El BCN Film Fest acogió el pasado mes de abril el preestreno de Los sin nombre, nueva serie original de Movistar Plus+ en colaboración con Filmax. El thriller de seis episodios adapta la novela de Ramsey Campbell. Creada por Pau Freixas y Pol Cortecans, este thriller psicológico está protagonizado por Miren Ibarguren, Rodrigo de la Serna y Milena Smit. Disponible desde el 26 de junio de 2025 en Movistar Plus+.
Crítica de 'Los sin nombre'
Resumen
Ficha Técnica
Título: Los sin nombre
Título original: Los sin nombre
Reparto:
Milena Smit (Laura)
Rodrigo de la Serna (Salazar)
Miren Ibarguren (Claudia)
Susi Sánchez
Pablo Derqui
Francesc Garrido
Daniel Pérez Prada
Pablo Capuz
Elvira Mínguez
Jorge Cabrera
Año: 2025
Duración: 58 min.
País: España
Director: Pau Freixas (Creador), Pol Cortecans (Creador), Pau Freixas
Guion: Pau Freixas, Pol Cortecans, Jaume Balagueró, Ivan Mercadé, Manuel Gancedo. Novela: Ramsey Campbell
Fotografía: Julián Elizalde
Música: Arnau Bataller
Género: Thriller. Intriga
Distribuidor: Movistar Plus+ / Filmax
Tráiler de 'Los sin nombre'
Sinopsis
Claudia, una mujer que pierde a su hija Ángela de forma traumática para descubrir, años después, justo cuando empieza a recuperarse del trauma, que puede que su hija aún siga con vida. "Mamá, soy yo, Ángela. ¡Por favor, ven a buscarme!". Esta es la frase estremecedora que Claudia escucha por teléfono y que le dará esperanzas. Claudia recurrirá entonces a Salazar, el inspector que llevó el caso tras la desaparición, ya Laura, la joven a la que Ángela, una niña especial con un extraño don, salvó la vida tras un grave accidente de tráfico. Juntos seguirán la pista de la pequeña a través de misteriosos lugares que esconden una verdad aterradora. (Filmax)
Dónde se puede ver la serie en streaming
Una desaparición paranormal
Lo que comienza como un thriller de desaparición con tintes realistas va virando hacia lo paranormal conforme avanza la historia. La niña desaparecida no es una niña cualquiera, tenía un don especial que dejó huella en quienes se cruzaron con ella. La trama se apoya en esta tensión entre lo racional y lo inexplicable para construir una atmósfera en la que nada es del todo confiable, ni los recuerdos, ni los testigos, ni siquiera las emociones.
Aunque el planteamiento es potente, Los sin nombre cae por momentos en la tentación de sobrecargar la historia con capas de misterio que no siempre se resuelven de forma satisfactoria. A medida que los protagonistas profundizan en la búsqueda, surgen subtramas esotéricas, elementos de horror psicológico y revelaciones inquietantes, pero no siempre bien cohesionadas. Hay interés, sí, pero también cierta sensación de que se pierde el foco de lo emocional en favor del enigma.
El peso de lo invisible
Pau Freixas dirige con solvencia, apostando por un tono grave, contenido y cargado de tensión. Hay una clara intención de mantener el suspense constante, incluso en los diálogos más cotidianos. La dirección se apoya en recursos clásicos del thriller psicológico, planos cerrados, movimientos suaves de cámara, iluminación tenue y los combina con un ritmo que por momentos parece más de cine que de televisión.
Sin embargo, esa misma ambición estética a veces se vuelve en contra de la narración. Algunos episodios se sienten más atmosféricos que necesarios, y la insistencia en la solemnidad puede restar naturalidad a los personajes. Aun así, la dirección consigue transmitir con eficacia la inquietud que atraviesa toda la historia.
Actuar con la mirada
Miren Ibarguren carga con el peso dramático de Los sin nombre y lo hace con oficio. Su interpretación de Claudia que es la mejor de su carrera, está marcada por una tristeza densa, una especie de agotamiento emocional que se expresa más en sus silencios que en sus palabras. Su rostro transmite ese tipo de dolor que ya no necesita explicarse, solo sostenerse. A veces, sin embargo, el guion no le da suficiente espacio para matices, y su personaje corre el riesgo de quedar encasillado en la desesperación perpetua.
A su lado, Milena Smit, que interpreta a Laura, aporta frescura y vulnerabilidad, aunque en algunos momentos su arco se siente algo forzado. El inspector Salazar, interpretado con sobriedad y cierto aire melancólico por Rodrigo de la Serna, funciona como contrapeso, aunque se le podría haber sacado más partido.
Sombras y susurros
La fotografía, con predominio de tonos fríos y una paleta desaturada, refuerza el tono de desasosiego permanente. Las localizaciones construyen una geografía del miedo perfectamente reconocible pero efectiva.
El montaje sabe jugar con los ritmos, pausado en los momentos introspectivos, más agresivo cuando la tensión se dispara. Los efectos visuales, utilizados con moderación, resultan más inquietantes por lo sugerido que por lo explícito, algo de agradecer en un producto que flirtea con lo sobrenatural.
Conclusión de 'Los sin nombre'
Hay tensión, atmósfera y buenos momentos interpretativos, pero también una cierta dispersión narrativa que debilita su impacto final. Aun así, Los sin nombre es un thriller que se arriesga a cruzar la línea entre lo psicológico y lo paranormal, y aunque no siempre acierta, al menos propone un viaje diferente, donde la herida de una desaparición se convierte en un laberinto de sombras y quizá también de redención.
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