La caza: Irati, un thriller psicológico que combina misterio, drama y suspenso, está creado y escrito por Agustín Martínez a partir de una novela suya, Monteperdido. Cada temporada de la serie La Caza está centrada en un caso diferente, pero comparte personajes principales: no es imprescindible ver todas las temporadas para disfrutar la nueva entrega. Como en las entregas anteriores, las localizaciones y el entorno natural es fundamental para el desarrollo de la historia, en este caso la selva de Irati, en Navarra. Desde el 4 de septiembre de 2025 se puede ver en Movistar Plus+.
Crítica de 'La caza: Irati'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La caza: Irati
Título original: La caza: Irati
Reparto:
Megan Montaner (Sara Campos)
Félix Gómez (Ernesto Selva)
Silvia Alonso
Roger Casamajor
Ángela Cremonte
Mariam Hernández
Carla Campra
Miguel Garcés (Ferrán Esteve)
María Romanillos
Año: 2025
Duración: 50 min.
País: España
Director: Agustín Martínez (Creador), Luis Moya (Creador), Rafa Montesinos, Javier Pulido
Guion: Agustín Martínez, Luis Moya, Isa Sánchez
Fotografía: Alfonso Segura
Música: Juanjo Javierre
Género: Thriller. Intriga
Distribuidor: Movistar Plus+
Tráiler de 'La caza: Irati'
Dónde se puede comprar la novela
Sinopsis de 'La caza: Irati'
La cuarta temporada de 'La caza' transcurre en la selva de Irati (Navarra). Más de 20.000 hectáreas de bosque que convierten a nuestra selva en uno de los parajes naturales más grandes de Europa. Un equipo de la UCO se traslada hasta allí cuando los habitantes de una pequeña aldea descubren el cadáver de una mujer asesinada. En esta ocasión, el teniente Ernesto Selva trabajará a las órdenes de Gloria Mencía, una joven inspectora que ha sabido ganarse la confianza del coronel Figueroa.
El teniente ha perdido la ilusión por su trabajo y piensa en dejar el Cuerpo. Pero Ernesto no cuenta con la incorporación de Sara Campos que, después de perder a Víctor (su ex pareja), recibió su formación académica y ahora trabaja como psicóloga en la Sección de Análisis del Comportamiento Delictivo de la Guardia Civil. La ayuda de Sara será clave, pues los misteriosos asesinatos y las desapariciones se siguen sucediendo en Irati y, por primera vez, nuestros investigadores barajan la idea de un nuevo asesino en serie que se esconde en lo más profundo de un bosque inmenso rodeado de historias y viejas leyendas. (Movistar Plus+)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Viaje al corazón oscuro
La trama se sostiene en el equilibrio entre el procedimiento policial y el drama personal de los personajes. Ernesto Selva, cada vez más desencantado con su trabajo, contrasta con la joven inspectora Gloria Mencía, que representa el relevo generacional y la confianza de la institución, A este triángulo se suma Sara Campos, ahora psicóloga de la Guardia Civil, cuyo regreso supone tanto un motor emocional como una herramienta narrativa para explorar el perfil del asesino.
El guion acierta en combinar el “quién es el culpable” clásico con una mirada más emocional sobre los protagonistas, que arrastran pérdidas, dudas y heridas personales. Sin embargo, en algunos momentos se nota la reiteración de dinámicas vistas en temporadas anteriores, el asesino en serie oculto en un entorno natural, las tensiones jerárquicas dentro del equipo y los fantasmas del pasado que condicionan la investigación.
Dirigir entre la leyenda y el procedimiento
El ritmo narrativo mantiene la tónica de la saga, pausado pero constante, con giros estratégicos que mantienen al espectador alerta. Hay capítulos que apuestan más por el intimismo, explorando la psicología de los personajes, y otros que se centran en la investigación pura, lo que genera un buen contraste. Aun así, en ocasiones el tempo se resiente, con episodios que parecen estirarse más de lo necesario.
La inclusión de las leyendas del bosque como telón de fondo es un recurso interesante, que añade un matiz sobrenatural y folklórico, aunque no siempre se integra de manera orgánica. En algunos tramos, esa capa de misterio ancestral enriquece la atmósfera; en otros, se percibe más como un adorno que como un elemento central de la narración.
Un trío en tensión
La caza: Irati encuentra gran parte de su fuerza en el trabajo de los actores. Félix Gómez aporta una interpretación cargada de cansancio y humanidad, su desencanto y sus dudas vitales se sienten reales, lo que lo convierte en un personaje mucho más cercano que el típico investigador heroico. Silvia Alonso, por su parte, encarna con frescura el papel de una joven que busca hacerse un hueco en un mundo aún dominado por figuras masculinas, mostrando firmeza y vulnerabilidad en dosis equilibradas.
Pero es la vuelta de Megan Montaner la que añade una capa extra de interés, su evolución desde temporadas anteriores, marcada por la pérdida y su formación como psicóloga, le otorga un peso dramático y un rol esencial dentro de la investigación.
La selva como cárcel
Los bosques filmados en tonos verdes profundos y nieblas persistentes generan una sensación de amenaza constante, casi como si el entorno observara a los personajes. La caza: Irati aprovecha al máximo la geografía real de Navarra, dotando a cada episodio de un aire cinematográfico. El sonido es otro punto fuerte, crujidos, ecos, el murmullo del viento y los pasos entre hojas secas construyen una textura sonora que potencia la tensión.
El montaje alterna entre la calma del paisaje y la urgencia de la investigación, logrando mantener al espectador entre la contemplación y el nerviosismo. Si bien en algunos pasajes se siente un poco repetitivo, el conjunto consigue transmitir una atmósfera absorbente que atrapa hasta el final.
Conclusión de 'La caza: Irati'
La caza: Irati ofrece una temporada coherente con la identidad de la saga, thriller rural, atmósfera densa y personajes marcados por sus conflictos internos. Su mayor acierto es el uso del paisaje como escenario y metáfora, convirtiendo la selva en un protagonista tan inquietante como el asesino que acecha en ella.
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