Basada en el cómic de Li Jun, La ciudad de los guerreros nos deleita con lo mejor del cine de acción de Hong Kong. La película dirigida por el cineasta hongkonés Soi Cheang (El despertar de los dragones, 2015), es un tributo al cine de artes marciales y gánsteres. Adentrándonos de nuevo a los años 80 en esta antigua colonia británica de China. Sin abandonar su aspecto más sentimentalista, la trama viaja a través del género cómico y la acción, con unas actuaciones soberbias y una fotografía y dirección de arte impecables.
Crítica de 'La ciudad de los guerreros'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La ciudad de los guerreros
Título original: Twilight of the Warriors: Walled In (Jiu Lóng Chéng Zhài·Wéi Chéng)
Reparto:
Raymond Lam (Chan Lok-kwan)
Louis Koo (Cyclone)
Terrance Lau Chun-him (Shin)
Sammo Hung (Mr. Big)
Philip Ng (King)
Tony Wu Tsz-tung (Twelfth Master)
Man Kit Cheung (AV)
Año: 2024
Duración: 125 min.
País: Hong Kong
Director: Soi Cheang
Guion: Au Kin-Yee, Chan Tai-Lee, Li Jun, Kwan-Sin Shum
Fotografía: Cheng Siu-Keung
Música: Kenji Kawai
Género: Thriller. Acción
Distribuidor: Youplanet Pictures
Tráiler de 'La ciudad de los guerreros'
Sinopsis
En los años ochenta, el único lugar de Hong Kong donde no se aplicaba la ley británica era la temida Ciudad Amurallada de Kowloon, un enclave entregado a las bandas y al tráfico de todo tipo. Huyendo del poderoso jefe de las tríadas Mr. Big, el emigrante ilegal Chan Lok-kwun se refugia en Kowloon City, donde es acogido bajo la protección de Ciclón, líder de la Ciudadela. Junto a los demás marginados de su clan, tendrán que hacer frente a la invasión de la banda de Mr. Big y proteger el refugio en que se ha convertido para ellos la ciudad fortificada.
Dónde se puede ver la película en streaming
Vuelve el buen cine de artes marciales
Ganadora a mejor dirección en el 57 Festival Internacional de Cinema de Catalunya – Festival de Sitges 2024, La ciudad de los guerreros puede tener contentos a los fans del cine de acción de Hong Kong. Artes marciales, dominación del Qi (Chi), batallas por el territorio y un héroe que debe levantarse de lo más bajo.
La ciudad de los guerreros consigue adentrarte en un pequeño y asfixiante ecosistema llamado la Ciudad Amurallada. Allí, reina la pobreza, la rudeza de las tríadas y, de algún modo, el sentimiento de familia. Soi Cheang traza una visión cruda pero entrañable de la famosa colmena o asentamiento sin gobierno de Kowloon, el lugar más poblado del mundo a finales del siglo XX.
Si bien nos devuelve ese cine hongkonés de culto, lo hace con una visión contemporánea, y con técnicas más avanzadas que resaltan el visionado. Las escenas de acción cuentan con coreografías que no dejan indiferente, haciendo uso del espacio y los objetos a la perfección.
Una fotografía impecable
La ciudad de los guerreros pone mucho mimo en la dirección de arte, con unos sets que adentran de pleno en la historia tanto a los personajes como al espectador. Soi Cheang ha creado un mundo visual que destaca por su realismo, crudeza y atención al detalle. Ha devuelto a la pantalla un lugar emblemático ya visto en otras producciones, pero con un toque íntimo que lo hace acogedor a la par que miserable.
A pesar de la desolación del lugar, han elegido una iluminación cálida que muestra esa cara amable de la ciudad y algunos de sus habitantes. Por otro lado, la elección del color, que se aleja de los tonos grises y oscuros típicos para una película como esta, aporta un elemento visual más alegre. Es este elemento combinado con el tono humorístico que dibuja la trama, lo que hace de La ciudad de los guerreros una historia disfrutona y amena.
Es quizá el tercer acto, llegando hacia el final, donde la trama se vuelve un poco repetitiva. Justo después de ofrecernos una de las mejores secuencias de acción y lucha que he visto en mucho tiempo. Sin bajar el ritmo, los acontecimientos parecen ralentizar la trama y disminuyen la tensión. Por otro lado, la dominación del Qi (Chi) se introduce demasiado tarde y por sorpresa, dotando de energía solamente a un personaje.
Tipos duros de carácter entrañable
Los residentes de la Ciudad Amurallada eran conocidos por su sentimiento de comunidad. A pesar de la pobreza y condiciones de vida erráticas, convivían, en su mayoría, como una gran familia. La ciudad de los guerreros ha sabido plasmar ese sentimiento en una historia que nos habla de pertenecer, de encontrar un hogar incluso en el lugar más insólito.
El protagonista, un inmigrante sin papeles perseguido por las mafias, es un hombre de aspecto y acciones rudas que esconden un corazón noble. Su actor, Raymond Lam, aporta una calidez al personaje que conecta rápida y fácilmente con el espectador. Lo mismo ocurre con los secundarios, los miembros de la tríada que se convierten en hermanos.
La hermandad y el sentimiento de camaradería está presente durante toda la película. Es un elemento clave de muchas películas de artes marciales, y un recurso narrativo recurrente en las producciones chinas. En este caso, aporta conexión entre los personajes, hace avanzar la historia y es el motivo principal del crecimiento personal de los personajes. Mi único “pero”, la falta de personajes femeninos o, al menos, la presencia de ellos más allá de la bondad maternal y la sumisión a la violencia.
Conclusión de 'La ciudad de los guerreros'
Divertida, excitante y entrañable, La ciudad de los guerreros presenta lo mejor del cine de acción de Hong Kong. Un protagonista en busca de un lugar al que pertenecer y unos villanos en busca de venganza. La película, basada en el cómic de Li Jun, te atrapa de principio a fin. Su director, Soi Cheang, pone énfasis en la presentación visual, haciendo un uso impecable del espacio para crear escenas de acción electrizantes. Un tributo al cine de artes marciales con muy buen gusto narrativo.
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