El instinto, ópera de prima de Juan Albarracín protagonizado por un trío estelar formado por Fernando Cayo y los ganadores de un Goya Javier Pereira y Eva Llorach. Un thriller de terror en el cual un arquitecto desesperado por su agorafobia se dejará ayudar por un adiestrador de perros con un trasfondo turbio. Tuvo su presentación en El Festival de Cine de Terror de Molins de Rei pocas semanas de verse mundialmente por primera vez en el festival Abycine. Estreno el 16 de mayo de 2025 en salas de cine españolas
Crítica de 'El instinto'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El instinto
Título original: El instinto
Reparto:
Javier Pereira (Abel)
Fernando Cayo (José)
Eva Llorach (Sonia)
Silvia Conesa (Madre)
Pepe Villena (Padre)
Rocío Bernal (Elisa)
Nicolás Edo (Abel Niño)
Año: 2024
Duración: 92 min.
País: España
Director: Juan Albarracín
Guion: Juan Albarracín
Fotografía: Iván Émery
Música: Pablo Serrano
Género: Thriller
Distribuidor: Barton Films
Tráiler de 'El instinto'
Sinopsis
Abel es un arquitecto cuya carrera está en grave peligro debido a la agorafobia que padece. En el estudio le dan un ultimátum para que trabaje de forma presencial, como quieren los clientes. El tratamiento psicológico que lleva a cabo no le da resultados y a lo único que puede agarrarse es a la oferta que le hace José, un experto adiestrador de perros. Abel debe decidir entre rechazar la oferta y poner fin a su prometedora carrera o aceptar y someterse al tratamiento del adiestrador canino. (Barton Films)
Dónde se puede ver la película en streaming
El miedo como único hogar
Abel no sale de casa hace tres años, pero su prisión no tiene barrotes, es la agorafobia, que lo ata más que cualquier cadena. El instinto nos arrastra a un juego perverso donde la terapia se parece más a un entrenamiento para perros que a un tratamiento humano. José, un adiestrador con métodos cuestionables, promete curarlo usando técnicas de obediencia canina.
El resultado, una espiral de ejercicios humillantes y pruebas que convierten la recuperación en un reality sádico. La premisa es original, sí, pero a veces parece un cruce entre El método y un manual del encantador de perros.
Minimalismo que asfixia
Juan Albarracín, con tan solo 25 años, demuestra que el talento no entiende de edad. Encierra al espectador en la casa rural de Abel, usando planos tan cerrados que hasta las paredes parecen sudar angustia.
La división de El instinto en capítulos funciona como un reloj contando hacia atrás. Sabes que algo explotará, pero no cuándo, eso sí, el ritmo cojea en el segundo acto, donde ciertos añadidos que no aportan nada rompen la tensión que se había ido creando poco a poco.
El cuerpo como campo de batalla
Javier Pereira interpreta a Abel con los nervios a flor de piel, no necesita gritar, le basta un temblor en las manos o una mirada perdida hacia la puerta para transmitir pánico.
Fernando Cayo, como José, es un villano increíble que dan ganas de silbar y aplaudir, mitad gurú, mitad manipulador, su sonrisa tranquilizadora es más inquietante que un cuchillo. Eva Llorach, aunque con poco tiempo en pantalla, logra que Sonia no sea solo la ex de Abel, sino que hace que sea el último cable a tierra de un hombre que ya ni recuerda quien es o que hace en el mundo.
Luces que engañan, sonidos que aprietan
La fotografía de El instinto juega al engaño. El interior de la casa es cálido, casi acogedor, mientras el exterior brilla con un sol que parece ácido. Cada vez que Abel se asoma a la puerta, la cámara se desenfoca como si el mundo fuera un cuadro impresionista mal pintado. La banda sonora, discreta, con pasos ecoicos y sin prácticamente interceder en la trama, es el personaje secundario más efectivo.
Conclusión de 'El instinto'
El instinto destaca por ser un ejemplo de cine de bajo presupuesto que aprovecha la agorafobia como motor narrativo en una única localización, creando un thriller psicológico claustrofóbico. Sus mayores aciertos son las actuaciones de Javier Pereira y Fernando Cayo y la atmósfera tensa creada por la fotografía y el sonido. No obstante, su ritmo desigual y la previsibilidad de ciertos giros le restan impacto.
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