Entre los cortometrajes candidatos a ser nominados en los Goya 2025, Los 30 (no) son los nuevos 20 dirigido por Juan Vicente Castillejo es un corto documental donde refleja una porción de la realidad de la generación millenial en una reunión de amigos del pueblo, que se conocen desde la infancia y llevan años sin verse. Los recuerdos de las vivencias pasadas y de las amistades durante el camino hacia la treintena, son los temas principales de esta docuficción.
Crítica de 'Los 30 (no) son los nuevos 20'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Los 30 (no) son los nuevos 20
Título original: Los 30 (no) son los nuevos 20
Reparto:
Inma Almagro
Alba Pino
Miguel Santillana
Año: 2023
Duración: 20 min.
País: España
Director: Juan Vicente Castillejo
Guion: Juan Vicente Castillejo, Alba Pino, Tamara Santos Iglesias
Fotografía: Gloria Asla
Música: Delson Aravena
Género: Documental
Distribuidor: Selected Films Distribution
Producción: Alfonso Palazón Meseguer, Juan Vicente Castillejo Navarro
Arte: Sonia Navarro Cano
Montaje: Carmen de Couto (AMAE)
Sonido: Enrique Abad Koefoed
Tráiler de 'Los 30 (no) son los nuevos 20'
Sinopsis
David cumple los temibles 30. Lo celebra junto a sus amigos del pueblo, los de toda la vida. Llevan tiempo sin verse, a pesar de que hay ganas, algo cambia. La celebración se convierte en un reflejo de sus vidas y en un recuerdo de los que ya no vienen. Un documental sobre la generación Millenial con alcohol, risas y una piscina hinchable. (Selected Films Distribution)
Entre la ficción y no ficción
Explicar una representación de la realidad sobre un tema específico según el punto de vista del director, es la función de los documentales, y Los 30 (no) son los nuevos 20 la cumple estando al filo de la ficción. La obra audiovisual de Juan Vicente Castillejo presenta a un grupo de amigos que se reúnen en la casa del pueblo de uno de ellos, con la excusa de que hace mucho tiempo que no se ven, es un argumento tan visto que en ocasiones parece que estemos viendo una serie ficcionada: las bromas entre amigos, la añoranza de los tiempos mozos o de los amigos que ya no están. Pero al mismo tiempo, está filmada con planos conjunto, largos y fijos que, propios de los documentales, parece que estemos mirando a través de una mirilla lo que sucede de verdad en esa fiesta de amigos.
Esta combinación de estilos de cortometraje fue una idea del director, quien quiso ofrecer una veracidad absoluta a una situación que actualmente ocurre a las personas nacidas entre los años 1981 y 1996 aprox. y contó con la ayuda de unos amigos suyos que se encontraban en esas edades. Contó con el permiso de ellos para grabarles en el transcurso de una de sus quedadas reales, e incluyó solo a tres actores profesionales para asegurarse de que hablarían de unos temas específicos que quería que aparecieran en Los 30 (no) son los nuevos 20.
Estructura y actores no profesionales
Los 30 (no) son los nuevos 20 está divido por capítulos donde cada uno abarca los tipos de sucesos o situaciones que pueden darse en este tipo de reuniones. Este recurso es un punto bastante fuerte e importante de la obra audiovisual para poder ubicar al espectador en los grados de amistad que hay entre unos y otros, o dar una idea de cómo se han mantenido estas relaciones a lo largo del tiempo, para lanzarnos poco a poco el mensaje que nos quiere transmitir Juan Vicente Castillejo.
En cada capítulo los personajes tienen conversaciones donde hablan desde las vacaciones que pasaron en la playa cuando tenían 20 años, hasta llegar a revelaciones de secretos más íntimos y que nunca se dijeron entre ellos, porque sucedieron hace mucho tiempo y quedaron en el olvido, pasando por los amigos que ya no están. Los personajes, al no ser actores profesionales, transmiten naturalidad y espontaneidad pura, utilizan un lenguaje propio de su generación y cada uno tiene una personalidad particular, consiguen que sea inevitable que cualquier persona se sienta identificada con ellos. Indiferentemente de la edad, cualquier generación ha tenido un grupo de amigos y le han sucedido este tipo de circunstancias.
Un formato para cada época
En momentos de Los 30 (no) son los nuevos 20 cuando los personajes evocan episodios del pasado, el director pasa del formato panorámico que inunda la pantalla, y más característica de los tiempos actuales, al formato estrecho de las cámaras de vídeo de los teléfonos móviles que se estilaban a principios de los años 2000. Este cambio de formato resalta notablemente la distintas épocas de las que hablan durante el corto, sitúa al espectador en la adolescencia de los personajes y da cuenta de cómo era su ocio en el pueblo en el pasado en comparación con el de ahora.
Conclusión de 'Los 30 (no) son los nuevos 20'
Juan Vicente Castillejo nos enseña en su cuarto cortometraje todos los tópicos de los reencuentros de amigos de toda la vida, con un trasfondo de reflexiones sobre la etapa de la generación millenial. Los 30 (no) son los nuevos 20 aporta, por un lado, una lección de vida sobre las amistades, el cómo se fragmenta por el inevitable paso de los años; y por otro, una meditación sobre la diversidad en el entorno rural, el cómo era la vida de unos jóvenes siendo de pueblo y con variopintas personalidades, en una época en la que se podía ser libre pero todavía de una forma muy acotada.
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