La comedia y el caos: El legado de Andy Kaufman es el primer largometraje de Alex Braveman, pero se suma a la larga lista de homenajes, documentales y ficticios, dedicados a una de las figuras más controvertidas de la comedia estadounidense. Coproducido por los hermanos Safdie (Diamantes en bruto) y el conocido productor musical Rick Rubin, La comedia y el caos: El legado de Andy Kaufman fue galardonado en la categoría a Mejor Documental sobre Cine del Festival de Venecia y se estrena en exclusiva en Filmin el 11 de abril de 2025.
Crítica de 'La comedia y el caos: El legado de Andy Kaufman'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La comedia y el caos: El legado de Andy Kaufman
Título original: Thank You Very Much
Reparto:
Andy Kaufman
Danny DeVito
Marilu Henner
Steve Martin
Lynne Margulies
Bob Zmuda
Año: 2023
Duración: 99 min.
País: Estados Unidos
Director: Alex Braverman
Guion: Alex Braverman
Fotografía: Jeremy Leach, Brandon Somerhalder
Música: Christopher Bear
Género: Documental
Distribuidor: Filmin
Tráiler de 'La comedia y el caos: El legado de Andy Kaufman'
Sinopsis
En su corta y enigmática vida, Andy Kaufman fue tan adorado como odiado. Su trabajo disolvió los límites que separan la realidad de la ficción, y su compromiso con la actuación hizo inútil cualquier distinción entre sus personajes y la vida real, convirtiéndose en una de las figuras más polarizadoras del s.XX. ¿Era una afable estrella cómica, un imitador de Elvis, un luchador profesional, un bromista brillante o un simple provocador? (Filmin)
Cómo hablar de un mito
En los primeros minutos de metraje se pinta con mucha precisión el retrato de Andy Kaufman a través de su propia comedia: irónica, transgresora y rozando lo obsceno. Él mismo dirige la introducción del documental, marcando el ritmo y desconcertando a los espectadores. Una capacidad de bromear con el metalenguaje que tristemente no veremos reflejada en esta obra con la que se nos cuenta su ascenso y caída.
Casi como si de un true crime se tratase, los testimonios de figuras del entretenimiento como Steve Martin, Melanie Chartoff o Danny DeVito, dibujan una trayectoria vital y profesional repleta de incongruencias e incógnitas, en su mayoría orquestadas por el propio Kaufman. “This is really me” le escuchamos decir en una de las múltiples entrevistas que dió en vida, pero su identidad será precisamente una de tantas cuestiones que este documental deja sin resolver.
Con sus idas y venidas entre imágenes de archivo y voces que las comentan, La comedia y el caos: El legado de Andy Kaufman a menudo se pierde entre sus preguntas retóricas. Algo que recuerda mucho a la fórmula de los documentales conspiranoicos, donde una plétora de expertos en la materia se reúnen para mantener un extenso diálogo del que no podemos extraer ninguna respuesta convincente.
Comedia kamikaze
Dejando atrás la forma para adentrarnos en el fondo de La comedia y el caos: El legado de Andy Kaufman, el documental recopila algunos de los greatest hits del cómico. A estos les acompaña una suerte de explicaciones freudianas de algunos de sus gags más recurrentes. Esta lectura sintomática -aunque a veces disparatada- de su humor quizás sea lo más interesante de la obra.
Y es que, desde la práctica de meditación trascendental a las ínfulas revolucionarias que le otorgó la novela “On the road” de Jack Kerouac, Andy Kaufman es el vivo retrato del joven blanco norteamericano de finales del siglo pasado. El mejor ejemplo de ello nos lo brinda el propio cómico cuando parodia a los luchadores profesionales o wrestlers, una forma de entretenimiento donde prima la ostentación y el maniqueísmo. Este ejercicio de aparente autocrítica en estado puro nos deja con muchas dudas sobre si se trata de una genialidad o un burdo intento por ver cumplidas sus fantasías personales. De nuevo, el documental no responde ni anima a esta reflexión, la más habitual que se suele plantear en torno a la figura Kaufman.
Esta equidistancia no hace avanzar el relato en torno a su protagonista. Especialmente si tenemos en cuanta las tendencias críticas que proliferan en nuestro contexto sociocultural (la caída de los grandes mitos, la construcción de una historia más autoconsciente, etc.). En este caso, el problema de introducir una tentativa crítica y dejarla a la deriva es que enturbia más las aguas y no nos deja ver cual es el fondo al que quiere llegar el discurso.
Entonces, ¿dónde está la gracia?
El esfuerzo por recopilar tanto imágenes de archivo como testimonios presentes y pasados sobre la vida de Kaufman resulta en una cirugía a corazón abierto a medio acabar, pues no se molesta ni en buscar una posible enfermedad ni en cerrar las heridas que abre. Esta falta de dirección resulta un tanto desalentadora en el contexto actual, donde muchas obras documentales presentan reflexiones y/o críticas sobre sus objetos o innovaciones en cuanto a su forma.
Teniendo esto en cuenta, parece que La comedia y el caos: El legado de Andy Kaufman no encaja, pues es un texto que se limita a exponer datos encadenados, como en aquellos primeras obras de la práctica documental. No obstante, este "género" no está anticuado, ni mucho menos. La mayoría de los documentales que han conseguido abrirse un hueco en las salas y salones de los espectadores son precisamente aquellos que se leen como un texto, de principio a fin: sin cuestionarse nada y dejando algún tímido espacio en blanco a la imaginación.
Conclusión de 'La comedia y el caos: El legado de Andy Kaufman'
La comedia y el caos: El legado de Andy Kaufman se posa tímidamente sobre el perfil de su protagonista, haciéndose eco de las carcajadas y los llantos del cómico pero sin arañar demasiado la superficie de este icono del entretenimiento norteamericano. Ahora bien, de forma más o menos intencionada, esta obra refleja como el sinsentido de su comedia es directamente proporcional al entretenimiento desmedido y las preguntas sin responder propias de una época cuya sombra parece alargarse hasta nuestros días.
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