"Here, un hombre bueno": Encuentros en el bosque

Here, un hombre bueno es el cuarto largometraje del director y guionista belga Bas Devos (1983). Sus dos primeros largometrajes, “Violet” (2014) y “Hellhole” (2019) se estrenaron en el Festival Internacional de Berlín. Seguidamente, ese mismo año, “Ghost Tropic” (2019) fue presentada en la Quincena de Realizadores del festival de Cannes.  Ahora, Bas Devos vuelve a la Berlinale por todo lo alto, obteniendo el premio FIPRESCI a mejor película en la sección Encounters. Here, un hombre bueno se estrenó en las salas españolas este pasado 18 de octubre de 2024.

Crítica de 'Here, un hombre bueno'

Ficha Técnica

Título: Here, un hombre bueno
Título original: Here

Reparto:
Stefan Gota (Stefan)
Liyo Gong (ShuXiu)
Teodor Corban (Mihai)
Saadia Bentaïeb (Saadia)
Cédric Luvuezo (Cedric)
Alina Constantin (Anca)
Shu Huan Wang (ShuHuan)
Victor Claudio Zichil (Radu)

Año: 2023
Duración: 84 min.
País: Bélgica
Director: Bas Devos
Guion: Bas Devos
Fotografía: Grimm Vandekerckhove
Música: Brecht Ameel
Género: Drama. Romance
Distribuidor: Flamingo Films España

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Here, un hombre bueno'

Sinopsis

Stefan, un obrero de la construcción rumano que vive en Bruselas, está a punto de regresar a su país. Cocina una gran olla de sopa con lo que tiene en la nevera para repartirla como despedida entre amigos y familiares. Justo cuando está listo para irse, conoce a una joven que está preparando un doctorado sobre musgos, la especie vegetal más antigua conocida. La capacidad de atención de la joven hacia lo casi invisible deja en él una profunda huella. (Flamingo Films)

Dónde se puede ver la película en streaming

Sombras en verde y gris

Entre los edificios en construcción de Bruselas, asoman las formas orgánicas de algunos árboles y de algunos hombres buenos: los trabajadores. Cualquiera podría ser el protagonista de esta historia. Todos ellos hablan de sus vacaciones y vagabundean entre las formas urbanas en una pausada representación de sus rutinas sociales.

Este relato visual minuciosamente elaborado se lo debemos en gran medida a Grimm Vandekerckhove, director de fotografía de Here, un hombre bueno. La decisión estética del formato 4:3 propicia unas composiciones equilibradas que se acentúan con numerosos reencuadres. Sin embargo, los personajes aparecen desplazados hacia el margen del plano o se difumina su presencia convirtiéndolos en sombras recortadas sobre el fondo. Además, en el montaje, los colores (verde y gris) y los sonidos (naturales o ausentes) establecen su propio diálogo. Esta densidad visual tan solo se apoya en breves pasajes instrumentales de la banda sonora compuesta por Brecht Ameel.

Héroes a la fuga

En medio de este paisaje de siluetas urbanas, la cámara comienza a seguir a Stefan (Stefan Gota), un joven rumano que anhela volver a su tierra natal. Ahora bien, las lógicas de este viaje del héroe se van a ver alteradas por una mirada introspectiva propia del cine contemporáneo. Como ya anticipaba Deleuze, estamos ante un nuevo cine, el de la imagen-tiempo. Un paradigma que reemplaza las tramas basadas en acciones por una sucesión de acontecimientos que se presentan ante los personajes. De esta forma, en lugar de pulsos dramáticos, la trama se basa en el registro de visiones, en este caso, la de Stefan y la de su coprotagonista. 

El personaje de la científica ShuXiu (Liyo Gong) representa algunos de las temáticas más relevantes de la trama tales como la ecología (mezclada con una pizca de sintoísmo) y la mirada microscópica de la vida (ilustrada de forma explícita en su oficio como investigadora de briología). Ella sirve de contrapunto frente a la apatía del flâneur contemporáneo, observando los pequeños detalles de su entorno y sumergiéndose en la simplicidad que muchos, como Stefan, anhelan desde la urbe.

Este contraste se establece, una vez más, a través del plano visual, más concretamente, a través de los espacios que envuelven a ambos personajes. Y es que ella será quien guíe a Stefan hacia el interior del bosque, un paso del umbral que parece trasladarnos a un mundo de fantasía, a un espacio absoluto. El sociólogo Henri Lefebvre llamó así a los entornos naturales que, en contraposición con grandes ciudades como Bruselas, aparecen en nuestra mente como visiones de otro mundo, construidas socialmente desde el anhelo y la mistificación de la naturaleza. 

Conclusión de 'Here, un hombre bueno'

“Solo necesitas encontrar una rutina de vida más equilibrada" le dice a Stefan su hermana. Y eso es precisamente lo que consigue Davos: mecernos entre el hastío que producen las sobras acumuladas en la nevera y la calma de un paseo por la naturaleza. Una historia construida en los intersticios del anhelo y la inquietud humana, alternando puntos de vista que resultan tan universales como íntimos. 

Una vocación reflexiva, casi poética, que se sostiene gracias a la minuciosa construcción audiovisual que crean Bas Davos y su equipo. El resultado es un despliegue de paisajes que acaba absorbiendo por completo todo rastro de una narrativa convencional, para llevarnos de la mano a buscar el sentido de la vida o, por lo menos, a disfrutar del camino.

Reportaje de Here, un hombre bueno en Días de Cine TVE

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