La fotocopiadora, o como a mí me gusta llamarla Las huellas de la carne, es un inteligente e ingenioso thriller de intriga, de nacionalidad indonesio, co-escrito y dirigido por Wregas Branuteja. Producida por Kaninga Pictures y Rekata Studio, la cinta tuvo su estreno mundial en el 26º Festival Internacional de Cine de Busan (Octubre 2021), donde obtuvo un total de doce premios Citra de diecisiete nominaciones, ganando los dos más importantes: Mejor película y mejor director. Película adquirida por la plataforma de streaming Netflix, para su distribución exclusiva a partir del 13 de Enero de 2022.
Crítica de 'La fotocopiadora'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La fotocopiadora
Título original: Penyalin Cahaya
Reparto:
Lutesha (Farah)
Dea Panendra (Anggu)
Shenina Cinnamon (Sur)
Jerome Kurnia (Tariq)
Chicco Kurniawan (Amin)
Giulio Parengkuan (Rama)
Mian Tiara (Comadrona Siti)
Ruth Marini (Madre de Sur)
Lukman Sardi (Padre de Sur)
Rukman Rosadi (El Decano de Ciencias de la Computación)
Landung Simatupang (Burhan)
Año: 2021
Duración: 130 min.
País: Indonesia
Director: Wregas Bhanuteja
Guion: Wregas Bhanuteja, Henricus Pria
Fotografía: Gunnar Nimpuno
Música: Ariendra Yennu
Género: Intriga
Distribuidor: Netflix
Tráiler de 'La fotocopiadora'
Sinopsis
Sur (Shenina Cinnamon), una joven estudiante ejemplar sobre nuevas tecnologías informáticas, perderá su beca de estudios tras la difusión de unos selfies suyos, en una fiesta donde aparece ebria.
Sur no tiene ningún recuerdo de lo que pasó dicha noche, ya que se desmayó en la citada fiesta.
Ante la intransigencia del Comité ético de becas y la rigidez habitual de sus padres (sobre todo más palpable en su padre, que la expulsa de casa), intentará descubrir por todos los medios posibles qué ocurrió esa confusa noche.
Dónde se puede ver la película
Breves apuntes
Antes de seguir con mi crítica habitual, me gustaría reseñar que La fotocopiadora no es un film al uso y que podrán encontrar muchas y variadas opiniones sobre el verdadero mensaje o mensajes de la misma.
Antagonismos generacionales, superioridad doctrinaria patriarcal, religión, lo moderno frente a lo arcaico, reacción ante las realidades sociales, machismo y feminismo, abusos ¿sexuales? y del poder social que da el estatus y el dinero y mil matices más.
Dejen a un lado un pre-final marcado por lo casi inverosímil, quizás hasta un poco ridículo y casi cayendo en la metafísica neroniana y disfruten cada minuto (posiblemente demasiados) de la cinta, hasta llegar a una especie de final sublime, que cada espectador debe interpretar como buenamente le plazca y que honestamente pienso que así debe ser.
De patitas en la calle
Tras la situación acaecida, Sur se verá en la puñetera calle y buscará la ayuda de un amigo de la infancia Amin (Chicco Kurniawan), el cual trabaja y vive en el campus universitario ejerciendo de fotocopiador.
Desde la distancia de unas escaleras y con la inestimable colaboración de Amin, la joven estudiante de informática irá recolectando vídeos y fotografías de la famosa fiesta, en un intento de recomponer un puzzle casi imposible de resolver.
El grupo de teatro
La fiesta fue organizada por el grupo de teatro al que Sur pertenece y del que es responsable de su página web.
De ahí que se dirija a la líder del grupo con sus primeros indicios y que esta (ajena a todo) esté dispuesta a colaborar sí o sí.
Se revisarán las cintas de seguridad, aparecerán las primeras dudas y el principal sospechoso (seguro inseguro), una joven tatuada convertida en casi femme fatale y una denuncia que no solo puede acabar con la incipiente carrera de Sur, sino también con el negocio familiar de sus padres.
El visionado de unas fotos por parte de la madre de Sur, hará que la historia de un giro sustancial (al menos respecto a credibilidad de la joven) y comenzará una batalla (esta vez en grupo) que acabará desencadenando la guerra.
Y hasta aquí puedo contar, queridos navegantes.
Sur (Suryani)
Sur (Shenina Cinnamon), poco o nada puedo decir de esta joven actriz, salvo que es natural de Indonesia y que creo que tuvo sus comienzos en el mundo de la televisión de su país. Le seguirían algunas (pocas) películas, quizás la más destacable, pero solo por mero ejercicio informativo a través de las redes Geez&Ann (2021), de la que no tengo la menor idea, notable fallo mío.
Os lo pongo fácil y os ahorro tiempo, si una actriz de poco más de 20 años es capaz de registrar en sus carnes todos los mensajes (acertados o no) que describo en el apartado de Breves apuntes, blanco y en botella.
Me cuesta entender que no fuese una de las ganadoras de los premios Citra, a pesar de ser nominada y estar en todas las quinielas, pero en Indonesia también Almodovares debe tener la iglesia.
La joven está magnífica, difiero de algunos comentarios que he leído, en todos y cada uno de los momentos de la cinta, espectacular incluso en algunos. Por favor, no hagamos de su necesaria candidez un fallo en vez de una virtud, sería imperdonable. Actriz a seguir obligatoriamente.
El dueño de la fotocopiadora
El co-guionista y director indonesio (Wregas Bhanuteja), gran experto en cortos de gran repercusión desde el año 2012, convirtiéndose en el primer director indonesio en ganar un premio en el Festival de Cannes por su corto Prenjak (2016).
O sea, estamos ante el debut de su primer largometraje.
Guion espléndido (de Henricus Pria también), lleno de osadía y atrevimiento, que puede correr el riesgo de quedar en un Déjà vu por todos los palos que toca, craso error sería.
No digo que La fotocopiadora sea un film perfecto, pero tampoco me parece que tenga un carácter intermitente, ya que el espectador no pierde el interés en la obra ni por un solo segundo.
Una cámara inquieta, a veces (pocas) hasta irritable, donde topamos con un dinamismo impropio de un debutante, nos lleva a un perfecto pulido de la cinta, eso sí, estimulada por un montaje que me parece apasionante.
Especial mención a la fotografía tipo casi documental de Gunnar Nimpuno, donde la combinación de tonos verdosos, grises y oscuridades sonoras van buscando afanosamente la belleza de cada plano. Director a seguir y perseguir.
Conclusión de 'La fotocopiadora'
Imagino que no debe ser fácil (no lo es en casi ningún sitio) desgranar temas tabúes en Indonesia, La fotocopiadora lo ha conseguido.
Los ha puesto encima de la mesa, como una exquisita cena de bienvenida o despedida, para que cada cual entre o salga, deguste o no la cate, pague o haga un simpa.
Desde las hiperbólicas escenas de desinfección masiva, cargadas del simbolismo que cada cual quiera descifrar y que nadie podría llevarle la contraria, hasta la metafórica fotocopiadora como un ejemplo de libertad, de difusión, de no atrincherarse ante las injusticias, en definitiva de transmitir y compartir sentimientos.
Ese mapa de la carne, convertido en huellas digitales del corazón, quizás no más pecaminoso que la experiencia lisérgica de un loco.
Igual que he comentado sobre un pre-final que puede descolocar a parte de los espectadores, he de mencionar un final insuperable (yo lo tengo claro como el agua), interprete cada uno lo que quiera interpretar.
Folios al aire, en una globalización que no es sencilla, para decir aquí estamos, hemos venido y es para quedarnos.
A los Netflixnianos y acoplados solo les puedo decir que no dejen escapar esta oportunidad, que aparten complejos de nacionalidades (el doblaje es bastante correcto) y que abran sus mentes a otros cines, a otras culturas, a otras formas de pensar.
Al tito Netflix, pleno acierto, al César lo que es del César, solo pedirle un favor: No guarde muy lejos La fotocopiadora, es posible que haya que volver a usarla.
" Enhorabuena y Bienvenidos al Espectáculo "
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