La conductora (Eenie Meanie) es un thriller psicológico que sigue a una joven que se ve envuelta en una serie de eventos extraños y perturbadores mientras conduce por una carretera solitaria. Dirigida por Shawn Simmons, esta película promete mantener al espectador al borde de su asiento con su tensión creciente y giros inesperados. La conductora explora temas de aislamiento, paranoia y supervivencia. Se puede ver desde el 22 de agosto de 2025 en Disney +.
Crítica de 'La conductora'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La conductora
Título original: Eenie Meanie
Reparto:
Samara Weaving (Edie)
Karl Glusman (John)
Steve Zahn (Dad Meaney)
Randall Park (Leo)
Andy García (Nico)
Chris Bauer (Gary)
Marshawn Lynch (Perm)
Jermaine Fowler (El acompañante)
Mike O'Malley (George)
Elle Graham (La joven Edie)
Kyanna Simone Simpson (Baby Girl)
Chelsey Crisp (Ma Meaney)
Phuong Kubacki (Gloria)
Año: 2025
Duración: 108 min.
País: Estados Unidos
Director: Shawn Simmons
Guion: Shawn Simmons
Fotografía: Tim Ives
Música: The Haxan Cloak
Género: Thriller. Acción
Distribuidor: Disney +
Tráiler de 'La conductora (Eenie Meanie)'
Sinopsis
Una antigua conductora de fugas adolescente se ve arrastrada de nuevo a su desagradable pasado cuando un antiguo empleador le ofrece la oportunidad de salvar la vida de su ex novio, que no es de fiar.
Dónde se puede ver la película en streaming
Viaje al pasado
El punto de partida tiene ecos de clásicos del género de atracos, pero con un enfoque juvenil y más ligero gracias a la mezcla de thriller, acción y comedia, sin embargo, aunque la idea resulta atractiva, la ejecución termina siendo irregular. La conductora avanza entre persecuciones, engaños y dobles traiciones, pero el guion nunca se atreve a profundizar demasiado en la psicología de la protagonista.
El tono híbrido entre acción trepidante y comedia sarcástica provoca también cierta disonancia, hay secuencias que buscan tensión, pero se diluyen rápidamente en chistes o situaciones absurdas, esto no la convierte en una experiencia aburrida, pero sí resta cohesión.
Al volante de la comedia de acción
Shawn Simmons imprime energía a la película, pero no consigue darle una identidad clara. Su puesta en escena es funcional, las persecuciones están bien filmadas, con un ritmo rápido y cortes ágiles que transmiten la velocidad y la adrenalina de la conducción. Sin embargo, no hay secuencias memorables que marquen la diferencia respecto a otras cintas de acción centradas en coches.
El principal problema de la dirección radica en el equilibrio de tonos, Simmons no termina de decidir si quiere homenajear el cine de atracos con un estilo juvenil fresco o si busca parodiarlo con humor absurdo. Esa indecisión acaba haciendo que La conductora tenga momentos brillantes de energía, pero también tramos que parecen de una serie televisiva sin demasiado pulso cinematográfico.
Gas y freno
Samara Weaving sostiene buena parte de La conductora gracias a su carisma, aunque el guion no le da demasiada profundidad logra transmitir la mezcla de dureza y vulnerabilidad de una joven que carga con errores del pasado. Su química con el ex novio, sin embargo, resulta menos convincente, él encarna al típico estafador encantador, pero nunca genera la suficiente empatía como para justificar que ella arriesgue todo por salvarlo.
Lamentablemente, el resto del reparto queda reducido a caricaturas o meros vehículos para los chistes, sin un desarrollo destacable. En resumen, las actuaciones cumplen, pero no consiguen elevar el material ni dotarlo de una capa extra de interés emocional.
Motores rugiendo, pero con poca gasolina
En lo técnico, La conductora es correcta pero no deslumbrante. Las escenas de persecuciones logran cierta adrenalina gracias al montaje rápido y a un uso decente de la cámara en mano, pero carecen de la espectacularidad visual que otras películas del género han sabido imprimir. La fotografía apuesta por una paleta de tonos nocturnos y neones que intenta aportar estilo urbano, aunque se queda más en lo estético que en lo narrativo.
Conclusión de 'La conductora'
La conductora (Eenie Meanie) es una película que mezcla thriller, acción y comedia con más entusiasmo que acierto. Su premisa tenía el potencial de dar lugar a una historia intensa sobre redención, lealtad y errores del pasado, pero se queda en un producto entretenido y ligero, que nunca alcanza la fuerza emocional ni la frescura estilística que prometía.
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