Asesinatos despiadados tratando de crear set pieces destacables, una historia extensa y una personalidad enérgica hicieron de la trilogía La calle del miedo de Leigh Janek, basada en las novelas de R.L. Stine. Aunque ninguna de las tres alcanzaba un nivel alto en cuanto a lo visual, resultaban películas correctas. La nueva entrega, La calle del terror: La reina del baile, situada cronológicamente entre La calle del terror: 1978 y La calle del terror: 1994, no se acerca a nada en sus predecesoras. En su lugar, el slasher ambientado en 1988 opta por un pastiche superficial, asesinatos insípidos y un elenco de personajes irritantes. Desde el 23 de mayo de 2025 se puede ver en Netflix. Puedes leer aquí otra crítica realizada por Cinemagavia de esta película.



La calle del terror: La reina del baile

Crítica de 'La calle del terror: La reina del baile'

Ficha Técnica

Título: La calle del terror: La reina del baile
Título original: Fear Street: Prom Queen

Reparto:
India Fowler (Lori Granger)
Suzanna Son (Megan Rogers)
Fina Strazza (Tiffany Falconer)
David Iacono (Tyler Torres)
Ella Rubin (Melissa)
Chris Klein (Dan Falconer)
Ariana Greenblatt (Christy Renault)
Lili Taylor (VP Dolores Brekenridge)
Katherine Waterston (Nancy Falconer)
Brennan Clost (Gerald)
Darrin Baker (Director Wayland)
Rebecca Ablack (Debbie)
Ilan O'Driscoll (Linda)

Año: 2025
Duración: 84 min.
País: Estados Unidos
Director: Matt Palmer
Guion: Matt Palmer, Donald McLeary. Libro: R.L. Stine
Fotografía: Márk Gyõri
Música: The Newton Brothers
Género: Terror
Distribuidor: Netflix

Filmaffinity

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Tráiler de 'La calle del terror: La reina del baile'

Sinopsis de 'La calle del terror: La reina del baile'

La corona podría costarte la cabeza. El 23 de mayo, vive una nueva pesadilla del universo de «La calle del terror». El baile de graduación de Shadyside está a la vuelta de la esquina, y a las chicas populares solo les importa una cosa: llevarse la corona. Pero cuando las candidatas empiezan a desaparecer, una de ellas, que es la marginada de la escuela, descubre que le espera una noche de fiesta terrorífica. (Netflix)

Dónde se puede ver la película en streaming



Fuera de sitio en Shadyside

Una rápida recapitulación recuerda a los espectadores la afición de Shadyside a producir asesinos en serie enmascarados da comienzo a La calle del terror: La reina del baile antes de introducir a la lista de candidatas a lucir la corona, que serán el objetivo del último villano. La marginada Lori Granger, India Fowler, espera escapar de la mala reputación de su familia ganando la codiciada corona de reina del baile. Tiene una dura competencia con la pandilla más popular, el grupo de chicas malas liderado por la matona Tiffany, Fina Strazza, que no se detendrá ante nada para ganar. La rebelde y alocada Christy, Ariana Greenblatt, también compite.

El director Matt Palmer, coautor del guión junto a Donald McLeary, tiene dificultades con el tono desde el principio. Tal vez el director británico y su coguionista no se sientan cómodos con un entorno tan estadounidense, aunque sea una producción canadiense. Quizás tampoco manejen bien los tropos de género que tienen entre manos. Desde luego La calle del terror: La reina del baile se sitúa muy lejos de su anterior largometraje, Calibre. En ella teníamos un thriller ambientado en las High Lands escocesas, mucho más rico en matices tanto visuales como en la definición de personajes. 

La calle del terror: La reina del baile

Arquetipos listos para morir

Los intentos para crear algo de humor se quedan en nada o se ven eclipsados por uno de los repartos más antipáticos de los últimos tiempos. Los personajes son demasiado unidimensionales como para preocuparse por ellos, aunque esporádicamente se nos pide. Al mismo tiempo su caricatura no se trata con el suficiente gusto como para resultar realmente divertida. La dulzura de los ojos de Fowler marca a Lori como la final girl desde el inicio. Su evolución de niña desvalida a chica final no está bien trazada ni es creíble. Las personalidades cambian por capricho, por necesidad de la trama.

No es culpa de Fowler, los estudiantes de Shadyside High parecen ser especialmente crueles o increíblemente estúpidos. Ni siquiera la mejor amiga de Lori, Megan, Suzanna Son, amante del terror y destinada a ser la clara favorita de los fans, sale bien parada en una película que parece más una pobre simulación de un slasher de los ochenta que un slasher real. Palmer despacha a sus adolescentes sin piedad y al azar, pero es difícil que importe. El público está deseando que cada uno de ellos caiga hasta el punto que sus muertes no llegan lo suficientemente rápido.

Fear Street: Prom Queen filme

Los ochenta con olor a cartón piedra

La ambientación de la época es un pastiche sin sentido, un montón de clichés y tropos de los ochenta.  Se presta especial atención a la cultura adolescente de la década, desde la moda chillona hasta la esperada banda sonora de éxitos pop. La banda sonora original de los hermanos Newton sigue una plantilla sintetizada similar. Sin embargo, todo resulta forzado de manera artificial, planos que no sirven más que de codazo al público para señalar lo inmersa en la cultura de los ochenta que está La calle del terror: La reina del baile. Referencias verbales sin sentido alguno e introducidas de manera artificial. Y lo peor, un intento fallido por completo, de intentar acercarse al estilo visual de la época, que aparece de la misma manera arbitraria que se se desvanece. Un desastre completo de puesta en escena que espantará a cualquier ojo mínimamente entrenado.

Nos encontramos con un slasher genérico que podría haberse ambientado en cualquier lugar y época, pero disfrazado con una vergonzosa vestimenta ochentera. Quienes esperen algo que se acerque a las muertes creativas de las mejores películas del género, harían bien en huir. Ni siquiera llega al nivel de la trilogía previa, aquí mutilaciones y cortes comunes y corrientes. Tampoco hay tensión en las muertes, una sorpresa viniendo del director responsable de Calibre con su intensidad. 

La calle del terror: La reina del baile película

El beneficio de no asistir al instituto

A todo lo anterior sumamos el enorme problema de tono de la película. La calle del terror: La reina del baile no acaba de decidirse si quiere ser un slasher mezquino o un campamento de terror con graduación incluida. En su lugar, se limita a aumentar la superficialidad y la crueldad de la juventud hasta un grado poco atractivo. El clímax busca desesperadamente el tono camp pero es demasiado adusto para que funcione. Una resolución muy terrenal, a la vez que exagerada para una película que no parece deleitarse con su propia improbabilidad.

Esto nos lleva a que la conclusión sea más risible que extravagante o conscientemente humorística. Incluso un duelo de baile entre la protagonista y la villana, que ofrece una gran oportunidad para el exceso camp, queda en la nada más absoluta. Ni siquiera labores actorales de la talla de Chris Klein o Katherine Waterston consiguen que sus extravagantes personajes funcionen en este fracaso incoherente. 

La calle del terror: La reina del baile no pasa de una pobre imitación, además de un frustrante y tedioso mosaico de slashers mucho mejores que vinieron antes. Unos meses después del estreno de Heart Eyes, nos queda claro que el slasher, se acerca al nivel de las manos en las que pueda caer. Netflix no suele apostar por el riesgo y la creatividad, y en este caso lo deja meridianamente claro. Merece la pena saltarse este baile de graduación.

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