Basada en la novela La Ley del menor, El veredicto cuenta con un guion escrito por el propio novelista Ian McEwan para relatar esta sensacional historia que cala hasta lo más profundo del ser. Dirigida por Richard Eyre (Diario de un escándalo, o la miniserie de TV The Hollow Crown: Henry IV), y protagonizada por Emma Thompson y Stanley Tucci. Estreno el 23 de Noviembre.
Crítica de El veredicto (La ley del menor)
Resumen
Ficha técnica
Título: El veredicto (La ley del menor)
Título original: The Children Act
Reparto:
Emma Thompson (Fiona Maye)
Stanley Tucci (Jack Maye)
Fionn Whitehead (Adam Henry)
Jason Watkins (Nigel Pauling)
Ben Chaplin (Kevin Henry)
Año: 2017
Duración: 105 minutos
País: Reino Unido
Director: Richard Eyre
Guion: Ian McEwan
Fotografía: Andrew Dunn
Música: Stephen Warbeck
Género: Drama
Distribuidor: Vértigo Films España
Tráiler de El veredicto (La ley del menor)
Sinopsis
Mientras su matrimonio con Jack (Stanley Tucci) se hunde, la eminente jueza de la Corte Suprema Fiona Maye (Emma Thompson) tiene que tomar una decisión que cambiará su vida. ¿Debe obligar al adolescente, Adam (Fionn Whitehead), a recibir una transfusión de sangre que podría salvar su vida?
Su inusual visita al hospital causa un profundo efecto en ambos, agitando nuevas emociones en él y despertando sentimientos latentes en ella. (Vértigo Films España)
Premios
- Festival Internacional de Cine de Noruega: Premio Andreas (Richard Eyre). 2018
Dónde se puede ver la película
Exploración más allá del bien y del mal
Partiendo de un tema controvertido y complejo como es la supervivencia y la lucha por su derecho, el film plantea la cuestión con justicia sin evadir la crudeza social, religiosa y familiar. ¿Hasta qué punto vendemos nuestras elecciones a ciertas causas? ¿Qué sentido le damos a la vida y a aquellos que forman parte de nuestro camino? ¿Es la salvación obra del destino, de la mano de los demás, o de nuestros pasos?
El veredicto permite que el público analice la situación de los personajes hasta adentrarse en su piel. Todo gracias a una mezcla donde cohabitan la carga dramática y el tono humorístico de una manera correcta y cercana. Y también a una banda sonora y a un empleo de componentes literarios y musicales que despiertan la compasión y la empatía.
Mirada al interior
En esta época contemporánea, es necesario recordar que los precipicios a los que nos enfrentamos éticamente y que las decisiones que tomamos a diario nos convierten en quienes somos. Y es justo ahí donde El veredicto consigue conectar con el espectador.
- Habla del dilema de escuchar dentro de nosotros mismos y en la fragilidad de las consecuencias.
- Trata las posturas defensivas, duras y extremistas y el deseo de proteger y mantener a nuestro lado a las personas a las que apreciamos.
- Nos embarca en la batalla por preservar la salud y la fe.
El talento de las estrellas
En El veredicto las interpretaciones son excepcionales. Los secundarios cumplen su misión, pero los principales son supremos.
Stanley Tucci trabaja con naturalidad, moviéndose entre la comedia y los momentos sentimentales con soltura y aportando determinación al personaje.
Emma Thompson es la reina de la sala. El hada de la varita cuyas elecciones abren y cierran puertas dentro y fuera del mundo de la ley. No solo transmite rectitud y elegancia. Integra en Fiona las inseguridades y los temores de una mujer que ha construido un muro ante su entorno. La jueza se apoya en su atmósfera laboral para sobrellevar la tormenta de emociones que tiene dentro y que no exterioriza. Su ferviente deseo de hacer el bien y de ejercer la autoridad consumen sus sueños e intoxican su visión. Y, por ello, esta se torna más fría y cerrada según deja que los casos sean su única fuente de autorrealización. Sin embargo, detrás de su carisma se encuentra alguien con más preguntas que respuestas. Una esposa con más debilidad que coraje para enfrentar sus sentimientos y los de los demás.
Fionn Whitehead abraza su papel con exquisita intensidad. Su actuación es un poema de carne y hueso. Se convierte en una maravillosa construcción lírica que transmite más allá de las palabras y los actos. El joven protagonista de Dunkerque sabe cómo dotar al personaje de inocencia, picardía, dulzura y sensibilidad. Vemos su vulnerabilidad y, a la vez, su fuerza vital. Los matices, la evolución psicológica y la voluntad de Adam fluyen a través de él con pasional maestría. Sus minutos en pantalla son puro corazón.
Este personaje representa el canto de un alma que percibe la belleza del mundo. De un chico que ama la vida por encima de las banalidades, de la crueldad y del dolor. El espíritu de alguien que busca comprender el significado de la existencia, la libertad y las conexiones personales. Pero también es el llanto de un ser humano cuya soledad interior es el verdadero pozo de oscuridad. El cáncer real: la profunda y sangrante herida de la desdicha. El poder de la tristeza y el miedo al vacío (ya sea en esta tierra o en los reinos lejanos de la muerte).
La adaptación del año
Y con ese conmovedor trabajo, un millón de aplausos seguirán siendo pocos para reconocer el talento y el amor con el que se ha realizado esta pieza de arte. Una historia única para reflexionar sobre la moralidad, los límites de la ley (tanto la del corazón como la del Estado), y la capacidad del arte y del contacto humano para sanar vidas.