Se han presentado en la 73 edición del Festival de Cine de San Sebastián numerosas películas basadas en hechos reales reivindicando vergonzosas injusticias. Otra de ellas, La tregua, es el drama bélico dirigido por Miguel Ángel Vivas (Asedio) en la que la supervivencia no entiende de bandos políticos.

En él se muestra el sufrimiento y el horror que sufrieron cientos de españoles, civiles y militares, en el campo de trabajo número 99 en Kazajistán. Esclavos españoles olvidados por las autoridades que realizaban trabajos extenuantes en unas terribles condiciones. Miguel Herrán (Modelo 77), Arón Piper (El correo), Javier Pereira (El instinto) y Fernando Valdivieso (1992) dan vida a cuatro de los prisioneros que vivieron un infierno durante casi dos décadas. Estreno el 10 de octubre de 2025 en salas de cine españolas.



La tregua película

Crítica de 'La tregua'

Ficha Técnica

Título: La tregua
Título original: La tregua

Reparto:
Miguel Herrán (Teniente Salgado)
Arón Piper (Capitán Reyes)
José Pastor
Javier Pereira (Pater)
Fernando Valdivieso (Junqueras)
Alejandro Jato (Freire)
Federico Pérez (Hermida)
Manel Llunell (Paredes)
Sergey Ufimtzev (Nazarov)
Dina Tasbulatova (Aisulu)
Diego Montejo (Pablito)
Sara Robisco (Greta)
Altynai Nogherbek

Año: 2025
Duración: 150 min.
País: España
Director: Miguel Ángel Vivas
Guion: Fran Carballal, Ignasi Rubio, Miguel Ángel Vivas
Fotografía: Rafa García
Música: Víctor Reyes
Género: Bélico. Drama
Distribuidor: Tripictures

Filmaffinity

IMDB

Tráiler de 'La tregua'

Sinopsis

El film, basado en hechos reales, sigue a dos jóvenes que durante la guerra civil española lucharon en bandos contrarios pero que deberán compartir el sufrimiento y la esperanza en un gulag soviético durante la Segunda Guerra Mundial. Una convivencia que les obligará a unir fuerzas frente al frío, el hambre y el horror que habita entre las alambradas. Deberán desnudarse de sus ideologías para descubrir la persona que se oculta debajo del uniforme.



Gulag

Es el nombre que recibían los campos de trabajos forzados en la antigua URSS creados oficialmente desde 1930 hasta 1960. Aquellos campos se caracterizaban por la falta de alimentos, higiene precaria, equipamientos inadecuados y temperaturas gélidas.

En La tregua, algunos republicanos exiliados, otros, combatientes de la División Azul y también mujeres y niños, serán los prisioneros de tan insigne matadero. La División Azul fue una unidad de voluntarios españoles que lucharon contra la Unión Soviética dentro del ejército nazi.

Todos ellos fueron considerados espías por el régimen de Stalin o por estar implicados en actividades contra el comunismo. Por cierto, los españoles sufrieron un régimen más duro que el resto de otras nacionalidades, debido a la inquina del mencionado dictador. Los que sobrevivieron, y fueron pocos, fueron repatriados a España a partir de 1950. En su mayoría en barcos fletados por la Cruz Roja.

La tregua película

Convivencia forzada

Si a las crudas condiciones para sobrevivir se le añaden las diferencias ideológicas de algunos de los prisioneros españoles, el resultado no podía ser más alarmante. No sólo recibían golpes y humillaciones por parte de los carceleros, sino que también se propinaban palizas entre ellos por ser de diferentes bandos.

La tregua a la que hace referencia el título es la que deben de mantener los dos oficiales, el capitán Reyes (Arón Piper) y el teniente Salgado (Miguel Herrán), para contener a sus subordinados, y a ellos mismos.

En uno de los pocos momentos de descanso, inician el juego de cantar canciones en el barracón: los himnos de cada uno de los países de los que allí estaban. La polémica comienza cuando les toca el turno a los españoles. Los republicanos cantarán la Internacional, interrumpida poco después por el Cara al sol de los nacionales. Otro conflicto estalla, que hubiera sido mayor si no llega a ser por un niño, Pablito (Manel Llunel). Este, con su violín comienza a entonar unas notas de un conocido pasodoble por todos ellos: Suspiros de España. Así, poco a poco, todos se animan a cantar la letra, convirtiéndolo en ese himno que les une a todos.

Miguel Herrán

Ángel o demonio

En aquel infierno que se detalla en La tregua, no había ángeles ni demonios. Todos podemos convertirnos en monstruos fanáticos. Uno de los prisioneros, el cura del bando nacional, interpretado por Federico Pérez (Cuñados), dice una frase memorable: tan glorioso es ganar la batalla como perderla.

Compartir la misma desdicha puede llegar a unir más que a separar. De nuevo, el sacerdote, dirá algo que anima a la reconciliación: no tengo ideologías, tengo principios.

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Conclusión de 'La tregua'

La tregua es una buena película, aunque quizás demasiado larga, sobre todos aquellos españoles, soldados de ambos bandos políticos y también civiles, que sufrieron un terrible destino en el campo de trabajo en Kazajistán durante casi dos décadas. Tan glorioso es ganar la batalla como perderla.

Miguel Ángel Vivas deja patente la vergonzosa respuesta de las autoridades españolas tras finalizar la Segunda Guerra Mundial y su nula gestión para repatriar a los supervivientes, muy pocos por cierto.

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CINEMAGAVIA
6,5 / 10
65 %
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Irene Abecia Navarro
Tras una gran parte de mi vida viajando por Europa y ejerciendo de Guía Turística, considero que ha llegado el momento de contar otras historias. He publicado tres novelas tituladas "Más que palabras" , "Al otro lado del tiempo" y "Un mundo perdido", y estoy escribiendo la cuarta en la actualidad; además, preparándome para Guionista Literario. Considero que sólo podemos elegir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado...y no es infinito, por eso, procuro aprovechar todas las oportunidades que se presenten. El cine es una de mis grandes pasiones, así que estoy disfrutando de esta excepcional ocasión.
la-tregua-critica-pelicula-estreno-cineLa tregua es una buena película, aunque quizás demasiado larga, sobre todos aquellos españoles, soldados de ambos bandos políticos y también civiles, que sufrieron un terrible destino en el campo de trabajo en Kazajistán durante casi dos décadas. Tan glorioso es ganar la batalla como perderla. Miguel Ángel Vivas deja patente la vergonzosa respuesta de las autoridades españolas tras finalizar la Segunda Guerra Mundial y su nula gestión para repatriar a los supervivientes, muy pocos por cierto.

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