obstante, el "monstruo" de El enigma de otro mundo tiene algunas peculiaridades. Es como un compendio de los principales monstruos de la Universal. En un inicio, cuando está prisionero en lo que podría ser su sarcófago de hielo, puede evocar a La Momia. Una vez despierto se descubre que se alimenta exclusivamente de sangre, lo que nos hace pensar en Drácula. Su forma de andar errática, y su constitución agigantada recuerdan a Frankenstein.
El diseño del alienígena en algunos momentos puede llegar a ser decepcionante. De un lado porque quizá esperábamos una forma más arbórea (no hay que olvidar que es un ser de origen vegetal) y no tan antropomorfa. De otro, la caracterización no es particularmente aterradora. Seguramente por los rigores presupuestarios de la serie b. Sin embargo, con este cine se puede recurrir a otra virtudes. Y eso ocurre con El enigma de otro mundo. Se basa más en la atmósfera, en la sugestión, sosteniendo la premisa de que no ver a veces al bicho puede provocar más ansiedad. Lección que aplicaría, por ejemplo, Spielberg en Tiburón (1975).
En este aspecto la película es sobresaliente, el objetivo principal de crear un ambiente paranoico, tenso y expectante se cumple de sobra. También encontramos algunos elementos extraños, casi surreales, pero sumamente inquietantes. Véase, a modo de ejemplo, la absolutamente inusual auscultación que lleva a cabo un médico en un momento dado.
Los personajes de El enigma de otro mundo
En El enigma de otro mundo a la hora de analizar los personajes, encontramos dos tipos principales. Cada uno con objetivos y mentalidades opuestos. Los científicos, y sobre el implacable doctor Carrington (Robert Cornthwaite), partidario de conservar y proteger a la criatura, a pesar de su hostilidad y del riesgo para sus vidas. Piensa que se trata de un descubrimiento histórico y una fuente de conocimiento indecible. Por su lado los militares, ven claramente que se trata de una amenaza no solo para sus vidas, sino para todo el planeta. La solución no pasa por estudiarlo o tratar de comunicarse con él. La solución es exterminarlo. A la cabeza de esta facción se encuentra el capitán Patrick Hendry (Kenneth Tobey).
La película toma partido por el bando militar. De forma acertada, pues el monstruo no es precisamente un compendio de diplomacia. Es un depredador que se alimenta de sangre. Sin embargo, no se puede evitar ver cierto subtexto que enlaza directamente con el contexto político del momento. El temor propagado por el senador McCarthy hacia una invasión hostil por parte del bloque soviético. El miedo al otro. También cierta desconfianza hacia la ciencia, vista como imprudente. Capaz de dividir el átomo, pero también de iniciar una era de terror nuclear.
Carpenter en su celebérrima versión se despoja de este trasfondo y apuesta por una especie de duelo de supervivencia casi darwiniano entre el alienígena y el ser humano. Precisamente la versión de Carpenter es más fiel al relato original, donde la criatura puede adoptar diversas formas, incluida la humana. Puestos a comparar versiones, la de 1982 probablemente sea superior, John Carpenter en plena forma es extraordinario, pero normalmente la de 1951 es vista con cierta condescendencia. Como relegada a un papel de segundona para nada merecido.
¿Howard Hawks o Christian Nyby?
Volviendo a John Carpenter, éste siempre sintió devoción por Howard Hawks. Se puede ver desde Asalto a la comisaría del distrito 13 (1976), considerada una variación de Río Bravo (1959). Que iba a hacer algo relacionado con El enigma de otro mundo se veía venir. Si no vean qué película están viendo Jamie Lee Curtis y los niños, antes de que llegara Michael Myers para liarla parda en La noche de Halloween (1978). ¿Pero cuánto tuvo que ver Hawks con El enigma de otro mundo?. Mucho, sin duda Es una de las dos películas que produjo con su propio productora: Winchester Pictures ( junto con RKO en este caso).
Siempre han existido rumores de que Howard Hawks supervisó absolutamente todo el rodaje, y que Christian Nyby no tuvo mucho que ver con el resultado final. Una cuestión similar a la de Poltergeist (1982), cuya autoría sigue basculando entre Tobe Hooper y Steven Spielberg. Nyby había sido el montador de varias películas de Howard Hawks como El sueño eterno (1946) o Río Rojo (1948) y no falta gente que dice que acreditó a Nyby como director en "agradecimiento" a sus servicios anteriores.
El caso es que la película sí que tiene ciertos elementos de Hawks: la camaradería, el sentido del deber de los personajes, el perfecto y ágil sentido del ritmo... Los testimonios son contradictorios, algunos actores atribuyen la autoría íntegramente a Nyby, y otros a Hawks. En cualquier caso el resultado fue excelente. Por no hablar de la participación del gran Dimitri Tiomkin en la partitura y la misteriosa fotografía de Russel Harlan, coadyuvantes a la conseguida atmósfera de la película.
Conclusiones de 'El enigma de otro mundo'
El enigma de otro mundo merece por derecho propio la categoría de clásico de la ciencia ficción. Acumula virtudes notables, como una conseguida atmósfera de claustrofobia y angustia. Dentro del cine de género es prácticamente pionera en algunas temáticas, construyendo arquetipos sobradamente reutilizados más tarde. También es una ventana simbólica al sentido de la paranoia de los años 50 y la Guerra Fría, cuando mucha gente miraba con aprensión los peligros que podían llegar del cielo.
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