Kaibyo Noroi no Numa (o The Ghost-cat Cursed Pond) del director Yoshihiro Ishikawa, es la recreación de una de las leyendas de terror japonesas más populares del país, a su vez inspirada en hechos reales. Grandes tragedias románticas se unen a terribles maldiciones donde los espíritus de mujeres inocentes que cayeron bajo las garras de un miserable señor feudal que ostentaba el poder político vuelven para castigarle. Y lo más sorprendente es que esto sucede a través de un gato, que transferirá dicha maldición como un virus…



Kaibyo Noroi no Numa

Crítica de 'Kaibyo Noroi no Numa'

Ficha Técnica

Título: The Ghost-Cat Cursed Pond (The Cursed Pond)
Título original: Kaibyô noroi no numa

Reparto:
Ryohei Uchida (Naoshige Nabeshima)
Kotaro Satomi (Jônosuke Yûki)
Kyoko Mikage (Yukiji)
Ryûko Azuma (Sei)
Keiko Kojima (Matsushima)
Kenji Kusumoto (Hayato Sasaki)
Tatsuo Matsumura (Mataemon Tsuyama)
Yuriko Mishima (Yuri)
Hiroshi Nawa (Shuzen Kuroiwa)
Yoichi Numata (Torakichi)
Yasuko Ogura (Satsuki)
Chiyo Okada (Kiyo - Princesa)
Bunta Sugawara (Ukon Shibayama)
Masumi Tachibana (Orin no Kata)
Misa Toki (Sayo)

Año: 1968
Duración: 87 min.
País: Japón
Director: Yoshihiro Ishikawa
Guion: Yoshihiro Ishikawa
Fotografía:
Música:
Género: Terror
Distribuidor:

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'Kaibyo noroi no numa'

Sinopsis

Nabeshima Naoshige asesina a su señor, Takafusa Ryuzoji, tratando de ganar poder y quedarse con su esposa. Para evitar su destino, Lady Takafusa se ahoga con su gato en un pantano cercano. Una década más tarde, los esfuerzos de Naoshige para robar a otra mujer desencadenan una maldición sobre él.



Del mito al cine

Durante la era Keicho el Gobierno otorgó al comandante Naoshige Nabeshima la mayor parte de la herencia y territorios de la familia Ryuzoji, de quien éste era familiar y vasallo, situación que llevó a Takafusa, heredero natural de los Ryuzoji "ubicado" en una posición menor, a volverse loco, asesinar a su esposa e intentar suicidarse. Y tras unos meses las heridas físicas y su estado mental le acabaron matando...

Los rumores de que el espíritu de Takafusa rondaba por el castillo de Nabeshima atormentándole crecieron hasta alimentar una leyenda que se convirtió en una famosa pieza teatral. Y cuando Shigeru Okada fue ascendido a director general de Toei, esta obra, que aún seguía realizándose (y continúa a día de hoy) le atrajo lo suficiente como para querer llevarla a la gran pantalla.

Tenía más bien la intención de ser el canto del cisne de un tipo de cine que había mantenido su popularidad bastante tiempo, pero Okada, obsesionado con modernizar las propuestas de la productora, ya no mostraba interés por los dramas feudales ni el terror fantástico.

Kaibyo Noroi no Numa cierra así el largo ciclo de fábulas sobre fantasmas y maldiciones en el antiguo Japón, y le es encargado a Yoshihiro Ishikawa, aventajado alumno de Nobuo Nakagawa y guionista y director experto en el género; y lo primero que hace su guión es presentar los hechos que envolvieron la toma de poder de Nabeshima desde la leyenda inventada, no la historia real.

Kaibyo Noroi no Numa

Tragedia feudal como causa del horror

El prólogo nos sitúa en la traición a Takafusa y cómo su esposa Kiyo se suicida junto con su gato en el estanque del castillo. Aunque los maravillosos escenarios estén envueltos en misterio y fantasmagoría, los elementos propios de terror tardan en aparecer.

Por ahora las vueltas de tuerca de clásico "jidai-geki" atrapan en una maraña de traición a una joven pareja (Jonosuke y Yukiji) a la que le tocará sufrir por culpa de la maldad de este inventado Nabeshima.

Lo más destacado de este conocido drama trágico feudal es la interpretación visceral de Ryohei Uchida, cuyo personaje sobrepasa los límites de lo desagradable, condenando y asesinando sin ninguna piedad, tanto a individuos externos como a miembros de su propio clan.

La segunda mitad de Kaibyo Noroi no Numa ya se adentra en el horror, cuando el espíritu del gato de la ya olvidada Kiyo empieza su cruzada de venganza a través de Yukiji, y luego de una de las sirvientas del daimyo; la maldición se transfiere de una mujer a otra y la historia se centra en un personaje nuevo cada vez, aunque el protagonismo debería haber pertenecido a la genial actriz Chiyo Okada, primera víctima femenina.

Kaibyo Noroi no Numa

Una puesta en escena y reparto fascinantes

El director desata el espectáculo paranormal, en dosificadas y bellas secuencias de apariciones espectrales, atractivas transformaciones, sonidos inquietantes y alguna que otra muestra impactante de violencia explícita.

Pero ésta, más que de los espíritus que rondan el castillo y castigan a sirvientes y samuráis, proviene del descenso a la locura de Nabeshima, la auténtica presencia demoníaca que desde siempre habitó ese lugar.

Los instantes climáticos en los que asistimos a su descontrolada demencia, magnificados por una puesta en escena onírica, son realmente poderosos, y Yoshikawa logra ponerse a la altura de los maestros del género y el estilo.

Kyoko Mikage está espléndida en el papel de la sacrificada Yukiji, y ella, junto a Kotaro Satomi, tienen el privilegio de protagonizar una de las escenas dramáticas mejor filmadas (por ende más memorables) del cine japonés clásico (el sangriento duelo en el estanque).

Bakeneko: A Vengeful Spirit

Conclusión de 'Kaibyo Noroi no Numa'

Con esta preciosa elegía fantasmagórica, a ratos indigesta, algo confusa e irregular, el "j-horror" tradicional entraría en una especie de letargo y olvido. Otras tendencias tomaron el relevo, impulsadas por la influencia occidental (sobre todo la de los vampiros y las posesiones demoníacas) o el deseo de hacer películas más provocativas y violentas.

Los gatos que desataban aterradoras maldiciones tardarían en volver, por lo menos hasta principios del nuevo siglo...

Únete a nuestro CANAL DE TELEGRAM

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí