I'm Just F*cking with you (2019) se trata de uno de los mejores episodios de la serie Into the Dark. Esta serie, que se encuentra en HBO Max, se trata de una colección de largometrajes de poco más de una hora de duración, y que al estilo de Masters of Horror, nos relatan historias de terror, aunque por directores generalmente noveles o poco conocidos. En esta ocasión, el encargado de hacer el episodio es Adam Mason, director de origen británico que tiene varias películas de serie B en su haber y que gracias a este episodio ha recibido un espaldarazo para seguir dirigiendo en Hollywood, con proyectos anunciados ya para el futuro.
Crítica de I'm Just F*cking with you
Resumen
Ficha Técnica
Título: I'm Just F*cking With you
Título original: I'm Just F*cking With you / I'm Just F*cking With you
Reparto:
Hayes MacArthur (Chester Conklin)
Keir O'Donnell (Larry Adams)
Jessica McNamee (Rachel Adams)
John Marshall Jones (Sheriff)
Eileen Gonzales (Reportera de noticias)
Año: 2019
Duración: 90 min.
País: Estados Unidos
Director: Adam Mason
Guion: Gregg Zehentner, Scott Barkan
Fotografía: Lyn Moncrief
Música:
Género: Terror. Thriller
Distribuidor: HBO Max
Tráiler de I'm Just F*cking With you
Sinopsis
Un hombre y su hermana van camino a una boda. En un hotel alejado de la ciudad, ambos tienen que sufrir una noche de bromas pesadas, que poco a poco se van convirtiendo en una experiencia aterradora.
Dónde se puede ver la película en streaming
Sin demasiados alardes técnicos
Al igual que otros episodios de Into the Dark, I'm Just F*cking with you se trata de una obra que transcurre prácticamente en el mismo escenario y que no tiene grandes medios para desarrollar la historia, aunque inteligentemente Adam Mason sabe combinar las localizaciones de las que dispone para no causar tedio en el espectador.
El episodio nos narra las peripecias de un ajetreado personaje interpretado por Keir O'Donnell, quien se dirige a la boda de su ex (de la que sigue enamorado y a la que trolea por internet) y para en un motel para pasar la noche antes de llegar al evento. Sin embargo, ahí se encontrará con Hayes MacArthur, que interpreta al regente del motel y que empezará desde el primer minuto a tomar el pelo al protagonista. Por supuesto, las bromas irán en aumento a medida que pasan los minutos.
El Motel del Joker
Si alguien me pregunta cómo podría titular de manera alternativa a I'm Just F*cking with you sería precisamente con estas palabras. Y es que todo el episodio se sostiene gracias a un personaje, el que interpreta Hayes MacArthur. Por una parte se combinan las dotes naturales del actor, que es cómico profesional, con un guion que va in crescendo y que sabe cómo llevar un tono muy peculiar, en la que el actor se siente como pez en el agua. I'm Just F*cking with you podría pasar perfectamente como una película de orígenes del célebre personaje de DC. Lo que empieza como una broma acaba pasando a una espiral de locura en la que el espectador se siente atraído por la magnética personalidad que destila el regente del motel. El guion sabe como jugar bien sus cartas y cuando dosificar todos sus detalles.
Luces de Neón
La película se rodea de una estética muy curiosa, apoyada sobre todo en una iluminación basada en focos de luz de todas las gamas cromáticas, que pretenden sumir la película en una pesadilla de colores. Aunque a priori pueda parecer un recurso muy manido, lo cierto es que Adam Mason tiene grandes momentos de inspiración en su puesta en escena, en los que aprovechándose de la luz y de la composición de los planos, crea imágenes de gran interés, como es la secuencia de la piscina.
Conclusión de 'I'm Just F*cking with you'
I'm Just F*cking with you es seguramente uno de los mejores largometrajes de la serie Into the Dark. Es uno de los que más arriesga y a la vez a los que mejor le sale la apuesta. Por una parte por la dirección de Adam Mason, que es capaz de con muy pocos medios sacar un episodio brillante, y por supuesto porque por otro lado tenemos a Hayes MacArthur en su salsa, realizando una interpretación memorable de lo que podría ser el Joker de serie B que no habíamos pedido pero que necesitábamos.
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