La última película dirigida por Peter Bogdanovich estrenada en 1971 es un estupendo filme que otorga sentido a la sección de Películas favoritas de Cinemagavia. Titulada de manera original como 'The last picture show', hablamos de uno de los grandes clásicos de la historia del cine y de una gran forma de adentrarse en la carrera de un cineasta muy especial.
Crítica de 'La última película'
Resumen
Ficha Técnica
Título: La última película
Título original: The Last Picture Show
Reparto:
Timothy Bottoms (Sonny Crawford)
Jeff Bridges (Duane Jackson)
Cybill Shepherd (Jacy Farrow)
Ben Johnson (Sam el león)
Cloris Leachman (Ruth Popper)
Ellen Burstyn (Lois Farrow)
Randy Quaid (Lester Marlow)
John Hillerman (Maestro)
Clu Gulager (Abilene)
Año: 1971
Duración: 118 min.
País: Estados Unidos
Director: Peter Bogdanovich
Guion: Peter Bogdanovich, Larry McMurtry. Novela: Larry McMurtry
Fotografía: Robert Surtees
Música: Phil Harris, Johnny Standley, Hank Thompson
Género: Drama
Distribuidor:
Tráiler de 'La última película (The Last Picture Show)'
Sinopsis
Década de los 50, en una pequeña ciudad de Texas. Los jóvenes amigos Sonny y Duane y la guapa Jacy son tres adolescentes insatisfechos y aburridos. Son espectadores de sus propias vidas en una localidad encerrada en sí misma en la que no hay mucho que hacer. Todo es un sueño inmóvil que se desarrolla entre un viejo cine, un salón de billar y un café abierto toda la noche.
Dónde se puede ver la película en streaming
La América profunda
Basada en en la novela homónima de Larry McMurtry, La última película (The Last Picture Show) retrata de forma maestra un tiempo, un espacio y un lugar. Hablamos de Anarene, en Texas, un pequeño municipio de unos 1000 habitantes que refleja de manera colosal esa "América profunda" que tantos ríos de tinta ha hecho correr. La otra cara de Hollywood, y por ende de los Estados Unidos de los cincuenta, aparece retratada de manera hipnótica para el espectador. Peter Bogdanovich utiliza el filme como su memorándum con las líneas maestras de lo que fue una forma muy especial de sentir el cine.
Miles de pequeños pueblos de Estados Unidos están habitados por trabajadores blancos que poco o nunca viajaron, guardan un arma en casa y ven a los urbanitas como a seres de otros planetas. Hace unos años, el escritor Joe Bageant narró en un libro muy potente (Crónicas de la América profunda, Editorial Marea) las vidas de esos norteamericanos. Ellos están dispuestos a matar y morir por la imagen de un país construido en la televisión y en las salas de cine.
El filme reseñado hoy es otra estupenda crónica de esa América que tantas alegrías ha otorgado al cine y a la literatura. Podríamos afirmar que Stone en su Giro al infierno actualiza la mirada de Bogdanovich sobre el interior de Estados Unidos. De manera más reciente el cineasta Ti West nos dejó un gran retrato en X potenciando el miedo, los traumas y la vez la sensualidad narrativa que aportan sus personajes retorcidos.
Cuando la juventud se aburre con el rabo mata moscas
La última película (The Last Picture Show) cuenta la historia de los ritos del paso generacional en Anarene, una ciudad ficticia de Texas. Es 1951, y el último año de instituto para Sonny (Timothy Bottoms) y Duane (Jeff Bridges), que se dedican a jugar al fútbol, ir al cine en el Teatro Real, pasar el rato en el salón de billar propiedad del anciano Sam y también se centran en el interés lujurioso por la jovencita Jacy Farrow (Cybill Shepherd). Los tres jóvenes sólo tienen cuatro opciones de diversión: un billar, un restaurante, un cine y el sexo.
Los jóvenes del pueblo se sienten insatisfechos y aburridos. Son como unos espectadores de sus propias vidas en una localidad encerrada en sí misma en la que no hay mucho que hacer. Todo es un sueño inmóvil del que muchos intentan huir emigrando a la gran ciudad, alistándose en el ejercito o buscando un marido. Ello al menos le otorga una buena posición dentro de escala social de la población. La crisis de la posguerra mundial y la guerra en Corea atemorizan a los variopintos personajes del lugar. Estos se refugian en el cine, en las habladurías o en relaciones sexuales que pongan algo de color en sus vidas.
Personajes principales e interpretaciones
La última película (The Last Picture Show) es narrada a través de los ojos de Sonny que es interpretado por Timothy Bottoms. En las primeras secuencias aparece coqueteando con Charlene, su primera novia, con la que se entretiene en el cine o en el coche con juegos sexuales que no son más que un pasatiempo para el joven. Realmente está enamorado de Jacy como casi todos los chicos del pueblo. Es el personaje más importante del filme y quizás el único que desea permanecer en Anarene para el resto de sus días. Retrata a la perfección el amor a los orígenes y el conformismo con la tierra en la que le ha tocado vivir. La secuencia de cierre, en este aspecto, es magistral.
El personaje de Jacy supuso el rotundo debut de Cybill Shepherd. Hablamos de una joven 'Lolita', que busca perder la virginidad pues según su propia madre esto le abrirá las puertas del mundo. Jacy es caprichosa, retorcida y consciente de la atracción que despierta en los hombres. Incluso consigue manipular a Sonny para que huyan del pueblo y se casen a escondidas. Un matrimonio que será rápidamente anulado y que supone el contrapunto de la pérdida de la inocencia de Sonny. Éste se echa en brazos de la esposa del entrenador de la escuela con la que mantiene una relación secreta y tortuosa.
Secundarios de lujo
La actriz Cloris Leachman representa a la mujer madura y aburrida que busca en el muchacho la revitalización de su existencia. Ganó el Oscar de la Academia con su sutil interpretación de Ruth. También fue premiado con el Oscar, Ben Johnson por su interpretación de Sam “El león”. Sam es el propietario de tres de los negocios del lugar y conoce todos los secretos de los lugareños. Un personaje querido por sus semejantes y que se presenta en pantalla como el buen padre y en el que todos confían. La última película (The Last Picture Show) obtuvo ocho nominaciones a los Oscar, incluyendo mejor película y mejor dirección.
Anécdotas
Un jovencísimo Jeff Bridges interpreta al personaje antagonista del bueno de Sonny. La amistad de ambos parece sólida desde el comienzo de la historia pero se pone en entredicho pues ambos están enamorados de Jacy. Bridges brilla en el rudo papel de Duane y a través de él observamos también la situación social de Estados Unidos de los años cincuenta.
Un país aún deprimido en su economía por los costos de la Segunda Guerra Mundial y que se involucraba, ahora, en la guerra de Corea. Durante el rodaje tanto Timothy Bottoms como Bridges se enamoraron de Cybill Shepherd que tenía 20 años por aquel entonces. Sin embargo, Shepherd quedó prendada de Peter Bogdanovich con el que mantuvo un romance que rompió el matrimonio del cineasta estadounidense de origen yugoslavo. En cierta manera los personajes, interpretes y director se involucraron tanto en el proyecto que la realidad y la ficción se fusionaron.
Conclusión de 'La última película'
Rodada en un bellísimo blanco y negro, La última película (The Last Picture Show) es un gran homenaje al cine, una profunda crónica sobre la historia de un momento muy especial en Estados Unidos y el memorándum con el que Peter Bogdanovich deslumbró a toda una generación de cinéfilos. El título hace referencia al cierre del cine de Anarene que ya no podía competir con el auge de la televisión. Pera la caída de la única sala de cine del pueblo no era más que la constatación de la emigración a las ciudades. La última función del Cine Royal, en Anarene, se muestra en pantalla con Sonny y Duane ya reconciliados ante los fotogramas de Río Rojo de Howard Hawks.
Por otro lado, y al hilo de la película citada de Hawks, Bogdanovich refleja en esta mirada a la sociedad rural estadounidense su amor hacia el western crepuscular. La atmósfera, los planos estáticos sobre la población, y la música están plagados de añoranzas hacia el citado género sin olvidar que nos hallamos ante un lujurioso coming of age que perpetra deseo y pasión en cada fotograma exhibido.
El cineasta también bebe del Neorrealismo italiano y de la ruralidad opresiva que Roberto Rossellini reflejaba en Stromboli. Sin embargo, en el filme reseñado ese hiperrealismo en la narración no está exento de belleza y de esperanza en los personajes representados. En definitiva, nos hallamos ante una filmación hipnótica y fundamental para entender el cine contemporáneo. Sin perder un ápice de actualidad, La última película (The Last Picture Show) nos depara un ejercicio maestro de sutileza narrativa que a su vez es exquisito en lo visual y perturbador en la profundidad del relato.
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