El 17 de enero de 2025 llega a los cines la comedia francesa El juicio del perro, primera película como directora de la actriz Laetitia Dosch. Inspirada en el proceso real de un hombre francés que fue llevado a juicio por los ataques y mordeduras de su perro (un caso que llegó incluso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos), Dosch construye una divertida sátira sobre la relación del ser humano con los animales.
Crítica de 'El juicio del perro'
Resumen
Ficha Técnica
Título: El juicio del perro
Título original: Le procès du chien / Dog on Trial
Reparto:
Laetitia Dosch (Avril Lucciani)
François Damiens (Dariuch Michovski)
Jean-Pascal Zadi (Marc)
Anne Dorval (Roseline Bruckenheimer)
Pierre Deladonchamps (Jérôme)
Anabela Moreira (Lorene Furtado)
Tom Fiszelson (Joachim (12 años))
Mathieu Demy (El juez (sala grande))
Año: 2024
Duración: 83 min.
País: Francia
Director: Laetitia Dosch
Guion: Anne-Sophie Bailly, Laetitia Dosch
Fotografía: Alexis Kavyrchine
Música: David Sztanke
Género: Comedia
Distribuidor: Filmin
Tráiler de 'El juicio del perro'
Sinopsis
Basada en hechos reales, esta es la increíble historia de una abogada y su cliente, un perrito llamado Cosmos.
Avril, una joven abogada especializada en la defensa de los animales, está dispuesta a todo para salvar a su cliente, un perro reincidente, de la pena capital. Entre la creencia en la justicia y las crecientes dificultades para soportar el desprecio de los humanos por los animales, es este perro quien ayudará a Avril a aceptar su complejidad humana. (Filmin)
Dónde se puede ver la película en streaming
Una sátira con más ladridos que mordidas
La historia sigue a Avril, una joven abogada idealista que acepta defender a un perro acusado de ser un peligro para la sociedad. El caso, que recuerda a los juicios medievales a animales, se convierte en un espectáculo mediático que pone a prueba la paciencia y la integridad de Avril.
Aunque la premisa es prometedora y plantea preguntas interesantes sobre la justicia y el antropomorfismo, el guion no desarrolla estas ideas con la profundidad o el humor necesarios para dejar una impresión duradera. En lugar de explorar a fondo el absurdo de la situación, El juicio del perro recurre a clichés del género judicial y momentos cómicos que, aunque divertidos, no logran sostener la narrativa.
Un enfoque que no encuentra el equilibrio
Laetitia Dosch apuesta por un tono satírico que oscila entre el humor absurdo y la crítica social, pero esta mezcla no siempre resulta efectiva. Aunque algunas escenas logran destacar por su ingenio y frescura, el ritmo desigual y la falta de cohesión tonal dificultan que la película mantenga el interés del espectador.
El concepto visual de El juicio del perro, que combina los decorados austeros de los tribunales con momentos más estilizados para resaltar lo surrealista de la situación, funciona en ocasiones, pero no logra ser lo suficientemente innovador para compensar las carencias narrativas.
Una protagonista comprometida, pero limitada
Laetitia Dosch, que interpreta a Avril, entrega una actuación carismática, capturando tanto la pasión idealista de su personaje como las frustraciones de enfrentarse a un sistema judicial que se burla de su compromiso. Sin embargo, el material que le proporciona el guion no le permite profundizar en la evolución de su personaje ni explotar todo su potencial cómico y dramático.
El resto del elenco, compuesto por figuras como el juez excéntrico, el fiscal rígido y los testigos extravagantes, aporta momentos de humor, pero sus roles se sienten demasiado arquetípicos, limitando su impacto en la trama.
Una puesta en escena funcional
La fotografía es correcta, pero no destaca particularmente. Los escenarios del tribunal y los espacios urbanos reflejan una intención de contraste entre lo serio y lo ridículo, pero no se aprovechan lo suficiente para crear un ambiente visualmente memorable.
El diseño sonoro y la música son discretos, con pocas intervenciones que realmente aporten algo significativo al tono de El juicio del perro.
Conclusión de 'El juicio del perro'
El juicio del perro es una comedia que parte de una premisa interesante y original, pero que no logra desarrollarla de manera consistente o memorable. Laetitia Dosch ofrece momentos de ingenio y humor, pero la película carece de la cohesión narrativa y la profundidad temática necesarias para destacar dentro de la sátira judicial.
Es entretenida en algunos momentos, pero no consigue aprovechar al máximo su potencial para ofrecer una experiencia verdaderamente impactante o hilarante.
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