La mujer ilegal dirigida por Ramon Térmens se estrena en cines españoles el próximo día 11 de diciembre. El quinto largometraje del cineasta catalán es un drama con trasfondo social y cuenta con un trepidante ritmo narrativo. Además, denuncia la situación de numerosos inmigrantes en los Centros de Internamiento de Extranjeros. Puedes leer AQUÍ la entrevista a Yolanda Sey protagonista de la película.
Crítica de 'La mujer ilegal'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La mujer ilegal
Título original: La mujer ilegal
Reparto:
Yolanda Sey (Juliet Okoro)
Gorka Lasaosa
Josep Maria Alejandre (Policía deportación)
Ahmad Alhamsho (Samir)
Lluís Altés (Doctor Masia)
Sílvia Aranda (Fiscal Judicial Deportación)
David Arribas (Policía deportación)
Abdel Aziz El Mountassir (Hussein)
Raquel Camón
Daniel Faraldo (Fernando Vila)
Isak Férriz (Oriol Cadenas)
Montse Germán
Año: 2020
Duración: 120 min.
País: España
Director: Ramon Térmens
Guion: Daniel Faraldo, Ramon Térmens
Fotografía: Pol Orpinell
Género: Drama. Inmigración
Distribuidor: Mimesis Film, Segarra Films
Tráiler de La mujer ilegal
Sipnosis de La mujer ilegal
Fernando Vila (Daniel Faraldo) es un abogado de inmigración que acepta un caso en apariencia sencillo: evitar la deportación de una joven kosovar, Zita Krasniqi (Klaudia Dudová). Todo cambia cuando la joven aparece muerta en un Centro de Internamiento de Extranjeros y las autoridades declaran que se trata de un suicidio. Fernando busca la ayuda de la única amiga de la víctima, Juliet Okoro (Yolanda Sey), una inmigrante nigeriana atrapada en una red de prostitución. Mientras Fernando intenta averiguar la verdad se enfrenta a la férrea oposición del jefe de policía Oriol Cadenas (Isak Férriz) y pronto empieza a descubrir la corrupción, los abusos sexuales y los falsos suicidios que se suceden dentro del sistema de deportaciones del Estado español. (Segarra Filmes)
Dónde se puede ver la película en streaming
El fenómeno de la inmigración en España
El habilidoso cineasta Ramon Térmens plantea un sólido drama policial a tres niveles. Encontramos en la propuesta una ficción que aborda el fenómeno de la inmigración en España, también toca el funcionamiento de las redes de prostitución y todo ello está enmarcado en los polémicos Centros de Internamiento de Extranjeros en España.
El propio director plantea las siguientes preguntas: "¿Se puede mantener a alguien en prisión por el único delito de "ser ilegal"? ¿Qué pasa en el interior de los CIEs? ¿Quién se aprovecha de la "ilegalidad" de unos seres humanos a merced del poder y de los abusos? ¿Es posible revertir la situación o nos tenemos que conformar en que todo sistema tiene sus "daños colaterales"? ¿Hemos perdido la esperanza para el ser humano? ¿Progresamos? ¿O retrocedemos?".
A lo largo de La mujer ilegal el director trata de encontrar las respuestas pertinentes, pero deja la última palabra en el espectador. Éste, es el que finalmente debe emitir los juicios morales sobre lo qué narra el cineasta y cómo lo narra. En mi opinión, la apuesta es sólida en la denuncia y emotiva en lo sentimental.
Los Centros de Internamiento de Extranjeros en España
La mujer ilegal lleva en su propio título una aberración legal que parece encontrar hueco en algunos sectores muy conservadores de la sociedad. Y es que ningún humano ya sea mujer u hombre puede ser ilegal. Es decir, las personas no pueden ser ilegales como si fueran un trámite administrativo. Otra cosa es que no tengan los papeles en regla, que acepten un trabajo con condiciones alegales o que no consigan en tiempo y forma los papeles para poder trabajar.
Pero con independencia a la clasificación administrativa de las personas, lo que trata de hacer Térmens es denunciar la terrible situación de los Centros de Internamiento de Extranjeros. De la ficción se pueden inferir malos tratos, violaciones, algún suicidio y las terribles condiciones de hacinamiento. El cineasta consigue que la pantalla ilumine la razón a través de las emociones.
Las redes de prostitución
El funcionamiento de las redes de prostitución se muestra cruel, descarnado y humillante para las muchachas que prestan sus servicios allí. La mujer ilegal demuestra como las chicas tienen que pagar cuantiosas deudas y además se les retira el pasaporte. El colmo para ellas, sucede cuando en las redadas policiales la cuerda se parte por el hilo más fino. Es decir, las jóvenes que no tienen la documentación en su poder acaban en los Centros de Internamiento de Extranjeros. El círculo se cierra, la pesadilla aumenta.
En los aspectos escenográficos cabe destacar que la icónica cárcel ‘Modelo’ de Barcelona, simula ser el CIE de Valencia en la película. La dirección de arte, el vestuario y el maquillaje se muestran lúcidos al crear el club de alterne.
Las interpretaciones
La mujer ilegal o el personaje de Juliet Okoro marca la trama y está interpretado con gran sensibilidad por Yolanda Sey. La interprete catalana se postula para ser nominada en los próximos Premios Goya en la categoría de mejor actriz revelación. En su personaje, encontramos la razón de ser de la película. Y es que a través de ella, Térmens muestra al espectador como las chicas nigerianas son captadas por las mafias y redes de prostitución. Por otro lado, también nos encontramos en el filme español el buen debut cinematográfico de Raquel Camón. Su papel es el de Fátima Jamed y da vida a una comprometida activista que lucha por los derechos de los inmigrantes.
También destacar a Daniel Faraldo metido en el papel del abogado que vehiculiza la narrativa. A través de sus ojos observamos su lucha desgarrada por esclarecer un crimen que se ha producido en Centro de Internamiento de Extranjeros. Poco a poco, la narración se va hilando destapando corruptelas policiales, clanes mafiosos y sin olvidar el lado más humano de los personajes. Un lado que a veces se vuelve totalmente inhumano como en el caso del policía interpretado por Isak Férriz. El resto del reparto rinde a buen nivel.
Conclusión de 'La mujer ilegal'
La mujer ilegal se siente como un puñetazo encima de la mesa dado con arrojo por el cineasta Ramon Térmens. Hablamos de un filme trepidante en su narrativa policial que a su vez se muestra efectivo en su parte de denuncia social. Una denuncia que se usa para involucrar al espectador en la pesadilla que muchos inmigrantes viven al llegar a España. Pero la película también tiene su lado luminoso. Y es precisamente ahí, en lado de la empatía, donde encontramos un halo de esperanza que nos deja un buen sabor de boca en los postres del filme.
Reportaje de La mujer ilegal en Días de Cine TVE
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