Pietro Germi fue uno de los principales cineastas italianos de la posguerra, situado en la encrucijada del neorrealismo y el posterior modernismo de los años 60, sin embargo, con La ciudad se defiende, realiza una incursión en el denominado cine negro. El director reconoce que la pobreza y la falta de perspectivas de lograr una vida mejor a través del trabajo honesto lleva a algunas personas a una vida delictiva, y nos presenta a la fuerza del Estado (a través de la Policía) también como agente que mantiene la Ley y el Orden, para proteger a la población de la violencia de los criminales. Ganadora del León de Oro a Mejor Película en el Festival de Venecia de 1951.
Crítica de 'La ciudad se defiende'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La ciudad se defiende
Título original: La città si difende
Reparto:
Gina Lollobrigida (Daniela)
Renato Baldini (Paolo Leandri)
Cosetta Greco (Lina Girosi - la esposa de Luigi)
Paul Muller (Guido Marchi - el profesor)
Fausto Tozzi (Luigi Girosi)
Enzo Maggio (Alberto Tosi)
Emma Baron (La madre de Alberto)
Patrizia Manca (Patrizia Manca: Sandrina Girosi - La pequeña hija de Lina y Luigi)
Ferdinando Lattanzi (El padre de alberto)
Año: 1951
Duración: 84 min.
País: Italia
Director: Pietro Germi
Guion: Federico Fellini, Tullio Pinelli, Pietro Germi, Giuseppe Mangione
Fotografía: Carlo Montuori
Música: Carlo Rustichelli
Género: Cine negro. Drama
Distribuidor:
Tráiler de 'La ciudad se defiende'
Sinopsis
Mientras se disputa un partido de fútbol, cuatro delincuentes roban en la oficina del estadio. Antes de que puedan escaparse, son descubiertos y perseguidos. Así las cosas, deciden separarse antes de dividir el dinero.
Un poliziesco que refleja el crimen y la desesperación
La ciudad se defiende, dirigida por Pietro Germi, es una pieza clave dentro del cine negro italiano, que captura la tensión y la moralidad ambigua típica del género. La ciudad se defiende se desarrolla en un contexto frenético durante un robo en la oficina de un estadio de fútbol, donde cuatro delincuentes intentan huir tras ser descubiertos. Deciden separarse para aumentar sus probabilidades de escapar y repartirse el botín más tarde, lo que da lugar a una serie de eventos llenos de suspenso y peligro.
Una trama tensa y bien construida
El guion de La ciudad se defiende no solo trata de un atraco, sino de las consecuencias inmediatas de una serie de malas decisiones. A medida que los ladrones se dispersan por la ciudad, la tensión aumenta con cada minuto, y la película sigue a cada uno de los personajes en su intento desesperado por escapar de la ley y de su destino. La estructura de la película mantiene al espectador intrigado, ofreciendo una narrativa que explora no solo la acción del robo, sino las motivaciones, los miedos y las circunstancias de los personajes que se ven envueltos en el crimen.
Más allá del robo en sí, La ciudad se defiende explora temas universales de moralidad, culpa y redención. Cada uno de los personajes enfrenta dilemas éticos sobre qué hacer con el dinero y cómo lidiar con el peso de sus acciones. La decisión de separarse después del robo no solo divide físicamente a los personajes, sino que también refleja cómo sus vidas se fragmentan debido a las consecuencias del crimen.
El dilema moral de algunos de los personajes añade una capa de profundidad al argumento, mostrando cómo el crimen no solo afecta a las víctimas, sino también a los propios perpetradores. A lo largo de la película, la tensión entre la supervivencia y la culpa crea un contraste que enriquece la trama.
Realismo y desesperación en cada personaje
Los actores logran entregar interpretaciones convincentes que reflejan la desesperación y el miedo de cada uno de los delincuentes. El reparto ofrece un realismo que hace que las decisiones y acciones de los personajes se sientan verosímiles y humanas, lo que es un punto fuerte de la película.
Cada uno de los delincuentes tiene una historia de fondo que influye en sus acciones, y la película destaca por mostrar las grietas en su camaradería a medida que intentan salvarse a sí mismos. Este aspecto le da a La ciudad se defiende un toque más psicológico, profundizando en las luchas internas de cada personaje y cómo estas afectan su capacidad para tomar decisiones en momentos de crisis.
Pietro Germi y el poliziesco italiano
La dirección de Pietro Germi es firme y efectiva, utilizando la ciudad como un personaje más en la película. Las calles, los callejones y las plazas crean un ambiente opresivo donde no hay escapatoria fácil. A través de un montaje ágil y dinámico, Germi mantiene el ritmo de la película y la sensación de urgencia, lo que ayuda a que la narrativa fluya sin perder la tensión.
La cinematografía en blanco y negro resalta el tono oscuro de la historia y captura a la perfección la atmósfera del género noir. Los juegos de luces y sombras añaden profundidad y misterio a cada escena, mientras que el uso de localizaciones exteriores refuerza la autenticidad de la ciudad como un lugar peligroso y lleno de incertidumbre.
Conclusión de 'La ciudad se defiende'
La ciudad se defiende es un ejemplo destacado del cine negro italiano y del poliziesco, con una trama bien elaborada y una atmósfera tensa que atrapa al espectador desde el inicio. La dirección de Pietro Germi es sólida, y las actuaciones logran capturar la desesperación y la humanidad de los personajes, lo que eleva la película más allá de ser solo un simple thriller de atraco.
La ciudad se defiende no solo entretiene, sino que invita al espectador a reflexionar sobre la moralidad, las consecuencias del crimen y la capacidad de las personas para enfrentarse a situaciones límite. Su enfoque realista, junto con una estética noir impecable, la convierte en una obra que sigue siendo relevante dentro del cine de género.
Aunque no sea tan conocida fuera de Italia, merece la atención de los fanáticos del cine noir y del thriller. Su estilo visual, la construcción de personajes y el tratamiento de temas morales la hacen un clásico que sigue siendo efectivo y atrapante a día de hoy.
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