Teatro de la Abadía y Teatro Real aúnan fuerzas con su tercera producción, el estreno de Pierrot Lunaire, que verá la luz del 22 al 25 de febrero en el Teatro de la Abadía. Esta obra de Arnold Schönberg vendrá precedida de un prólogo, Narciso. Dirigida musicalmente por Jordi Francés, cuenta con la dirección escénica de Xavier Sabata, quién también protagoniza la pieza. Producción original del Gran Teatre del Liceu, se representará en la Sala Juan de la Cruz.
Estreno de 'Pierrot Lunaire'
En 2021, el Teatro Real y el Teatro de La Abadía se aúnan con el objetivo de acercar la ópera de pequeño formato a nuevos públicos. De esta manera, nace como primera coproducción Marie, una ópera original del compositor Germán Alonso con libreto de Lola Blasco; después será Extinción, un proyecto con Agrupación Señor Serrano a partir de música de Joan Cererols, en abril de 2022. Ahora llega el estreno de Pierrot Lunaire con un prólogo: Narciso. Ideado por Xavier Sabata, que firma la dirección escénica y es el contratenor que la interpreta, con dirección musical de Jordi Francés.
La propuesta parte de una producción original del Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Para ejecutar la pieza el director musical Jordi Francés actuará con un pianista y cuatro solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real: Pilar Constancio (flauta y piccolo), Ildefonso Moreno (clarinete y clarinete bajo), Sonia Klikiewicz (violín y viola), Natalia Margulis (violonchelo) y Karina Azizova (piano).
No había elección mejor para cumplir con la necesidad de acercar la ópera del repertorio contemporáneo a públicos más allá de los estrictamente musicales que Arnold Schönberg, compositor fundamental para entender el cambio de paradigma en la creación musical del siglo XX, no solo en forma, también en la elección de temas y contenidos. Al hilo del 150º aniversario del nacimiento de Schönberg que se celebra en este 2024, más allá de este proyecto el Teatro Real estrenará una nueva producción de su pieza Erwartung (La espera) en el mes de marzo.
Pierrot Lunaire de Schönberg
Pierrot Lunaire es una de las primeras obras que Arnold Schönberg escribe con lenguaje atonal. Estrenada en 1912, el compositor arroja sobre ella una nueva forma de hacer música, más expresiva, sin el encorsetamiento de la tonalidad y la armonía. Aunque completa su sistema dodecafónico posterior a esta obra, con ella abre camino y estamos ya en un cambio radical en el arte de componer. Nace un nuevo horizonte en la investigación compositiva. Encargada por la actriz y soprano Albertine Zehme, que le pide la música para sus recitales de poesía. Schönberg utiliza su particular Sprechgesang, una especie de canto hablado muy vinculado a la expresividad y prosodia del alemán.
Toma como libreto veintiún poemas del escritor simbolista belga Albert Giraud, traducidos del francés al alemán. “Cuesta discernir cuándo habla Giraud y cuándo Pierrot, pero es una de las obras sobre este personaje más importantes de la historia de la literatura”, asegura el contratenor Xavier Sabata. “Una pieza llena de violencia, de rabia y, lo que me parece más importante, esa necesidad de aislamiento para entenderse y escoger a la luna como única fuente de diálogo”, continúa.
Nueva expresividad
Durante toda su carrera, Schönberg buscó una nueva expresividad para una nueva época histórica, de ese concepto de “nuevo” nace la ruptura con la música clásica anterior, pero también es necesario entender lo que el compositor denominó como “sonido originario”. Es de ahí de donde nacen algunos escritos de la época que apuntan que estamos ante una propuesta vocal más primitiva. En este sentido, la argumentación alrededor de la figura de Pierrot se une a esa contextualización histórica de su creación.
Ofrece a Pierrot otro campo de significación, tratándolo como ese personaje elevado por el romanticismo francés, un alter-ego de los artistas que no se hallan, se entienden, en un mundo nuevo. Siendo algo que está más allá de lo terrenal, la luna, su única confesora.
Un diálogo entre Narciso y Pierrot
La propuesta de Xavier Sabata une a dos personajes de la literatura universal con una aparente distancia significativa. Introduce la obra de Schönberg con un prólogo sobre Narciso compuesto por versos de la Metamorfosis de Ovidio. No es una elección azarosa. El diálogo que presenta al unir en escena de forma consecutiva estos dos personajes crea, quizás, dos caras de una misma moneda. Estamos ante un Narciso que se ahoga en su propia imagen, pero no como esa visión freudiana de lo ególatra.
Se trata de la metáfora contemporánea del anhelo de identidad. La necesidad de tener una imagen de sí mismo, para poder entenderse. En ese sentido, Pierrot Lunaire, que se ha alejado ya del personaje bufonesco de la Commedia dell’Arte, tiene una herida abierta en la incomprensión. Esta vez la del lugar que ocupa en un mundo que le es lejano. Volviendo a la necesidad de Schönberg de encontrar un sonido nuevo para una nueva era, vemos y escuchamos a un ser contemporáneo que no se entiende y que no encuentra su lugar en este nuevo mundo cambiante. Dos en uno, Narciso y Pierrot, agua y luna.
'Pierrot Lunaire' con un prólogo: 'Narciso'
Música: Arnold Schönberg
Texto: Albert Giraud y Ovidio
Dirección de escena: Xavier Sabata
Dirección musical: Jordi Francés
Interpretación: Xavier Sabata y solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real
Producción: Teatro de La Abadía y Teatro Real, a partir de una producción original del Gran Teatre del Liceu
Horarios: 19:00, excepto domingo 18:30
No te pierdas el estreno de Pierrot Lunaire, del 22 al 25 de febrero, en el Teatro de la Abadía.
FUENTE DPTO. DE COMUNICACIÓN DE TEATRO DE LA ABADÍA
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