Girlhood (2014) es la tercera película de la directora Céline Sciamma, ganadora a Mejor guion en Cannes por Retrato de una mujer en llamas (2019). En su familia o en la calle, Marieme (Karidja Touré) solo conoce la jerarquía, así descubre la horizontalidad y la autodefensa en hermandad. Lo esencial de Girlhood (Bande de filles) es conocerse en sororidad, como Rihanna sintetiza: “cuando me abrazas, estoy viva”. Amarse a una misma y a sus amigas, “brillar como diamantes” en este universo azul, es contestatario.
Crítica de 'Girlhood'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Girlhood
Título original: Bande de filles / La banda de las chicas
Reparto:
Karidja Touré (Marieme, alias Vic)
Assa Sylla (Lady)
Binta Diop (Asma)
Lindsay Karamoh (Adiatou)
Rabah Nait Oufella (Kader)
Mariétou Touré (Fily)
Idrissa Diabaté (Ismaël)
Simina Soumaré (Bébé)
Dielika Coulibaly (Mónica)
Cyril Mendy (Djibril)
Djibril Gueye (Abou)
Chance N'Guessan (Mini)
Damien Chapelle (Cédric)
Nina Melo (Caidy)
Elyes Sabyani (Abdel)
Año: 2014
Duración: 112 min.
País: Francia
Director: Céline Sciamma
Guion: Céline Sciamma
Fotografía: Crystel Fournier
Música: Para One
Género: Drama psicológico
Distribuidor: Abordar distribución
Tráiler de 'Girlhood'
Sinopsis de 'Girlhood'
Para Marieme la vida es una sucesión de prohibiciones. Se siente agobiada por su familia, por la escuela y por la implacable ley de los chicos del barrio. Pero su vida cambia cuando conoce a un grupo de chicas de espíritu libre. Entonces cambia su nombre, su modo de vestir y abandona la escuela para ser aceptada en el grupo. Convertida en Vic, abraza el código de la calle donde se mezclan violencia, amistad y libertad.
Dónde se puede ver la película
Brillar como diamantes
Marieme conquista espacios cuando empieza a jugar bajo códigos masculinizados, atacando a una igual o cambiando su estética. Cuando se venga con violencia, su amiga Lady le recuerda que “esto no lo has hecho por mí, lo has hecho por ti”. Lucha por ser visible, bascula entre sudadera y maquillaje, trenzas o pelucas. Lo de menos no es si escoge ser Marieme o Vic, Sciamma valora el proceso en sí.
Girlhood aboga por el derecho a cambiar de máscara y recapacitar sin ser reprochada, pues el juicio limita el autoconocimiento. Marieme rechaza volver a casa y se derrumba fuera de plano con la ciudad de fondo. Participar del mundo implica actitud, lo aprendió de sus amigas, así se yergue con convicción y sale de plano. Durante la película, ha caminado desde la pequeña escala del hogar hacia el exterior, deja atrás un contexto difuminado.
Cinco umbrales
Marieme cruza cinco umbrales, un corte a negro cada veinte minutos con la música de Para One. Antes de cada cambio vital, dedica un paréntesis a la reflexión. “Mamá, haré bachillerato” dice antes del primer corte y guarda una navaja, una decisión y un método. Marieme se muestra primero de perfil y luego de espaldas, desde un primer plano encorvada frente al fregadero hasta un plano americano erguida.
En el segundo, mira la ciudad desde las alturas, se niega a trabajar como su madre. Ya sabe cómo alzar la voz y qué espacio ocupar. En el tercer corte, la cámara vuelve a su espalda, domina la escena frente a la cama de Ismaël. Antes del cuarto umbral, las amigas discuten por última vez y negocian un nuevo rumbo.
El quinto no es una conclusión sino una continuación, desde lo confesional de la cocina (corte 1) o lo íntimo de la amistad (4) hacia el gran mundo social (5). A diferencia de los tres primeros cortes, se muestra la espalda de Marieme y después su perfil; el espectador la mira de lado, como a una semejante.
Adolescencias periféricas
La honestidad de Girlhood aumenta junto a Divines (Houda Benyamina, 2016) como dos hermanas que, en el mismo escenario, conversan sobre ambición y violencia. Sin embargo, Sciamma entona mayor esperanza y ofrece margen para continuar creciendo. Este retrato en movimiento no ofrece una sensación conclusiva sino que el viaje de Marieme solo acaba de empezar y lo mejor de ella está aún por suceder.
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