El pasado 11 de octubre se estrenó Frankie y Johnny en el claro de luna, nueva producción del Teatro Lara. Escrita originalmente por Terence McNally, esta adaptación está dirigida por Pilar Massa y traducida por Manuel Benito. El reparto está formado por Fátima Baeza y Guillermo Manuel Ortega, con la voz de José Luis Torrijos. Se representa los viernes y sábados a las 18:15 horas en la Sala Lola Membrives del Teatro Lara.



Frankie y Johnny en el claro de luna

Crítica de 'Frankie y Johnny en el claro de luna'

Ficha Técnica

Título: Frankie y Johnny en el claro de luna
Título original: Frankie and Johnny in the Clair de Lune

Reparto:
Fátima Baeza (Frankie)
Guillermo Manuel Ortega (Johnny)
José Luis Torrijo (Voz)

Duración: 85 min. aprox.
Dirección: Pilar Massa
Versión y traducción: Manuel Benito
Autoría: Terrence McNally
Ayudante de dirección:
Ana Caso
Escenografía:
Carlos Brayda
Auxiliar de escenografía: Ramiro Coyago
Iluminación:
Cía de la Luz
Producción:
Antonio Fuentes (Teatro Lara)
Producción ejecutiva:
Clara Ortega Bosch
Producción: Teatro Lara

Sinopsis de 'Frankie y Johnny en el claro de luna'

En un pequeño, pequeñísimo apartamento, en un barrio de Manhattan, los dos protagonistas, Frankie y Johnny están haciendo el amor, llegando al clímax de la que ha sido -para Frankie- una relación de una noche; -para Johnny- la conexión, el inicio del camino hacia el amor.

Son compañeros de trabajo desde hace tiempo. Él, cocinero y ella camarera en un restaurante griego de algún lugar de Nueva York. Johnny es persistente, intenso, implacable, entrometido y romántico; con su entusiasmo inagotable intenta convencer a Frankie de que es su alma gemela, Frankie le responde desde la soledad, el hastío, el dolor y el sarcasmo como autodefensa. Le gustaría creer a Johnny pero la experiencia no se lo permite. Todavía.

A medida que transcurre la noche en este “aquí y ahora” que es Frankie y Johnny en el claro de luna vamos conociendo el pasado y las reveladoras circunstancias de cada uno. Antes del amanecer Johnny llama a una emisora de radio para pedir “la música más hermosa jamás escrita”, entonces, el “Claro de luna” de Claude Debussy entra en escena como un personaje más.

Y gradualmente, los miedos, las diferencias y los argumentos tan contrarios entre los protagonistas empiezan a convivir con la esperanza, la posibilidad y las coincidencias.

Pero lejos de ser una comedia romántica edulcorada, Frankie y Johnny, la premiada obra de McNally es realista, cotidiana, íntima y transparente.

Un refugio para salvaguardar la autoestima y cerrar heridas pasadas. (TEATRO LARA). 



Frankie y Johnny en el claro de luna
Foto de Teatro Lara

Lamiendo sus heridos

Han pasado más de 35 años desde el estreno original de Frankie y Johnny en el claro de luna, un texto que fue todo un éxito en el Off-Broadway a finales de los años ochenta. El libreto presenta a dos personajes azotados por la soledad y el deseo de vivir una conexión genuina, aunque desde primas muy diferentes y alejados en un primer momento. Uno de los aspectos más interesantes de la dramaturgia es la visibilidad de una serie de pensamientos en torno a las relaciones, que permiten vislumbrar el avance social que se ha producido desde entonces. Por ello, resulta fundamental contextualizar la pieza dentro de su tiempo y no con la mirada actual. De esta forma, la obra invita al debate, al evidenciar algunos comportamientos que hoy ya no se perciben como naturales.

Por otra parte, la construcción de los personajes es cercana y revela personalidades concretas y firmes que se van consolidando mediante diferentes detalles que se van desvelando a lo largo de la pieza. La comedia es otro de los elementos destacables de esta producción, que mantiene la esencia original del texto. El humor va calando por diferentes lugares, provocando sonrisas en el espectador en varios momentos y demostrando la conexión que logra con lo que sucede en escena. La traducción del libreto es fiel al material original, aunque se podría haber tomado algunas licencias para hacer ciertas expresiones más orgánicas y menos literales.

Teatro Lara
Foto de Teatro Lara

Un viaje en el tiempo

Fátima Baeza y Guillermo Manuel Orterga son los encargados de dar vida a Frankie y Johnny en el claro de luna. Guillermo Manuel Ortega realiza un trabajo interpretativo muy cuidado, atento a cada detalle. Desde su primera aparición en escena busca una identidad clara para su personaje, y lo consigue. Gracias a ello, el público conoce a la perfección a su Johnny, al que eleva con su gestualidad, su movimiento en escena y su corporalidad. Una interpretación estupenda. Por su parte, Fátima Baeza construye una Frankie marcada por su bagaje emocional. La actriz protagoniza escenas muy poderosas y maneja la comedia con contundencia. Como apunte a mejorar, desde la dirección podría explorar una construcción algo más costumbrista. En conjunto, es importante subrayar la química entre los dos actores.

Uno de los aspectos más relevantes de este montaje es la producción que hay detrás. El diseño del espacio es magnífico: estético, funcional y confeccionado con muy buen gusto. Permite que los actores puedan usarla a su favor, aportando dinamismo en varias escenas. Cada detalle está pensado y se nota una preparación concienzuda. El movimiento escénico y el aprovechamiento de los distintos espacios son todo un acierto. Por otra parte, la música es un elemento fundamental, que podría tener algo más de presencia. El ritmo general es constante, aunque se podrían introducir momentos más álgidos para potenciar la intesidad del montaje. No obstante, el resultado global es notable y constituye un acierto en su representación.

Frankie y Johnny en el claro de luna
Foto de Teatro Lara

Conclusión

Frankie y Johnny en el claro de luna explora las heridas emocionales mediante un montaje que refleja la conexión y el sentimiento entre sus protagonistas, manteniéndose fiel a su texto original. La obra ofrece una mirada interesante sobre las relaciones de finales de los años ochenta y permite reflexionar sobre su contraste con la actualidad. Fátima Baeza y Guillermo Manuel Ortega construyen una química estupenda, apoyada en la calidad de sus interpretaciones. La propuesta escénica está muy cuidada, con el detalle al milímetro, siendo uno de los elementos mejor valorados del conjunto. Una noche de pasión que torna en ilusión, abriendo una ventana para que el público asista a esta cita junto a ellos.

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Diego Da Costa
Subdirector de Cinemagavia. Comunicólogo audiovisual por la UCM y Máster en Comunicación en la Red por la UNED. Miembro de EGEDA (Premios Forqué) e Ingeniero Audiovisual en Ricoh España. Co-creador de la compañía artística La Joie de la Colina. Como diría Elizabeth Taylor: "Las ideas mueven el mundo sólo si antes se han transformado en sentimientos".
frankie-y-johnny-en-el-claro-de-luna-critica-teatroExplora las heridas emocionales mediante un montaje que refleja la conexión y el sentimiento entre sus protagonistas, manteniéndose fiel a su texto original. La obra ofrece una mirada interesante sobre las relaciones de finales de los años ochenta y permite reflexionar sobre su contraste con la actualidad. Fátima Baeza y Guillermo Ortega construyen una química estupenda, apoyada en la calidad de sus interpretaciones. La propuesta escénica está muy cuidada, con el detalle al milímetro, siendo uno de los elementos mejor valorados del conjunto. Una noche de pasión que torna en ilusión, abriendo una ventana para que el público asista a esta cita junto a ellos.

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