La vida y obra del controvertido Luigi Pirandello, autor galardonado con el Premio Nobel y cercano a Mussolini, que emprende una búsqueda del amor incondicional en un viaje que lo lleva por Roma, Estocolmo, Berlín, Sicilia, Milán y Estados Unidos. Eterno Visionario, película dirigida por Michele Placido, seleccionada en la sección Cifras del Atlántida Mallorca Film Fest 2025 (del 27 de julio al 27 de agosto en Filmin)
Crítica de 'Eterno Visionario'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Eterno visionario
Título original: Eterno visionario
Reparto:
Fabrizio Bentivoglio (Luigi Pirandello)
Valeria Bruni Tedeschi (Antonietta Portulano)
Federica Vincenti (Marta Abba)
Giancarlo Commare (Stefano Pirandello)
Aurora Giovinazzo (Lietta Pirandello)
Michelangelo Placido (Fausto Pirandello)
Dajana Roncione (Hijastra)
Marcello Mazzarella (Padre)
Cosmo de La Fuente
Igor Horvat (Pierre Chenal)
Ute Lemper (Cantante de cabaret de Berlín)
Año: 2024
Duración: 112 min.
País: Italia
Director: Michele Placido
Guion: Michele Placido, Toni Trupia
Fotografía: Michele D'Attanasio
Música:
Género: Drama. Biográfico
Distribuidor:
Tráiler de 'Eterno Visionario'
Sinopsis
En 1934, mientras el dramaturgo Luigi Pirandello viaja a Estocolmo para recibir el Premio Nobel, revive el drama y la magia de sus seres queridos, quienes inspiraron su vida y su arte. Pirandello recuerda la locura de su esposa, la tormentosa relación con sus hijos, su controvertida postura ante el fascismo y su amor por Marta nAbba, la joven actriz que se convirtió en su musa. (Filmin)
Dónde se puede ver la película en streaming
Una vida, demasiados hilos
Eterno Visionario intenta seguir el recorrido vital de Pirandello desde su Sicilia natal hasta su consagración mundial, pasando por momentos clave de su vida personal, profesional y política. Se toca su relación conflictiva con sus hijos, su conexión con el régimen fascista de Mussolini, sus pasiones amorosas idealizadas y su obsesión con la identidad, el arte y el teatro. Todo está, pero nada está del todo, el guion salta de una ciudad a otra y de una faceta a otra del personaje con una rapidez que impide que algo termine de asentarse.
A veces parece que estamos viendo un resumen ilustrado de una biografía extensa. Los hechos se suceden con rapidez, sin espacio para el desarrollo dramático ni para la exploración emocional real. Pirandello aparece como un genio atormentado, sí, pero no llegamos a comprender de verdad sus contradicciones, ni a sentir el impacto emocional de sus decisiones.
Ambición sin control
Michele Placido demuestra, como en otros trabajos suyos, una sensibilidad visual marcada y una clara intención de dignificar la figura retratada, sin embargo, aquí la ambición le juega en contra. Eterno Visionario quiere ser muchas cosas, retrato íntimo, fresco histórico, reflexión artística y épica personal, el resultado es una dirección sobrecargada, que no logra encontrar un tono unificado.
Hay escenas potentes que muestran la capacidad de Placido para generar atmósferas, pero esas islas de inspiración se ven diluidas por una estructura narrativa desordenada, que acumula episodios sin una lógica emocional clara. Da la sensación de que el director quiso plasmar todas las facetas de Pirandello sin preguntarse cuáles eran realmente necesarias para entenderlo.
Más forma que alma
Fabrizio Bentivoglio, que encarna a Pirandello, ofrece una interpretación sobria, elegante y correcta, pero le falta el fuego interior que uno esperaría en alguien que escribió Seis personajes en busca de autor o que gano un Nobel. Su Pirandello es serio, reflexivo, pero también algo frío, no hay destellos de genio, ni verdaderos abismos emocionales, y eso le resta humanidad al personaje.
El reparto secundario cumple, pero sin grandes momentos, los actores que interpretan a sus hijos y a sus parejas aparecen y desaparecen con rapidez, sin que se construyan relaciones verdaderamente memorables.
Luces que no iluminan
El diseño de producción de Eterno Visionario es ambicioso, y se agradece el esfuerzo por recrear con verosimilitud los distintos escenarios por los que transcurre la vida de Pirandello, desde las minas sicilianas hasta el Berlín expresionista y los salones de premios internacionales. La fotografía es cálida y algo académica, pero cumple, sin embargo, ese despliegue técnico no se pone al servicio de una narrativa emocional coherente todo luce bien, pero no se siente.
La música, con toques solemnes, a veces cae en la sobre explicación emocional, subrayando momentos que deberían tener fuerza por sí solos. El montaje, demasiado apurado en ocasiones, contribuye a esa sensación de fragmentación que debilita el conjunto.
Conclusión de 'Eterno Visionario'
Eterno Visionario es una película que quiere rendir homenaje a uno de los grandes genios de la literatura europea, pero termina atrapada en su propia grandilocuencia. Falta foco, falta emoción real, y sobra la sensación de que se ha intentado hacer una película “importante” antes que una película viva. Pirandello, que hizo de la duda y del desdoblamiento su marca artística, merecía un retrato menos lineal y más osado.
Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM