Retomamos la tan explotada temática sobre el terrorismo de ETA, son tantas las películas y series de televisión que han abordado la cuestión que de partida resulta esforzado enfrentar una nueva. Evidentemente hablo del público en general y en un actual contexto de superabundancia de propuestas. Sin embargo, La infiltrada es un acierto, por el éxito del catálogo patrio, que este año deja el listón altísimo, y por el enfoque que Arantxa Echevarria da a un film bien planteado, desarrollado y concluido. Se estrenó el pasado 11 de octubre de 2024 y sigue en salas de cine españolas. Puedes leer aquí otra crítica realizada por Cinemagavia de esta película.
Crítica de 'La infiltrada'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La infiltrada
Título original: La infiltrada
Reparto:
Carolina Yuste (Arantxa)
Luis Tosar (Ángel)
Víctor Clavijo (Teruel)
Nausicaa Bonnín (Andrea)
Iñigo Gastesi (Kepa)
Diego Anido (Sergio)
Pepe Ocio (Bodhi)
Jorge Rueda (Mario)
Carlos Troya (Zoido)
Pedro Casablanc (Jefe Brigada)
Adrián Santos (Rehén)
Año: 2024
Duración: 118 min.
País: España
Director: Arantxa Echevarria
Guion: Arantxa Echevarria, Amèlia Mora
Fotografía: Javier Salmones, Daniel Salmones
Música: Fernando Velázquez
Género: Thriller. Drama
Distribuidor: Beta Fiction Spain
Tráiler de 'La infiltrada'
Sinopsis
Tras pasar varios años infiltrada en los ambientes de la izquierda abertzale como una joven simpatizante más de la banda terrorista ETA, una agente de policía consigue lo que buscaba: ETA contacta con ella. Necesitan que aloje en su piso a dos etarras que tienen el objetivo de preparar varios atentados. A partir de este momento empieza la misión más difícil de su vida: ir informando a sus superiores mientras convive con dos terroristas que, si en algún momento sospechan de ella, no dudarán en asesinarla. (Beta Fiction Spain)
Dónde se puede ver la película en streaming
Del dolor a la memoria
Quede claro, aun siendo larga la lista de piezas sobre el conflicto, no deja de ser arriesgado por la profunda sensibilidad que continua desprendiendo. Prácticamente todos los enfrentamientos en territorio nacional permanecen como herida abierta, rememoran los tiempos oscuros que rompieron la confianza entre instituciones, resquebrajaron el tejido social y pusieron la espada entre hermanos. La peor época que marcó con sangre los libros de historia española.
Es por eso que la directora bilbaína toma cartas en el asunto y ofrece una perspectiva suficientemente fresca que en parte mama de otras adaptaciones, con sus aciertos y errores, incluso sus estereotipadas fórmulas de espionaje. Hemos visto innumerables películas de belicismo moderno y en esta ocasión Arantxa Echevarria y Amèlia Mora acechan el irremediable dolor causado en la guerra a través de una infiltrada a la que rinden homenaje. Es una cuestión de memoria de las víctimas, los caídos y todos esos anónimos que sacrificaron su felicidad por el bien común.
La ejecución, clave
Creo un acierto abordar todo esto a partir de la historia real de Aranzazu Berradre Marín y sus ocho años en los infiernos de San Sebastián, conviviendo con la izquierda abertzale con el objetivo de desarticular el Comando Donosti. Es por medio de su figura que la cineasta vasca propicia un thriller muy conseguido, con los ingredientes bien dispuestos para ir equilibrando perfectamente el pulso a la tensión, incrementándola conforme el jugo de la trama se intoxica hacia la resolución de la misión. El argumento no es nuevo, pero el estilo y la mirada sí.
Aquí entra de lleno una fantástica Carolina Yuste, destinada por lógica narrativa a catalizar todos los intangibles de La infiltrada. Echevarria domina el asunto dando rienda suelta a la actriz, abordando desde el interior las problemáticas exteriores, que actúan como adversidad situacional sin necesidad de ahondar tanto como sí requiere el personaje de Mónica. Este viraje del relato potencia enormemente la mixtura de lo personal y profesional de la policía "encubierta" con las máximas de siempre. Y no sale nada mal, porque como espectador percibes sin problema las pinceladas sobre la dignidad humana, la justicia por los crímenes y fundamentalmente la verdad, que se fue difuminando entre torturas y bombas.
Pero como digo es desde el corazón, a partir de lo que nuestra asombrosa protagonista sufre por mantener el tipo, cómo coarta sus principios éticos para poder cumplir su misión del bien mayor. Esto recoge frutos más obvios en la primera parte de La infiltrada, a la que quizá falta más contexto en el operativo policial, pero se entiende por estar trillado. A partir de la aparición del etarra encarnado por el genial Diego Anido es cuando va recrudeciendo la infiltración, cuando peligra una vida que nos importa mucho. Esto es trabajo de escritura, dirección e interpretación. Todos a una.
Sin moralizar pero sí personificar
Qué complicado es no aleccionar, sobre todo tratándose de unos eventos que han amontonado tantos cadáveres de vecinos y conocidos. Algo bueno que tiene La infiltrada es que dispone con firmeza la bases generalmente consensuadas sin requerir el desarrollo de tesis e interpretaciones sesgadas. ETA fue una banda terrorista que vencida por la implicación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la sociedad y políticos concretos. Toda violencia ejercida fue inadmisible, tanto de las autoridades moralmente deslegitimadas como de los asesinos de la revolución. No hay debate sobre ello, por lo que el film puede crecer sin los incordios habituales.
Pero es más interesante, porque este tributo a la agente infiltrada toma más consideración en el conjunto, esto es, nacida del terror vivido en casi una década, privándose de su identidad, sus valores manifiestos, sus raíces y sus sueños. La cinta de Arantxa Echevarria recorre brillantemente este coste personal otorgando al discurso un tono mucho más solemne y sentido en el que podemos participar. En definitiva, es una oblación por los prójimos. Un verdadero drama que sabe a dulce, es la vida de una persona, concretamente de una mujer, con lo que eso significaba en esa época, en ambos lados de la guerra.
Conclusión de 'La infiltrada'
La infiltrada es una bellísima noticia para nuestro cine, supone otro salto de peso para un 2024 que engorda su calidad a pasos agigantados. Equilibrio formal e interiorizado sobre un mal que sigue atormentándonos. Arantxa Echevarria dirige y coescribe con tenacidad ese conflicto interno que determina lo de fuera. Película del todo necesaria, un thriller muy logrado con una Carolina Yuste de premio.
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