Hija del volcán, la ópera prima de Jenifer de la Rosa Martín, una poderosa película documental que conmemora los 40 años de la tragedia de Armero, uno de los mayores desastres naturales en la historia de Colombia. Reconocida por su sensibilidad y fuerza narrativa, la película fue galardonada con el Premio Seminci Joven en la prestigiosa Semana Internacional de Cine de Valladolid, consolidándose como una de las propuestas documentales más destacadas del último año. Estreno el 23 de mayo de 2025 en salas de cine españolas.



Hija del volcán documental

Crítica de 'Hija del volcán'

Ficha Técnica

Título: Hija del volcán
Título original: Hija del volcán

Reparto:

Año: 2024
Duración: 109 min.
País: España
Director: Jenifer de la Rosa Martín
Guion: Jenifer de la Rosa Martín
Fotografía: Andrés Campos Sánchez
Música: Kenji Kishi
Género: Documental
Distribuidor: Surtsey Films

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Tráiler de 'Hija del volcán'

Sinopsis

A los treinta, Jenifer comienza a indagar sobre sus orígenes, consciente únicamente de que su adopción en España está relacionada con la tragedia de Armero, provocada por el volcán Nevado del Ruiz en Colombia, y de que existe la posibilidad de que su madre todavía esté viva. Con estas pistas, inicia una investigación que la lleva a su país natal, donde conoce a diferentes personas que le ayudan a descifrar su pasado. Su viaje culmina cuando, por casualidad, conoce a alguien que cambia su realidad para siempre. (Surtsey Films)

Dónde se puede ver la película documental en streaming



Cuando la tierra tiembla, las raíces se rompen

Hija del volcán es un documental que es tanto búsqueda personal como excavación histórica. Jenifer de la Rosa, con una cámara en una mano y un archivo de adopción en la otra, regresa a Colombia tras décadas en España para responder una pregunta que quema, ¿Quién soy cuando mi origen está enterrado bajo el lodo de Armero?

La trama no es lineal. Es un mapa de cicatrices, archivos de 1985 muestran el Nevado del Ruiz vomitando muerte, niños cubiertos de barro siendo arrancados de sus raíces, luego, el presente, Jenifer caminando entre escombros cubiertos de maleza, como un fantasma en un pueblo que ya no existe.

El guion teje su viaje con los hilos rotos de otros huérfanos, voces que narran adopciones forzadas, madres perdidas en el caos, creando un coro de ausencias que resuena más allá de Colombia. Hay momentos donde el relato se estanca, pero la fuerza está en cómo cada testimonio es un espejo roto, todos reflejan pedazos de Jenifer.

Hija del volcán documental

Arqueóloga de su propia alma

Jenifer de la Rosa dirige Hija del volcán como quien desentierra un fósil, con manos temblorosas y mirada paciente. Su cámara no juzga, acompaña, en planos cerrados. Su rostro, a veces nublado por la duda, a veces iluminado por la esperanza, se convierte en el paisaje emocional del film. No hay drones espectaculares ni efectos, la crudeza está en los detalles.

La decisión de filmar a su altura, literal y metafórica, humaniza el dolor. Vemos el mundo desde los ojos de una niña que creció sintiendo que su vida era un rompecabezas al que le faltaba la pieza central. La cámara se detiene en documentos burocráticos, nombres tachados, sellos de instituciones, transformando papeles viejos en cómplices del olvido.

Hija del volcán documental

Voces que germinan en el lodo

Aquí no hay actores, sino supervivientes. Los huérfanos de Armero hablan con una calma que duele. Sus historias son semillas plantadas en tierra árida, algunas brotan en rabia, otras en resignación.

Jenifer de la Rosa, como narradora, evita el victimismo, su voz es un susurro que a veces se quiebra, como el vidrio de una ventana ante una explosión. En los momentos más potentes la cámara tiembla, no por error, sino porque el que la sostiene no puede contener las lágrimas, es cine en estado puro, imperfecto, visceral.

Armero

Técnica que estremece

La fotografía de Andrés Campos Sánchez es un personaje silencioso. En Armero, los verdes intensos de la vegetación que devora las ruinas contrastan con el gris plomizo del cielo, como si la naturaleza se burlara de la tragedia. En España, los tonos cálidos de la casa de Jenifer de la Rosa chocan con la frialdad azulada de los archivos de adopción, pintando su vida como un cuadro dividido.

La música de Kenji Kishi no acompaña, interroga. Flautas dialogan con sintetizadores, como si el pasado y presente de Jenifer lucharan en una batalla sonora. El diseño de sonido es otro acierto, el rumor del agua persigue cada escena, recordando que, en Armero, la muerte llegó disfrazada de río.

Armero

Conclusión de 'Hija del volcán'

Hija del volcán logra amalgamar la catarsis personal de Jenifer de la Rosa con la memoria colectiva de una tragedia histórica, generando un documental que trasciende lo anecdótico para hablar de identidad, pertenencia y la diáspora de adoptados que, movidos por la esperanza, no renuncian a encontrar sus raíces.

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