Jone, a veces (Jone, Batzuetan) constituye la ópera prima de la cineasta bilbaina Sara Fantova, quien anteriormente dirigió tres capítulos de la serie Esto no es Suecia (2023). La película nos cuenta la historia de Jone, una chica de 20 años, que, en pleno mes de agosto, durante la Semana Grande de Bilbao, empieza su camino a la edad adulta. La película formó parte de la Sección Oficial del Festival de Cine de Málaga, donde obtuvo una Mención Especial del Jurado y en la reciente edición del Atlàntida Mallorca Film Fest se hizo con el premio a Mejor Película Nacional. Su estreno en salas españolas está previsto para el 12 de septiembre de 2025.



Jone, a veces

Crítica de 'Jone, a veces (Jone, Batzuetan)'

Ficha Técnica

Título: Jone, a veces
Título original: Jone, Batzuetan

Reparto:
Olaia Aguayo (Jone)
Josean Bengoetxea (Aita)
Ainhoa Artetxe (Olga)
Elorri Arrizabalaga
Adrián Santos (Fantasma)

Año: 2025
Duración: 80 min.
País: España
Director: Sara Fantova
Guion: Sara Fantova, Nuria Dunjó, Nuria Martín Esteban
Fotografía: Andreu Ortoll
Música: Pablo Seijo
Género: Drama. Familia
Distribuidor: Atera Films

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Tráiler de 'Jone, a veces (Jone, Batzuetan) '

Sinopsis

Bilbao, verano. Jone (20), vive con su padre y su hermana pequeña Marta. En el marco de las fiestas de La Semana Grande, Jone se enamorará por primera vez. Mientras, en su casa, deberá afrontar las consecuencias de la dolencia que sufre su padre. Ese verano Jone vivirá entre la sensación de inmortalidad que siente con Olga, la chica de la que se enamora, y el miedo a quedarse sola debido a la enfermedad de su padre. (Atera Films)

Dónde se puede ver la película en streaming



Transitar a la edad adulta

En ocasiones, el ser humano desea convertirse en otro, evadirse de los problemas cotidianos y vivir únicamente lo positivo de la existencia. Sin embargo, el tránsito a la edad adulta implica aceptar que no es posible huir de las dificultades, sino afrontarlas. En esta encrucijada vital se encuentra Jone, protagonista de la obra, quien intenta hallar su lugar en el mundo al mismo tiempo que debe enfrentarse a la enfermedad de su padre, el alzhéimer.

Jone, a veces (Jone, Batzuetan) se configura como un relato marcado por el drama y el silencio, con una protagonista de gestualidad contenida e incapaz de exteriorizar sus emociones, lo que en ocasiones genera una distancia entre el espectador y la narración fílmica. La calidez del relato surge principalmente a través de los personajes secundarios, en especial el padre y la hermana, cuyas intervenciones dotan de humanidad y proximidad a la historia. El uso de la voz en off, en la que se evocan recuerdos desde una perspectiva paterna y afectuosa, enriquece la narración y se complementa con imágenes de archivo familiar que construyen un pasado íntegro y sitúan al espectador en el ámbito más íntimo de la protagonista.

Ese pasado no es evocado directamente por Jone, sino que aflora de manera fragmentaria a medida que ella accede a las palabras paternas. La noticia de la enfermedad actúa como detonante emocional y la melancolía emerge de forma gradual, casi como olas sucesivas, que la empujan a reconectar con sus orígenes en un intento de reencontrarse con su presente. Este presente, en constante movimiento, es retratado mediante una cámara que acompaña sin descanso a la protagonista, recurso estilístico que remite de manera explícita al sello característico de la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña).

Jone, a veces película

Darse cuenta del silencio

Jone emprende un viaje al pasado a través de las palabras y pensamientos de su padre en el momento de su nacimiento. Ese pasado, cargado tanto de alegría como de tristeza, se mantiene en gran medida en off, no solo en el plano fílmico, sino también en la vida interior de la protagonista, cuyos recuerdos se hallan atravesados por un silencio persistente. Dicho silencio impregna cada uno de los encuentros que mantiene con su entorno, constituyéndose en una presencia latente que condiciona su experiencia vital.

Con frecuencia, los individuos no logran reconocer de forma inmediata lo que tienen frente a sí; únicamente mediante un proceso de asimilación pausada emerge la verdadera relevancia de escuchar y dialogar. La película apunta, así, a la necesidad de aceptar los procesos vitales y de aceptarse a uno mismo en ellos. Romper con el silencio y verbalizar aquello que oprime se presenta como condición indispensable para alcanzar la libertad personal. De lo contrario, el sujeto permanece prisionero del miedo y de los traumas que lo atraviesan. Desde una perspectiva de salud mental, la obra subraya la importancia de hablar y compartir como vía de sanación.

Este silencio se aborda desde un realismo social depurado, que difumina los límites entre lo real y lo ficcional. La dimensión documental prevalece sobre la dramatización debido a la autenticidad y a la pasión depositada en el relato, lo que otorga a la obra un marcado carácter testimonial. Resulta destacable, asimismo, la decisión estética de rodar en espacios comunes y abiertos, alejándose de la representación convencional de interiores asfixiantes.

Josean Bengoetxea

Conclusión de 'Jone, a veces (Jone, Batzuetan)'

Aunque la fórmula narrativa de Jone, a veces (Jone, Batzuetan) no resulta completamente novedosa, en esta ocasión la obra se distingue por una carga dramática particularmente intensa. Este dramatismo invita al espectador a buscar un refugio emocional en la protagonista; sin embargo, el hermetismo jerárquico de Jone limita la posibilidad de acompañarla plenamente en su tránsito hacia la edad adulta, generando una cierta distancia crítica entre el espectador y el relato.

El principal mérito de la película radica en la capacidad de Sara Fantova para capturar la vida cotidiana con notable naturalidad, adoptando un enfoque de claro espíritu documentalista. La cineasta no oculta la cámara durante los eventos colectivos que se presentan en la obra, lo que refuerza la autenticidad del relato y su vínculo con el realismo social. A pesar de que la película no alcanza un brillo absoluto en su desarrollo narrativo, se evidencian destellos de talento y sensibilidad en la dirección, lo que augura un futuro prometedor para Fantova como creadora cinematográfica.

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CINEMAGAVIA
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Santiago Varela Antúnez
Graduado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid. Máster de dirección cinematográfica en ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña). Auxiliar de dirección en distintas series. Sígueme en redes sociales para más información.
jone-batzuetan-a-veces-critica-pelicula-estreno-cineAunque la fórmula narrativa de Jone, a veces (Jone, Batzuetan) no resulta completamente novedosa, en esta ocasión la obra se distingue por una carga dramática particularmente intensa. Este dramatismo invita al espectador a buscar un refugio emocional en la protagonista; sin embargo, el hermetismo jerárquico de Jone limita la posibilidad de acompañarla plenamente en su tránsito hacia la edad adulta, generando una cierta distancia crítica entre el espectador y el relato. El principal mérito de la película radica en la capacidad de Sara Fantova para capturar la vida cotidiana con notable naturalidad, adoptando un enfoque de claro espíritu documentalista. La cineasta no oculta la cámara durante los eventos colectivos que se presentan en la obra, lo que refuerza la autenticidad del relato y su vínculo con el realismo social. A pesar de que la película no alcanza un brillo absoluto en su desarrollo narrativo, se evidencian destellos de talento y sensibilidad en la dirección, lo que augura un futuro prometedor para Fantova como creadora cinematográfica.

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